Hablo de naturaleza humana, de instintos y deseos, de necesidades primales.
Hablo de la herida primal.
Hablo del hábitat natural del bebé humano: "el pecho de su madre".
Y hablo de todo esto porque han intentado obligarme a doblegarme. Y hablo con la ciencia en la mano para defenderme de la naturalización infringida por nuestra cultura de comportamientos como el parto intervenido, la alimentación con leche de fórmula o el sueño en solitario. Hablo para que me dejen sitio y respeten mi derecho de gestar, parir y criar a mis hijos como yo quiero hacerlo, que no es otra forma que la realizada por miles de generaciones antes que la mía, en cientos de culturas diferentes alrededor de toda la tierra. Hablo para que una serie de comportamientos en la crianza que han desaparecido, o son ignorados y menospreciados, en nuestra civilización vuelvan a ser visibilizados. Y lo hago porque esa es mi elección.
Sí:
elijo parir
y/o
elijo el "piel con piel"
y/o
elijo amamantar
y/o
elijo no destetar prematuramente
y/o
elijo colechar
y/o
elijo portear
y/o
elijo no escolarizar
y/o
elijo no castigar, no gritar, no imponer...
Elijo y hablo y escribo sobre ello, no para convencerte a ti de nada, ni para que tú críes como no quieres criar, sino porque me veo obligada a argumentar constantemente mis elecciones, ya que éstas no son nada populares en nuestra sociedad, con el fin de asegurar nuestro derecho a ser las madres que queremos ser para nuestros hijos, a mí y a todas las mujeres que eligen caminos poco convencionales como el mío.
Si tu elección es otra, si ni te gusta ni entiendes la mía, estupendo. Nadie te obliga a leerme.
Ahora bien, si mis palabras hacen que me ataques, me insultes, me menosprecies, me ridiculices.... tal vez deberías preguntarte
¿Qué es lo que te da tanto miedo?
A mi, honestamente, me da miedo este ambiente que se está generando en torno a la maternidad. Este fundamentalismo, este ataque constante, este estar convencidos de que lo que pensamos nosotros es lo único bueno, que lo que hacen los demás, si no es lo que hago yo, es malo, y que están equivocados. Pensar que en la crianza hay verdades absolutas, que aplican a todos los niños y a todas las familias por igual.
ResponderEliminarY me da miedo porque pienso que para educar niños tolerantes, hay que ser tolerante. Que para que nuestros hijos sean respetuosos y empáticos, hay que demostrarles en el día a día que nosotros lo somos, y mostrárselo con actos.
Me gustaría pensar que la generación de nuestros hijos va a vivir pensando en que hay posturas plurales y eso es lo bueno, y que se cuestionen que no siempre tienen la verdad absoluta y que además eso es bueno y enriquecedor.
Y creo que con este ambiente en el mundo maternal, no les estamos dando eso, sino más bien lo contrario.
Eso es lo que me da miedo.
Pero eso que dices nada tiene que ver con la información expuesta, neutral y rigurosa, que ofrecen las ciencias naturales. Por supuesto que los fundamentalismos, en cualquier aspecto, son para tener miedo. Han ocasionado mucho dolor, y siguen haciéndolo.
EliminarPero exponer una realidad neutral, suficientemente comprobada y todo lo objetiva que nos permite nuestro cerebro, no debería darle miedo a nadie..... cuando este tipo de información produce reacciones violentas, eso sí que da miedo.