viernes, 23 de octubre de 2015

LAS SIETE FASES DE MI MATERNIDAD

1ª FASE: FASE ALELADA


Todavía no he sido madre y creo que:

  • Los especialistas son los que más saben (y yo no sé nada). Haré lo que diga mi ginecóloga, por supuesto. Y luego, sin rechistar, lo que diga el pediatra.
  • ¿Qué es exactamente una comadrona?
  • Daré el pecho "si puedo". Pero probablemente no pueda porque a mi alrededor casi nadie ha podido. Sobre esa amiga que me dijeron que le daba teta a su hija de 3 años: Dios mío, que exagerada es. Eso no es normal.
  • Con biberón se crían igual o casi igual. No es para tanto
  • Ante la llegada del bebé hay que preparar (por orden de importancia)
    • La habitación. Con capazo para los 3 primeros meses y cuna para el resto.
    • El cochecito
    • La bañera
    • El cambiador
    • Los bibes, el esterilizador, los chupetes. etc...
    • Bomba para sacarme leche
    • ¿Sistema de porteo? No sé... pongamos opcional.
    • Imprescindible el móvil de la cuna con un audio de Mozart y latidos del corazón.
  • Un cachete a tiempo es imprescindible en cualquier crianza... Si es que hay gente que es muy exagerada. A mí me dieron y aquí estoy, tan bien educada. 
  • La letra con sangre entra
  • La maternidad es sacrificio.


2ª FASE: FASE DE CRISIS AGUDA

Ha nacido mi primer hijo. Nada del apartado anterior me sirve. Nada funciona. Esto es un caos.
  • Hice lo que me dijeron en el parto pero acabé con epidural y pariendo tumbada. Dicen que ha sido un parto ejemplar. Yo me siento extenuada y con la sensación de que aquí ha fallado algo importante. 
  • El bebé no puede ni ver su capazo (debe de tener pinchos, o chinchetas... o tal vez queme). Sólo quiere estar en mis brazos, pero yo tengo cosas que hacer y no puedo con él encima.
  • El bebé no valora la música de Mozart ni los latidos del corazón del móvil sobre su cuna (¡desagradecido!).
  • Mi gran objetivo del día es que el bebé se duerma para yo dejarlo y poder hacer cosas. Me paso el día con expectativas que no se cumplen. Estoy desesperada.
  • No consigo darle de mamar según lo que me han recomendado en la clínica (no antes de dos horas, x minutos en cada pecho). Me congestiono. El bebé llora... ¿de hambre? ¿Si yo estoy congestionada por qué llora mi bebé de hambre?
  • Llegan consejos de todas partes, todos contradictorios. Nada de lo que hago parece satisfacer a mi hijo. Es una lucha continua entre lo que yo quiero y lo que él quiere. 
  • La maternidad no puede ser esto. Me hundo. Nos hundimos.


3ª FASE: FASE DE ILUMINACIÓN

Leo. Leo mucho. Empiezo por Carlos González y Rosa Jové. Sigo con Michel Odent y Laura Gutman. Me atrevo con Casilda Rodrigañez. Voy complementando con Meredith Small, Jean Liedloff, Margot Sunderland, etc... Poco a poco abandono la literatura divulgativa y me sumerjo en los artículos originales de las revistas científicas (Narvaez, Panksepp, Schore, Olza, McKenna, Ball, Bergman, etc...).

Ahora lo veo claro. Nuestra cultura es incompatible con nuestra biología. Lo hacemos todo mal. Maternar debería ser un enorme placer y no lo es porque la cultura no nos deja.

Todo es culpa del patriarcado.


4ª FASE: FASE MESIÁNICA

Ahora que ya sé como ser la madre perfecta quiero compartirlo con el mundo. Quiero que todas las madres sepan también ser así de perfectas. Así salvaremos la humanidad.

Las que se niegan a abrir los ojos a esta aplastante revelación son unas malas madres. Lo hacen por puro egoísmo.

Pero no importa, voy a abrirles los ojos aunque sea a la fuerza. Yo estoy de parte de los bebés. Siempre de parte de los bebés.



