ni ética,
ni moral,
ni emocional,
ni humana
ni ―por mucho que algunos se empeñen en creer lo contrario― científicamente
aceptable
Y que una cultura capaz de tratar así a sus niños, una cultura que normaliza el comportamiento de esta madre en nombre de la autoridad científica, está muy enferma.
Por favor, esto es grave.
De verdad, muy grave.