viernes, 3 de octubre de 2014

¿POR QUÉ TENGO QUE DORMIR SOLITO?

Pocos temas hay tan controvertidos en la literatura científica sobre el sueño infantil como la relación entre la muerte súbita del lactante (o SIDS por sus siglas en inglés: Sudden Infant Death Syndrome) y el compartir cama con el bebé. Si visitáis el capítulo 4 de El Debate Científico sobre la Realidad del Sueño Infantil, podréis comprobar que existen cientos de artículo tratando de elucidar si el colecho, entendido como compartir cama, es, por sí mismo y en ausencia de otros factores, un riesgo que aumenta la probabilidad de SIDS. 

Lo curioso es que, a pesar de la falta de evidencias sólidas que apoyen la hipótesis de que practicar colecho seguro (esto es, compartir cama con un bebé respetando unas ciertas condiciones de seguridad) aumenta su riesgo de morir (sea por SIDS o sea por estrangulamiento o ahogo) diversos profesionales - entre los que destacan los miembros de la Task Force on Sudden Infant Death Syndrome (compuesta por John KattwinkelFern R. HauckRachel Y. MoonMichael MalloyMarian Willinger) de la Academia Americana de Pediatría (AAP) - se sienten con la autoridad suficiente como para lanzar recomendaciones unilaterales en contra del "compartir cama" que generan campañas tan agresivas como esta: 




Esta campaña ya es antigua y ya generó un caliente debate en los foros científicos y de crianza. Lo que me ha hecho volver a ella y traer aquí estas fotos ha sido un trabajo recientemente publicado en la prestigiosa revista Pediatrics, dirigido por Rachel Y. Moon, miembro de la Task Force on Sudden Infant Death Syndrome. y que ha generado un comunicado de la AAP con este sugerente título: 


"Compartir cama se mantiene como el factor de riesgo más importante para las muertes de bebés durante el sueño"


Además de artículos de divulgación en los que se afirma que:


"Compartir cama con bebes de 0-4 meses es extremadamente peligroso"

Estos mensajes tan unilaterales y rotundos me han llenado de sorpresa porque precisamente acababa yo de leer un (excelente) artículo del doctor Blair, en el que afirma todo lo contrario. Este estudio, realizado con el fin de profundizar en este delicado tema solventando algunas de las limitaciones de otro polémico trabajo de Capenter (publicado en el año 2013 en la gran BMJ), trata mucho más rigurosamente las variables estudiadas por Carpenter, llegando a la conclusión de que no sólo el compartir cama con el bebé en un ambiente seguro no aumenta el riesgo a ninguna edad, sino que además tiende a disminuirlo en los bebes mayores de tres meses. 

Claro que Blair publica en Plos One, que no es ni Pediatrics ni BMJ en cuanto a factor de impacto, aunque es una revista que ha demostrado tener de los revisores más rigurosos de la literatura cientifica. Pero como de momento el factor de impacto es lo que prima, la publicación de Blair no tendrá la repercusión en los medios de divulgación que pueden tener los artículos de Carpenter o Moon.  (El problema, digo yo, es que Pediatrics es la revista de la AAP, así que dudo que reciba con agrado el mensaje de Blair..... pero ese es otro tema que tal vez deba ser tratado en otra ocasión).

El caso es que leyendo el articulo dirigido por Moon me he quedado bastante alucinada: un trabajo que pretende elucidar los riesgos del "compartir cama" en ningún momento se molesta en estudiar esas variables que REALMENTE influyen en el riesgo que representa este comportamiento. 

Para empezar, su definición de "compartir cama" es surrealista: 

"Bed-sharing was defined as the infant sleeping on the same surface with a person or animal"

"Compartir cama se define como el bebé durmiendo en la misma superficie con una persona o animal"


Si leéis el apartado de Colecho y SIDS del Capítulo 4 de la revisión del sueño infantil podréis comprobar que los estudios del profesor McKenna y la doctora Helen Ball entre otros, destacan la importancia de que el colecho se realice entre MADRE y BEBÉ, además de hacer hincapié en el efecto protector de la lactancia materna, ya que influye de manera determinante en la postura de la madre respecto a su hijo. También veréis que estos y otros investigadores defensores del colecho advierten de la importancia de que el bebé (sobretodo los primeros meses de vida) no comparta cama con niños más mayores, varios adultos o incluso con el padre. Por lo tanto: el colecho de los bebés pequeños no es comparable cuando se realiza con la madre a cuando se realiza con otras personas. Y ya ni entro en el tema de los animales. 