5ª FASE: FASE DEL DARME DE NARICES CON LA REALIDAD

Tengo toda la teoría en la cabeza pero la práctica, en el día a día, no me sale:
  • La lactancia es más dolorosa que plancentera a pesar de "cumplir" con todas las normas de una lactancia placentera (a demanda, sin límites, día y noche, etc...). Las mastitis recurrentes no ayudan, precisamente.
  • Me muero por estar con mis hijos, y me muero por separarme de ellos. Me siento culpable.
  • Colechamos y dormimos mejor. Pero sigue siendo duro porque yo estaba "programada" para dormir en solitario. Una no cambia un condicionante así de la noche a la mañana
  • Quiero que coman sano y que solo tomen mi leche. Pero acabo dando potitos de vez en cuando, papillas porque es más fácil, galletas y bollería porque ¿Quién consigue no dárselos nunca? La leche de vaca también es muy socorrida, aunque seguro que sería mucho más sano darles a los tres de la mía durante el resto de su niñez. Pero es que no doy más de mí. 
  • No se pega, pero se me escaparon dos cachetes. Nunca más. No se grita, pero estoy afónica de tanto hacerlo. No se cría mediante el "ordeno y mando", pero el sargento O´neil se moriría de envidia si me viera ejerciendo mi "ejemplar" maternidad en los momentos culminantes del día.
  • Mis hijos pasan parte del día frente a la tele o con el ordenador. Y cuando esto ocurre yo no siempre estoy trabajando, no... a veces lo hago para poder ver mi serie favorita en mi ordenador (shhhhhhhhh).
  • Soy una madre, no mala, malísima.
Pero lo peor es que en medio de mi fracaso:
  • Aquellas "madres esclavas de la cultura" que tengo entre mis conocidas, de  biberón (voluntario, se entiende), sueño en solitario y guardería, son mucho mejores que yo con sus hijos en otras mil facetas en las que yo fracaso estrepitosamente: algunas son más pacientes y no gritan nunca, otras más dedicadas y no pierden tiempo de estar con sus hijos viendo series de televisión, y la mayoría cocinan mejor. 

6ª FASE: FASE DE "PERO... ¿QUE ESTOY HACIENDO?"

Vale, no soy la madre perfecta que pretendía ser. Imposible cumplir con todas las expectativas que me había autoimpuesto. Y este estado de frustración continua no ayuda nada. Es totalmente destructivo. 

¿Qué está fallando? ¿Por qué cuando intento practicar una maternidad que en teoría está más en armonía con nuestra naturaleza humana que la tradicional de nuestra cultura,  me cuesta tanto?

Pues porque he cambiado los determinantes culturales por los científicos. No me he liberado, sólo he cambiado de "autoridad". Porque el ejercicio de la maternidad no se puede dominar a base de normas externas, vengan de dónde vengan. Cuando hacemos algo -ya sea dar el pecho o dejar al bebé en una guardería para ir a trabajar, aplicar el método Estivill o darle de mamar 10 veces por la noche a los 3 años- y lo hacemos porque desde fuera una presunta autoridad (científica o cultural) nos dice que es lo que DEBEMOS hacer, y nosotros acallamos nuestro deseo íntimo y personal (que es en realidad la única voz que deberíamos escuchar) para adaptarnos a esa normativa externa, fracasamos y, lo que es peor, sufrimos. 

He cometido una enorme incongruencia tratando de liberar mi maternidad de las normas culturales atándola con las normas "naturales".

Y encima estoy pretendiendo cambiar el comportamiento de otras madres ¡A LA FUERZA! con un discurso de "si no haces esto le estás haciendo daño". El mismo que utilizan "los otros", los malos, los pro-Estivill y Supernani. Me he convertido en una pseudo-Estivill o en una pseudo-Supernany que en vez hacer sentir culpables a los padres por no enseñar a dormir a sus hijos en solitario del tirón o no disciplinar a sus hijos con la silla de pensar les hace sentir culpables por hacerlo. 

Dice mi amiga Mónica que eso es VIOLENCIA. Quiero mucho a Mónica y tengo mucho respeto por su criterio. No me ha hecho falta reflexionar demasiado sobre sus palabras para llegar a la conclusión de que tiene más razón que un santo. Y además añade: 

" ....no podemos "salvar"  a los niños hiriendo a sus madres y padres"

Por supuesto que no. Parece obvio, pero creo que estas palabras son muy necesarias en nuestro círculo de presunta crianza respetuosa, natural, o como la queráis llamar. Las repito:

....no podemos "salvar"  a los niños hiriendo a sus madres y padres"

Es que no podemos, ni debemos, salvar a nadie.

¿Quién coño(1) nos creemos que somos?


