Como ya he comentado en el artículo anterior, hay un apartado en el libro ¡A Dormir! del doctor Estivill que quiero comentar en detalle por la importancia de sus repercusiones. Es un apartado cortito, titulado "Los Niños Adoptados", apenas tres párrafos que se pueden resumir en una simple frase que a mí me puso los pelos de punta:
"Debéis actuar como si hubiera nacido el día que llegó a vuestra casa, independientemente de la edad que tenga".
Un frase que demuestra una ignorancia tan inmensa sobre el niño adoptado y sus necesidades que me parece necesario hacer una denuncia pública porque este libro - o su famoso predecesor "Duermete niño", para el caso lo mismo me da - dirige y condiciona el comportamiento de millones de padres respecto al sueño infantil en todo el mundo hispanohablante.
Dada la importancia de esta afirmación del doctor Estivill, he pensado que lo mejor sería recurrir a una profesional realmente especializada en el niño adoptado. Por eso Montse Lapastora, psicóloga clínica y directora del Centro de Psicología y Adopción Psicoveritas, ha tenido la amabilidad de escribir el texto que os muestro a continuación explicándonos por qué un niño adoptado NUNCA debe ser tratado como si hubiera nacido el día que llegó a nuestra casa, y por qué las técnicas cognitivo-conductuales basadas en dejar llorar son especialmente dañinas para ellos.
No es la primera vez que el doctor Estivill muestra públicamente su ignorancia en todo lo concerniente a los niños adoptados y el mundo de la adopción en general. Hace unos años la asociación CORA (Coordinadora de Asociaciones en Defensa de la Adopción y el Acogimiento) ya pidió en un comunicado de prensa que se retirara uno de sus libros, un cuento infantil titulado Lila tiene un hermanito, entre otras cosas debido a:
- La presentación de la adopción como un acto de caridad por el que los niños deben estar agradecidos.
- Una falta absoluta de empatía con los sentimientos del niño adoptado.
- Afirmaciones del tipo: los hijos adoptados se comportarán como hijos "naturales" si como tales son tratados.
Desgraciadamente el libro nunca fue retirado, y el doctor Estivill sigue dando consejos sobre un tema extremadamente delicado del que no sabe absolutamente nada.
Sin más preámbulo os dejos con las palabras de la psicóloga especializada en adopción Montse Lapastora. Espero de todo corazón que lleguen a todos los padres adoptivos que en este momento se estén cuestionando si aplicar o no aplicar el método Estivill a sus hijos.
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La siguiente frase: "Hay que tratar al niño adoptado como si hubiera nacido el día que llegó a casa”, se encuentra en la página 74, capítulo 2, del libro ¡A dormir! Del doctor Estivill.
¡No podía creer lo que estaba leyendo!, he tenido que repasarla varias veces para convencerme de la autenticidad de la afirmación que tenía delante.
Los niños adoptados no pueden tratarse obviando su vida pasada, pues todas sus experiencias pre-adoptivas van a quedar marcadas en su memoria implícita y muchos de sus comportamientos y estados psicológicos posteriores se verán influidos por aquellas experiencias.
Los niños adoptados han sufrido como mínimo una rotura vincular, la separación de su madre biológica, separación que será vivida por ellos como un trauma “el trauma del abandono”. Además hay que añadir que muchos de ellos han vivido otras situaciones traumáticas como el maltrato físico y psicológico, desnutrición, abusos y/o falta de afecto.
Comparación entre el cerebro de un niño
convenientemente cuidado y un niño que
ha sufrido abandono extremo (Perry, 2004).
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Rosa Fernández(1) en su artículo “La adopción y el hipocampo en la escuela primaria” refiere lo siguiente:
“Investigaciones científicas recientes han demostrado que la falta de vinculación afectiva durante los primeros años/meses de vida supone un grave trauma para el desarrollo de la personalidad, ocasionando cambios neurobiológicos que influyen en el desarrollo tanto a corto como a largo plazo. Entre las alteraciones estructurales del sistema nervioso que los malos tratos o las situaciones de estrés postraumático (y el abandono lo es) provocan en el niño, podemos destacar:
- La disminución del volumen del hipocampo
- Alteraciones a nivel de amígdala
- Alteraciones de las estructuras cerebelares, del cuerpo calloso y del córtex prefrontal
- Funcionalmente, se observan secuelas cognitivas (bajo rendimiento escolar), altos niveles de estrés psicosocial, dificultades conductuales y problemas sociales, que en algunos casos recuerdan un comportamiento pseudo-autista.”
Daniel Siegel (2), S. Gerhardt (3) y otros autores (estudiosos del desarrollo humano y de las consecuencias del estrés en los bebés) también hablan de cómo las experiencias traumáticas y de estrés en el inmaduro cerebro de un bebé generan consecuencias a corto y largo plazo.
