lunes, 3 de octubre de 2016

SOBRE TETAS CANÍBALES Y DISPARATES DIVULGATIVOS



Yo lo entiendo, de verdad que lo entiendo. 

Entiendo que es necesario poner titulares que atraigan a la gente. Que es necesario encontrar temas que atraigan a la gente. Que es necesario escribir un artículo al mes, o a la semana o al día, (porque si no, no llego a fin de mes). Que uno es periodista (o no), que tal vez no sabe mucho sobre el tema, pero le han dicho que escriba sobre él y, encima, no tiene tiempo para informarse. 

Que sí, que lo entiendo. Pero que hay cosas que no se hacen y superan mi nivel de comprensión. Y poner como titular que Los pechos se comen a sí mismos tras la lactancia es de esas cosas que no se hacen. Y dar a entender en un artículo escandalosamente falto de rigurosidad que la lactancia puede estar relacionada positivamente con el cáncer de mama, tampoco se hace. 

En primer lugar, porque ambas cosas son mentira. Y en segundo lugar,  porque decenas, si no cientos o miles, de mujeres que sienten el cáncer de mama como una amenazadora sombra en su vida -porque su propia madre o hermana lo sufrió o lo sufre, porque ven la lucha diaria de una amiga o, simplemente, porque son unas hipocondriacas aprensivas como yo misma- están, desde que tuvieron la mala suerte de poner un ojo en semejante desatino, llenas de dudas sobre si amamantar es un peligro para sus pechos porque han leído a un iluminado que dice que "Las mujeres presentan un riesgo elevado de sufrir cáncer de mama agresivo entre los cinco y los diez años posteriores a la lactancia, y la teoría hasta ahora ha sido que el proceso posterior a la lactancia podría alimentar el crecimiento del cáncer."

Vamos a ver, alma de cántaro (sí tú, Daniel Ventura. El mismo que firma el "artículo" en cuestión), si enmendamos los errores uno por uno y por el camino bien-informamos a todas las madres deseosas de amamantar a sus hijos sin miedo al cáncer:

PRIMER DISPARATE: Cuando la lactancia termina, los pechos de la mujer comienzan a devorarse a sí mismos.

Fuente de la imagen Nasreen et al 2016
Pues no, la verdad, y que manera tan feísima de titular un mecanismo tan elegante e inteligente como el descrito por Nasreen y colaboradores. Cuando la lactancia termina, todas esas células que se produjeron durante el embarazo (EMBARAZO. Fíjate bien que esto es importante; ya verás por qué más adelante), como ya no son necesarias, entran en un proceso de muerte controlada llamada APOPTOSIS, también considerado un suicidio celular. Es un mecanismo ampliamente utilizado por el cuerpo para deshacerse de todas esas células  que, por lo que sea, ya no son necesarias. La principal característica de la apoptosis es que es una muerte controlada que no produce inflamación ni daño en los tejidos circundantes, a diferencia de la NECROSIS, que es una muerte descontrolada y dañina. Cuando una célula entra en apoptosis otras se encargaran de deshacerse de sus restos, generalmente "fagocitando" los mismos. Los barrenderos profesionales de nuestro cuerpo suelen ser los macrófagos, como su propio nombre indica, pero en el caso del pecho, y debido a que se tiene que eliminar hasta un 90% de la masa de tejido utilizada para la lactancia, las propias células epiteliales mamarias se encargan de fagocitar a sus compañeras apoptóticas, porque el número de macrófagos presente no sería suficiente como para evitar que todos estos desechos celulares fueran liberados al lumen del conducto y causasen inflamación. 

