Imagen tomada de El País |
Así que me vais a permitir que deje descansando un concienzudo trabajo al que estoy dedicando muchas, pero que muchas, horas las últimas semanas y que será algo mucho más efectivo contra la manipulación y las mentiras que este breve pero placentero pataleo que le dedico a mi, ya hasta querido (que se le va a hacer), Estivill.
Y es que es seguro que todos vosotros ya habréis leído aquella entrevista en El País, donde Estivill escribió que su método estaba diseñado para niños mayores de 3 años. Y también es seguro que fuisteis testigos de como la red "se colapsó" de artículos y respuestas reaccionando a semejante declaración. Declaración que nos tomamos como un gigantesco paso atrás de Goliat.
Pero no.
Por lo que parece (¡Ay, ay, ay!) sólo se trató de un "lapsus". Nuestro doctor se equivocó y cambió meses por años. Menuda metedura de pata. Así que, silenciosamente, ha cambiado la respuesta original que actualmente podemos leer así:
"He leído el libro "Duérmete niño", y tengo la duda de a qué edad se debe empezar a aplicar el método que propone. En un recién nacido con lactancia materna a demanda, ¿cómo es posible conjugarla con el método?
Recientemente hemos publicado el libro 'A dormir', que es la actualización de los conocimientos sobre el sueño de los niños. En él, explicamos unas normas para enseñar a dormir a los niños correctamente respetando la lactancia materna, de hecho los estudios científicos que hemos publicado en la revista española de pediatría han sido realizados en niños con lactancia materna a demanda. En el cerebro de los niños existe un grupo de células que es nuestro reloj biológico. Es el que nos indica que hemos de dormir de noche y estar despiertos de día. Como otras estructuras del cerebro de los niños, este reloj biológico es inmaduro al nacer. Por esto los niños duermen a trocitos y no pueden dormir de un tirón las horas nocturnas hasta los seis meses de edad. Las normas que explicábamos en 'Duermete niño' eran para los niños a partir de los tres meses que tenían el denominado 'insomnio infantil por hábitos incorrectos'. Estas norma no pueden ser aplicadas en los niños más pequeños por esta inmadurez de su reloj biológico. Hay que realizar otras rutinas respetando la lactancia materna a demanda para ir enseñando a este reloj biológico a sincronizarse con el medio ambiente y así llegar de seis meses con un sueño nocturno adecuado de unas once horas y tres siestas diurnas: una después del desayuno, una después de la comida y una después de la merienda. En nuestro libro 'A dormir' explicamos estos nuevos conocimientos científicos y damos las pautas adecuadas para que el niño, siguiendo la lactancia a demanda, pueda ir estructurando adecuadamente su sueño."
Ahora el doctor Estivill ya nos puede acusar a sus detractores de no saber ni leer, ya que no ha quedado prueba escrita de su "lapsus" anterior, al menos si nadie ha tenido la genial idea de hacer una captura de pantalla hace unas semanas, cuando lucía con todo su esplendor la respuesta original.
También parece evidente que todo se trató de un pequeño lapsus, ¿quién no lo tiene?, al cambiar dos palabras: meses por años. Además, y todo sea dicho, a mí el texto me parece ahora más coherente, después de haberme pasado los dos últimos meses buscando y leyendo la bibliografía científica que hay sobre el tema.
Peeeeeerooooo....... Hay un pequeño detalle, pequeñísimo detalle si se quiere, que a mí me hace sospechar que el doctor Estivill no tiene tan claras las cosas en cuanto a asuntos de edades se trata. Que su lapsus no fue tal, y que ese cambio de meses por años es un chapucero borrón al notar su error. Este detalle es precisamente esta frase que he resaltado en el texto anterior:
"Las normas que explicábamos en 'Duermete niño' eran para los niños a partir de los tres meses que tenían el denominado 'insomnio infantil por hábitos incorrectos'"
Pues no puede ser, porque tanto en la Clasificación Internacional de los desórdenes del Sueño -2 (ICSD-2), como en todos los artículos que he leído sobre el tema, se dice que el diagnóstico de "Insomnio infantil por hábitos incorrectos" no se da antes de los 6 meses, dado el natural desarrollo del sueño en el bebé. Por poner un ejemplo os cito textualmente a la doctora Meltzer (Meltzer LJ. Clinical management of behavioral insomnia of chilhood: treatment of bedtime problems and night wakings in young children. Behavioral sleep medicine 2010; 8: 172-189):
"......because the ability to "sleep through the night " develops between 3 and 6 months, a diagnosis of BIC-SOA is not appropriated before 6 months of age."
"....debido a que la habilidad de dormir toda la noche se desarrolla entre los 3 y los 6 meses, un diagnóstico de BIC-SOA no es apropiado antes de los 6 meses"
BIC-SOA son las siglas de "Behavioral insomnia os chilhood" (BIC) tipo "Sleep On set association disorder" (SOA), o sea, lo que en español correspondería al "Insomnio infantil por hábitos incorrectos" debido a "desorden por asociaciones para el principio del sueño". Y es que el BIC tiene otras dos manifestaciones clínicas, en las que no voy a entrar ahora en detalle (todo se andará), pero que tampoco se presentan en bebés menores de 6 meses. La doctora Meltzer nos informa en su revisión que ocurren generalmente en niños en edad preescolar y escolar, por lo que no son aplicables a bebés menores de 6 meses.
La Clasificación Internacional de los desórdenes del Sueño -2 (ICSD-2) dice textualmente:
"Because children are not expected to sleep through the night with regularity until they are three to six months of age, six months is a reasonable age to first consider this disorder, unless the sleeplessness is very marked at early age."
"Como no esperamos que los niños duerman con regularidad toda la noche hasta que tengan de 3 a 6 meses de edad, 6 meses es una edad razonable a partir de la cual considerar este desorden, a excepción de que la falta de sueño sea muy marcada antes de esta edad"
Puedo imaginarme que la última frase de este párrafo de la ICSD-2 le servirá al doctor Estivill para agarrarse con uñas y dientes y salvar sus declaraciones. Pero, francamente ¿Cuantos bebés sufrirán tal falta de sueño como para considerar, excepcionalmente, que sufren este desorden antes de los 6 meses? ¿Será que el "Duérmete niño" está dirigido a estos bebés que en el fondo son sólo una excepción? Pues algo hemos entendido mal nosotros, ignorantes madres y padres, porque del librito en cuestión se han vendido millones de ejemplares y se ha aplicado a todo tipo de niños, siguieran o no el restrictivo criterio para diagnosticar un verdadero BIC.
Que no, doctor Estivill, que no cuela. Que se le ha visto el plumero y un borroncito de nada no nos va a engañar.
Y ahora yo sigo con mi proyecto de desenmacarimiento a base de información y formación porque no hay nada como ambas cosas para evitar la manipulación y las mentiras.
En breve os lo presentaré
¡Hasta la vista amigos!