7ª FASE: FASE DE ACEPTACIÓN

Soy una madre imperfecta que quiere a sus hijos con locura. A veces consigo hacer lo que creo que es mejor para ellos y otras no. A veces me doy cuenta de que me he equivocado y que lo que creía mejor en realidad no lo es. A veces cambio sobre la marcha y me equivoco todavía más. A veces el cambio repara los daños anteriores. A veces hasta hago bien las cosas. 

A veces me siento muy culpable y entonces me doy cuenta de que así tampoco arreglo nada. Así que me saco de encima la culpabilidad e intento hacerlo mejor a partir de entonces. A veces consigo hacerlo mejor. Otras veces no. 

Ahora sé que muchas normas de crianza tradicionales no tienen bases sólidas, nacieron en condiciones que ya no existen y ahora dañan más que benefician. Ahora puedo librarme de ellas. Pero eso no significa que tenga que atarme a normas nuevas. Ahora, simplemente, puedo barajar más posibilidades para solucionar problemas. Pero mi solución no tiene por qué ser tu solución.

Ahora sé que, a pesar de todo lo que he leído y de mi formación académica, no soy nadie para decirte a ti como debes criar a tu hijo. Perdóname, porque un día pensé que sí lo era. 

Lo que sí puedo hacer es ofrecerte mis conocimientos sobre el tema, pero no como nuevas normas a las que debas someterte. Yo te los pongo sobre la mesa. Tu coges lo que a ti te va bien. Si me preguntas si el biberón es igual que la lactancia materna te diré que no; si me preguntas si me parece que el método Estivill es bueno, también te diré que no. Pero espero que tu no des de mamar porque lo que yo he dicho te OBLIGA a dar de mamar o que coleches porque te sientes obligada a colechar. Piensa que lo que yo he dicho es una variable más de todas las que necesitas considerar a la hora de decidir si das de mamar o no, si enseñas a tu bebé a dormir solo o no. Incluso si practicas mi odiado método Estivill o no

Yo no "calzo tus zapatos" así que ¿quien soy yo para juzgarte? o ¿tú para juzgarme a mí?

Yo no puedo cargar con la responsabilidad de tus decisiones. Ni Estivill, ni Supernany, ni Carlos Gonzalez ni Rosa Jové, ni ningún experto, lo pretenda o no lo pretenda (que algunos lo pretenden). La decisión final es, siempre, responsabilidad tuya. Como respecto a mis hijos es mía y de su padre. 

Ahora solo aspiro a que mi trabajo, que consiste en informarte de lo que la ciencia dice sobre la biología de la crianza mediante la divulgación científica, te ayude a escucharte y a liberarte de aquellos que pretendían atarte con una supuesta autoridad que en realidad no tienen.  Espero que cada vez que me leas o me escuches mi mensaje te aporte algo positivo, te ayude a reflexionar sobre eso que tenías en la cabeza y te abra nuevas posibilidades de actuación. 

Pero, por favor, no tomes mis palabras como nuevas cadenas. Aunque, en realidad, gran parte de la responsabilidad para que eso no suceda es mía, lo sé. Tengo que conseguir trasmitir esta información de manera que no te haga sentir culpable y que no te obligue a hacer nada que realmente no sientas que quieres hacer. 

No es fácil, te lo aseguro, pero estoy trabajando duramente en ello. 


(1) Con perdón. No me gusta utilizar palabras malsonantes en mis escritos, pero a veces salen del alma y son imprescindibles para darle a la frase el sentimiento que tengo. 







20 comentarios:

  1. Amén. Me siento profundamente identificada. Muchas gracias por tu entrada. Me ha resultado sanadora. Eres sabia. Muchísimas gracias.

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    1. A mi me resultó igual, sanadora. Es extraordinario cuando alguien ordena en palabras lo que nos pasa. GRACIAS, MUCHAS GRACIAS!!!

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  2. Cuanta verdad! Cuanta sinceridad! Que dificil es mantenernos alejados de nuestra necesidad de juzgar! Gracias Maria!

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  3. Lo más humano, sensato, sincero y sabio que he leído nunca sobre la maternidad. Y yo tb me he leido a todos y todas. Gracias María por tu
    lucidez

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  4. María, esto es simplemente sensacional, has descrito todas y cada unas de mis fases también! Suerte que luego el segundo hijo te agarra, como decimos acá, más canchera y menos culposa. Siempre he sostenido que mientras haya amor de verdad y de que respetemos a nuestros hijos como personitas que se están desarrollando no puede haber un mal enorme que le hagamos. Y si nos damos cuenta de que sí, pues en nosotros y en ese amor que les tenemos estará cambiar que después de todo cada persona es diferente y por ello necesitará cosas diferentes. Ni con 1, 2 o 20 hijos los criamos a toditos igual y parejo!