Un mecanismo inteligente y muy interesante para una bióloga celular como yo, ya que conlleva que diferentes proteínas cambien de función (durante la lactancia hacen una función secretora y durante la involución pasan a tener una función en la fagocitosis). La novedad del artículo de Nasreen citado anteriormente  (que no de Naylor, como tu afirmas; Naylor solo hace un corto comentario en el mismo número de la revista), es que parece que todo está orquestado por Rac-1, ya que las células deficientes en Rac-1 no consiguen fagocitar convenientemente a sus compañeras muertas, por lo que los cuerpos apoptóticos se liberan al lumen y producen una respuesta inflamatoria que activa los macrófagos, lo que tiene como consecuencia un daño al tejido e inflamación del árbol epitelial. Por lo tanto, según los autores, Rac-1 es responsable de que esta involución se haga sin daño para los tejidos, dejando la mama preparada para volver a comenzar el ciclo de la lactancia en el próximo embarazo. 

Todo esto es interesántisimo, y a mí se me ha caído la baba viendo las estupendas fotografías con microscopios óptico, confocal (¡¡¡¡Ay!!!! Microscopio confocal!!! lo adoro!!!!) y electrónico. Es un artículo muy bonito... pero, y siento desilusionarte, sin la más mínima relevancia social. Ahora te diré por qué.

SEGUNDO DISPARATE: El proceso, identificado por un equipo dirigido por el biólogo australiano Mathew Naylor, ocurre a nivel celular y puede ser, según el artículo publicado recientemente en la prestigiosa revista Cell, un avance significativo en la comprensión del cáncer de mama.

Vale, más que disparates son errores, pero es que ¡No das una! En primer lugar, la investigación a la que te refieres ha sido publicada por Akhar, Li, Mironov y Streuli, siendo este último el director del proyecto, y el primero el "currante" oficial (dícese del becario o "precario" pre o post doctoral que está a pie de poyata haciendo los experimentos, o la mayoría de ellos, y que finalmente escribe el artículo). Este grupo de investigación está afincado en Reino Unido. Matthew J. Naylor está en Australia y sí, escribe sobre el artículo de Akhar en el mismo número de la revista, pero no dirige el proyecto, que  yo pueda ver, tal y como tu afirmas. Más me parece a mí que es un experto en el tema (su laboratorio investiga sobre los reguladores de la muerte celular transcripcionales y de la matriz celular) al que la revista ha pedido un comentario sobre el mismo, o a él le ha apetecido publicarlo. En cualquier caso, no es el que ha caracterizado el mecanismo descrito en el artículo citado. 

Y tampoco ambos artículos (el original y el comentario) se han publicado en Cell (¡Madre mía! Ni en eso te has molestado en informarte). Están en Developmental Cell (Factor de impacto 9), que no está nada mal, pero no es CELL (Factor de impacto cerca de 29).

Y por último: las repercusiones que este descubrimiento tienen o no tienen en el cáncer de mama, tal y como afirma Naylor (que yo haya leído, en el artículo original ni tocan el tema), están por ver. Por lo tanto, REPITO, un estudio muy interesante para los foros especializados pero sin ninguna relevancia social. ¿Cómo se te ocurrió utilizarlo para un artículo en el Huffington Post?

TERCER (Y PEOR) DISPARATE: Las mujeres presentan un riesgo elevado de sufrir cáncer de mama agresivo entre los cinco y los diez años posteriores a la lactancia.

No cariño: AL EMBARAZO: En palabras textuales de Naylor: 

Women have an increased risk of developing breast cancer for the first 5-10 years following PREGNANCY

PREGNANCY, esto es, EM-BA-RA-ZO.

Y por qué esto es tan importante. Porque tu error ha hecho creer a cientos, tal vez miles, de madres que por dar el pecho van a tener un riesgo mayor de tener cáncer de mama. Y no. El riesgo habrá aumentado simplemente por embarazarse porque es durante el embarazo, ya desde el primer trimestre, cuando se produce el crecimiento de los tejidos implicados en la producción y conducción de leche: conductos, alvéolos, lobulillos y lóbulos.  Es en este momento de intensa proliferación celular cuando puede aumentar el riesgo de cáncer de mama, ya que los tejidos en proliferación son más vulnerables a la producción de mutaciones que puedan dar lugar a células malignas. Por el contrario, un tejido bien diferenciado y ocupado en "sus labores", como es le caso del pecho que está dando de mamar, pocas ganas tiene de proliferar y mutar. No le queda ni tiempo ni energía. 