Vamos a ver cómo actúa el estrés en los bebés:
Para un bebé la sensación de estrés es percibida como una situación de desprotección y muerte, él no puede valerse por sí mismo y cualquier vivencia de malestar le deja a merced de otro, necesita a un tercero para sobrevivir. Ante una situación de peligro, nuestro sistema fisiológico de emergencia se pone en marcha para defendernos del ataque. El impacto emocional o la información traumática recibida quedará almacenada en la red neuronal, de forma que será la responsable de que ante una futura situación de amenaza, tanto física como emocional, se responda automáticamente. Este sistema de alarma es válido para las situaciones de amenaza, nos avisa ante el peligro y recupera la normalidad cuando este ha pasado.
Cuando un bebé siente miedo (miedo que expresa a través del llanto cuando esa emoción no le deja dormir), él no sabe que lo que tiene es miedo, lo que percibe es una sensación de malestar que hace que su sistema fisiológico de alarma se active elevando el nivel de las hormonas implicadas en la respuesta al estrés, como son el cortisol y la noreprinefina. Cuando el bebé se calma el nivel de cortisol vuelve a su estado normal. Pero cuando en un bebé, y este es el caso de muchos niños criados en orfanatos o en condiciones de abandono, esta situación se repite una y otra vez, su nivel de cortisol no recuperará su estado normal. Cuando la información que recibe su cerebro es excesiva y no la puede codificar de forma adecuada, lo que hace es paralizarla, manteniéndole en un estado permanente de alerta inhibiendo la capacidad para recuperar su estado neurofisiológico normal.
Las repercusiones en el inmaduro sistema nervioso de un bebé pueden ser falta de empatía y excesiva reactividad al estrés. Son niños que tienen muy poca resistencia a la frustración, que pierden la capacidad para autoregularse emocionalmente, además de todo lo mencionado más arriba por Rosa Fernández.
No podemos negar la influencia de todo esto, un niño adoptado que ha pasado por las situaciones traumáticas que hemos mencionado, no puede ser tratado de la misma manera que un niño cuyo desarrollo ha estado bajo condiciones de afecto y satisfacción de sus necesidades básicas de forma adecuada.
Un niño adoptado lo que necesita son unos padres con los que pueda construir un vínculo afectivo y reparar, en la medida de lo posible, todo el daño que sufrió en su vida preadoptiva. La construcción y reparación del vínculo puede hacerse tanto de día como de noche. La oxitocina es la hormona del apego, que se segrega con el contacto físico piel con piel. Pongámonos en el lugar de un niño que viene de un orfanato en el que nadie le hacía caso cuando lloraba, dejó de emitir el llanto porque nadie le calmaba, pero esa falta de atención básica le hizo generar creencias sobre sí mismo del tipo: no importo, no valgo, no merezco que me quieran. Creencias que acompañan a los niños y adultos adoptados con las que trabajo todos los días en la consulta.
Si la familia que adopta al niño no atiende su llanto, estaría comportándose de la misma forma que lo hacían en el orfanato, y estaría reforzando el sentimiento de abandono y las creencias negativas que tiene el niño sobre sí mismo.
¿Cómo nos sentiríamos nosotros si nos arrancan de nuestro entorno conocido, sea el que sea pero es el que conocemos, nos llevan a un sitio totalmente desconocido, con personas muy diferentes a nosotros a las que no entendemos y cuando nos sentimos asustados, nadie nos consuela ni acompaña, y además nos tratan como a todos los demás que están inmersos en esa cultura y totalmente adaptados a ella. Si esta situación es terrible para un adulto, pretender que un niño la pase solo me parece, como mínimo, cruel.
Este niño lo que necesita es dormir con sus padres, necesita que le cojan cuando llora, necesita que le calmen y que le transmitan que ahora es importante, que sus necesidades ahora sí van a ser satisfechas, que ahora es escuchado y tenido en cuenta. Todo esto podrá minimizar el daño sufrido por ese llanto desatendido.
Yo recomiendo el Colecho a aquellas familias que me consultan. Creo que un niño cuando se incorpora a su nueva familia necesita elementos de seguridad, y dormir con sus padres es uno de los factores que fomenta la seguridad y la vinculación afectiva. Después de un tiempo de practicar el colecho los padres me confirman que tanto la seguridad como el comportamiento de sus hijos mejoran notablemente.
Montse Lapastora, psicóloga clínica y directora del Centro de Psicología y Adopción Psicoveritas
BIBLIOGRAFÍA
- Rosa Fernández: Dra en biología. Profesora titular en la Universidad de A Coruña
- Daniel Siegel: Autor de “La mente en desarrollo”. El Dr. Daniel J. Siegel es médico y profesor clínico de psiquiatría en la Escuela de Medicina de la UCLA, dentro de la facultad del Center for Culture, Brain, and Development y es codirector del Mindful Awareness Research Center.
- Sue Gerhardt: Autora de “El amor maternal” especialista y estudiosa de el mundo afectivo del bebé.
la foto de los dos cerebros es una pesadilla, qué horror :(
ResponderEliminargracias por publicar esta entrada, no sé cómo aún alguien defiende a estivill...