Segundo agujero negro del artículo: la definición de "cama de adulto". Según estos autores

"Adult bed included adult bed, waterbed, adult mattress, bunk bed, child’s bed, sofa bed, and air mattress".

"Cama de Adulto incluye camas de agua, colchones de adulto, camas infantiles, sofá-camas y colchones de aire"

De nuevo os remito al apartado de Colecho y SIDS del Capítulo 4 para que comprobéis como dentro de las condiciones de "colecho seguro" no están incluidas ni las peligrosas camas de agua, ni, muy especialmente, los sofás, los cuales son considerados por Blair uno de los mayores factores de riesgo. No sé si el término sofá-cama podemos extrapolarlo a sofá sin más, pero yo creo que sí porque es evidente que un sofá-cama difícilmente tendrá esas condiciones de seguridad imprescindibles para el colecho seguro, y que implican que la superficie sea firme y los bordes estén protegidos para que el bebé nunca pueda quedar atrapado o caerse. Como otro de los requisitos es que la cama sea lo suficientemente amplia, creo que también deberíamos descartar la cama infantil. En cuanto a los colchones de aire, creo que se les puede aplicar el mismo principio que a los de agua y considerarlos extremadamente peligrosos. 

Por lo tanto, no es de extrañar que una investigación realizada en semejantes condiciones llegue a la conclusión de que compartir cama con el bebé menor de 3 meses es peligrosísimo. No puedo evitar imaginarme a un pequeño recién nacido durmiendo sobre un colchón de agua, con un gran danés a un lado y un padre borracho al otro. Así, sí: el colecho es insegurisísimo. El milagro es que no haya salido inseguro después de los 3 meses de edad también, porque en semejantes condiciones creo que hasta un adolescente estaría en peligro. 

Este trabajo no tiene ninguna posibilidad de valorar el riesgo real de lo que los especialistas llaman colecho seguro. Y sólo un trabajo que pueda hacerlo debería permitirse lanzar mensajes tan rotundos a la población. Porque demonizar el colecho seguro puede tener terribles consecuencias para la salud de nuestros bebés. El habitat natural del recién nacido es el cuerpo de su madre. Dormir con su madre en unas condiciones de seguridad perfectamente controladas es lo mejor para el bebé, su sueño, su desarrollo y el establecimiento de la lactancia que, como bien sabemos, es uno de los mayores protectores de la SIDS. No podemos olvidar tampoco el riesgo que supone que los agotados padres se duerman con el bebé en brazos en sillones y sofás durante las tomas nocturnas, porque tuvieron miedo de meterse al bebé en la cama. Muertes en estas condiciones han sido descritas y creo que no deben ignorarse. 

Los estudios que valoran el riesgo del colecho planeado con anterioridad, practicado de manera habitual y en condiciones de seguridad no han encontrado que aumente el riesgo de SIDS. Los mensajes sensacionalistas derivados de trabajos sesgados, incompletos, nada rigurosos y bastante mediocres (por mucho que sean un Pediatrics) sólo pueden hacer daño. Me sorprende esta enorme falta de responsabilidad por parte de los profesionales que actúan así y no entiendo con que finalidad lo hacen. 

Así que no, pequeño mío, no tienes que dormir solito. Puedes dormir aquí, bien cerquita del pecho de tu madre. Que yo te cuido, te alimento, te abrazo, te acurruco....... te protejo mientras duermes. Y lo hago porque quiero, porque me lo pide el cuerpo, porque me lo pides tú y porque la ciencia, la buena ciencia, no encuentra nada en contra, más bien todo lo contrario. 





3 comentarios:

  1. Yo opino lo mismo. Y me encantaría poder hacerlo el resto de mi vida.

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  2. Toda la razón, soy madre primeriza y mi hija tiene 2 meses y medio... nada mas seguro que dormir a mi lado que sola en su cuna y me he dado cuenta que su sueño es mas tranquilo a que cuando duerme en su cuna... eso no quita que hay noches q si duerme en ella para darle a ella y a nosotros su espacio. Excelente blog!

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  3. Como siempre, María, un derroche de sentido común y de (buena) evidencia científica. ¡Gracias!!!

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