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  5. María, esto es simplemente sensacional, has descrito todas y cada unas de mis fases también! Suerte que luego el segundo hijo te agarra, como decimos acá, más canchera y menos culposa. Siempre he sostenido que mientras haya amor de verdad y de que respetemos a nuestros hijos como personitas que se están desarrollando no puede haber un mal enorme que le hagamos. Y si nos damos cuenta de que sí, pues en nosotros y en ese amor que les tenemos estará cambiar que después de todo cada persona es diferente y por ello necesitará cosas diferentes. Ni con 1, 2 o 20 hijos los criamos a toditos igual y parejo!

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  6. María, esto es simplemente sensacional, has descrito todas y cada unas de mis fases también! Suerte que luego el segundo hijo te agarra, como decimos acá, más canchera y menos culposa. Siempre he sostenido que mientras haya amor de verdad y de que respetemos a nuestros hijos como personitas que se están desarrollando no puede haber un mal enorme que le hagamos. Y si nos damos cuenta de que sí, pues en nosotros y en ese amor que les tenemos estará cambiar que después de todo cada persona es diferente y por ello necesitará cosas diferentes. Ni con 1, 2 o 20 hijos los criamos a toditos igual y parejo!

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  7. que buen relato..cada cosa que leía me describía a la perfección! muchas gracias! que placer leerlo...cariños!!

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  8. Excelente texto. Describes todas las fases que estoy viviendo

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  9. Excelente texto. Describes todas las fases que estoy viviendo

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  10. Yo aconsejo, si me permiten; una cartilla con mucho sentido común, del Dr. Florencio Escardó (por el año 1967 aprox.) que no dice nada de todo lo que acabo de leer. El Dr. Escardó amaba profundamente a los niños y sobre todo a las madres y que fue muy importante en el aprendizaje de ser mamá.

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  11. Pero qué bien lo has explicado. Me he sentido completamente identificada. Y una vez más, qué importante es que las mamás estemos informadas, busquemos esa información, para que lo que hagamos no sea sólo por modas o por cierta comodidad impuesta por esta sociedad, sino porque de verdad es lo que nos sale de dentro, y si alguien se siente culpable por dar el biberón, o por dejar llorar, o por gritar, que sea su propia conciencia la que le señale con el dedo (y no otras madres), pero siempre es más fácil culpar al que hace las cosas bien de hacernos sentir desgraciados.

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  12. Seguramente que todas nos vemos reflejadas en estas fases, yo desde luego si, y me has hecho recordar como "pensaba" yo antes del embarazo... y cómo cambió todo después. Para mi fue fundamental la blogosfera maternal. Todo habría sido mucho mas dificil sin vosotras, tu, Ileana... y tantas y tantas

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  13. Felicidades! Me siento muy identificada con lo dices y lo que mas me gusto que siempre he pensado y no sabia poner en palabras es...no podemos herir a los padres para salvar los niños...y eso no solo en relacion a la crianza...en todo orden de cosas de la vida...educacion, sanidad, politica, religion...algo va mal en el mundo y esta saliendo mucha gente herida....ah? Conoces a la autora francesa en crianza positiva Isabella fillozad, te encantara! Felicitaciones por tu nuevo exito...se ve que has trabajado mucho!

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  14. Bravo! Yo tambien pase por todas o casi todas esas fases. Es dificil ofrecer opciones sin caer en crear culpabilidades...yo sigo intentandolo. Me ha gustado mucho el post. Comparto!

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  15. Bravo! Yo tambien pase por todas o casi todas esas fases. Es dificil ofrecer opciones sin caer en crear culpabilidades...yo sigo intentandolo. Me ha gustado mucho el post. Comparto!

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  16. Genial! Me encanta que haya gente como tú, capaz de ponerlo por escrito y compartirlo. Gracias!

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  17. jajaja, que bueno!
    me ha encantado tu post, y me he sentido muy identificada!

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  18. Excelente! Muchas gracias, me encuentro en la primer fase... y yo era de las que decía nada de amamantar, fórmula y ya... resultó todo lo contrario después de tantos dolores y ampollas, aquí estoy 10 meses amamantando a mi bebé.

    Besos y abrazos.

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