Por lo que dice el artículo de Naylor, el segundo momento donde POTENCIALMENTE (lo que significa que todavía no está demostrado) puede aumentar el riesgo es la involución, ya que si se acaba produciendo inflamación, o ésta se realiza de manera defectuosa, TAL VEZ (no se sabe a ciencia cierta) aumente el riesgo. Pero este riesgo no está en absoluto relacionado (y mucho menos POSITIVAMENTE RELACIONADO) con la lactancia. Cuando una mujer se queda embarazada las glándulas mamarias van a aumentar y luego involucionar, independientemente de si entre ambos procesos ha dado o no de mamar. Y es precisamente el dar de mamar lo que se ha demostrado sin lugar a dudas como un factor que PREVIENE el cáncer de mama. 

Por otra parte, y a pesar de que el riesgo de cáncer de mama aumente en este periodo de 5 a 10 años tras el embarazo, según Helewa y colaboradores, considerando el riesgo total durante toda la vida, éste todavía es menor en la mujer que ha tenido hijos que en la mujer que no se ha quedado embarazada nunca (nulípara).  

Mira si cambia el mensaje cuando se empieza a añadir este tipo de información relevante ¿Verdad?

Así que con tu pésimo ejemplo de divulgación estás dando a las mujeres exactamente el mensaje contrario a la realidad. LA LACTANCIA MATERNA ES UN FACTOR PREVENTIVO EN EL CÁNCER DE MAMA. Esa es la realidad. 

Y es que todo este proceso de crecimiento de la glándula mamaria en el embarazo e involución posterior tiene como objetivo único la lactancia materna. Cuando esta no ocurre, es evidente que hay más probabilidades de que algo no se realice correctamente. La falta de lactancia materna tras el embarazo y parto, o los destetes tempranos y bruscos, que generalmente sí producen inflamación, posiblemente puedan estar relacionados con un aumento del riesgo. Pero ¡OJO! Que estas afirmaciones también son hipótesis, de ahí que no pare de usar el condicional. De momento la única certeza es que la lactancia es un factor preventivo del cáncer de mama, incluso en las condiciones en las que se realiza predominantemente en nuestra sociedad occidental (destetes tempranos, pocos hijos y muy tarde, etc.).

Una lactancia "natural" (de varios años) seguida por un destete paulatino que da tiempo a las células a ir limpiando el material apoptótico de manera paulatina y sin traumas, muy posiblemente conlleve una disminución del riesgo de cáncer de mama muy significativa. Teniendo en cuenta que en nuestra sociedad este tipo de lactancias "prolongadas" y naturales son excepcionales, esto está todavía por  investigar y demostrar. Pero a mi no me sorprendería nada que estas evidencias aparecieran en un futuro cercano, ahora que la lactancia materna está recibiendo el apoyo unánime que merece por parte de las organizaciones y autoridades sanitarias, a pesar de los intereses económicos de ciertas empresas alimentarias y las meteduras de pata de algunos sectores de los medios de comunicación. 


5 comentarios:

  1. Pero que bien hablas hija mía!

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  2. Entiendo que todo lo que se comenta en el artículo no tiene base científica, pero lo de que los pechos se comen a sí mismos después de la lactancia me ha hecho mucha gracia, porque en mi caso y en el de las mamas que tengo alrededor es literalmente así, parece que se han comido nuestros pechos, especialmente en la zona de arriba, que están como vacíos.

    Fuera de esta broma, estaría bien controlar que todo lo que se publica en medios respecto a temas de salud pública sea comprobado y fiable. Veo un problema hoy en día con que cualquiera puede opinar sobre cualquier cosa, tenga formación o no, tenga base científica o no. Y hay publico leyendo o escuchando que tiene juicio critico, y hay quien puede llegar a pensar que algo erroneo es cierto.

    Considero que tenemos que tener cuidado con eso.

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