Me ha encantado tu post y lo que dice Montse Lapastora.Efrain nuestro hijo adoptado desde el dia 8 de nacimiento,y que ya tiene un añito,duerme con nosotros desde el dia 9 de su nacimiento y hasta ahora...y es lo mejor que pudimos decidir hacer..Es un niño bien vinculado a nosotros,alegre,simpatico..y sobretodo muy amoroso..Somos afortunados él y nosotros.
ResponderEliminarMuchas gracias África. Para mí vosotros sois el ejemplo de lo que me gustaría que fuera siempre en un caso de adopción. Te admiro!!!!
EliminarBuenísimo María. Enhorabuena. He hecho un comentario sobre la entrada en mi blog. Espero que te guste. Un abrazo
ResponderEliminarMuchísimas gracias Rosa. ¿Puedes ponernos aquí el enlace a tu blog? Así podremos verlo
EliminarSí, por supuesto ...http://rarezasdelaadopcion.blogspot.com.es/
Eliminarun beso
Hola María, leí ayer tus últimas entradas desde el móvil y no pude decirte nada. La verdad es que hay poco que comentar pero gracias por tus artículos, es una verdadera gozada leerlos y ver que verdaderos especialistas en diversos temas ponen un poco de cordura en esto y creen en el verdadero respeto a los niños.
ResponderEliminarUn besote gordo y sigue así!!
Muchas gracias Mamadedosbrujas! Tengo el blog un poc abandonad debido al proyecto del sueño, pero cuando puedo aprovecho para contar por aquí cosas que me parecen importantes. Me alegro mucho de que te guste lo que escribo y los temas que trato. Entre todos pondremos un poco de cordura y compensaremos el peso de otros medios más fuertes pero menos "cuerdos" ;o)
EliminarMuchas gracias! Nicolás es adoptado. Durmió en nuestro cuarto los nueve primeros meses. Ahora tiene el suyo pero no dudamos en echarnos con él si lo requiere. O q duerma con nosotros. Ahora me ha quedado todo más claro. Yo dudaba xq no quería q fuese muy dependiente. He de buscar el equilibrio en eso. Pero amor y seguridad x encima de todo. Muy agradecida!
ResponderEliminarHola María,
ResponderEliminarno sé si te hacen gracia los premios o te resulta molesto lo de recogerlos y repartirlos verbalmente. Aún así, te he dedicado uno porque confieso que el tuyo es el único blog que casi me hace sentir pena del Dr. Estivill cuando le das caña de forma tan magistral.
Si lo quieres, está aquí: http://elmundodekim.blogspot.com.es/2014/02/premio-liebster-award.html
Un beso.
Hola María,
ResponderEliminarentro porque he visto tu entrada y quería reenviársela con mucho interés a una amiga mía.
Es simple, si el método me parece una aberración en sí para cualquier niño, en el caso de la adopción aún me parece más desgarrador. Sencillamente.
Hola, María. Soy una mamá adoptiva (aunque a mi hijo le digo que él fue adoptado pero desde entonces es nuestro hijo y lo será por siempre) hace casi 7 años (él ahora tiene 12). Para todo es muy normal, exquisito y la experiencia ha sido muy fácil. Desde siempre, y como hijo único, hemos debido acompañarlo a dormir (acostarse con él hasta que se duerma), en su cama, su papá o yo. Actualmente mi marido tiene dudas de si debemos continuar esta práctica o forzarlo, de la mejor manera, a que se acostumbre a dormirse solo. Nunca ha superado del todo el temor a la soledad. Cabe mencionar que yo permanezco en casa todo el tiempo y jamás lo dejo solo. Además acude en metro al colegio y a la salida yo lo recojo en el colegio diariamente.
ResponderEliminarMe gustaría que me dieras tu opinión y/o consejo de cómo ayudarlo en su independencia para dormir. Gracias. Excelente tu artículo. (soy de Chile)
Hola Vicky, yo creo que él mismo dejará de reclamar vuestra presencia, cuando esté preparado para ello. Es normal que en sus circunstancias esto ocurra más tarde que en los niños que no han pasado por sus experiencias de abandono y soledad. Yo nunca forzaría nada, aunque con 12 años ya podéis hablar con él, que os explique qué necesita y por qué, y vosotros explicarle también lo que sentís, necesitáis o esperáis. De todas formas, si estáis preocupados por el asunto, os animo a consultar a un profesional. Montse Lapastora, la autora del artículo anterior, es excelente. Otra psicóloga que también recomiendo es Anna Badia. Ambas especializadas en adoptados. Seguro que si contactáis con La Voz de los Adoptados os pueden aconsejar más profesionales especializados en tratar a niños adoptados que os podrían echar una mano.
ResponderEliminarGracias enormes por tu pronta respuesta, María, me ayuda muchísimo.
EliminarPor ahora voy a tomar nota de las profesionales para consultarlas en el futuro. Muchas bendiciones para tí.