viernes, 30 de diciembre de 2011

EL SOL BRILLARÁ..... MAÑANA

Acaba 2011 y parece que la tormenta todavía arrecia.

El año pasado, por estas fechas, colgué en el blog una canción de Rosana, "llegaremos a tiempo", que me encanta y me llena de esperanza. La había descubierto hacía poco y me ha acompañado todo este año  durante mis carreras matutinas por el bosque. Sigo creyendo que llegaremos a tiempo, a pesar de que este último año no ha sido especialmente esperanzador.

Para este nuevo año 2012 quiero traeros otra canción, recuperada del baúl de recuerdos de mi infancia. Una obra de teatro que vi cuando tenía diez u once años en Madrid. Se trata de "Tomorrow" ("Mañana") de la obra teatral Annie (posteriormente adaptada a película en al menos dos ocasiones). Annie es una niña huérfana que espera que un día sus padres le rescaten del orfanato donde ingresó de bebé. Pero la vida tiene otros planes para ella y acaba convirtiéndose en hija de un poderoso millonario que, como no podía ser de otra manera, cae rendido de amor paternal por esta pequeña que le cambia  completamente las prioridades de su vida y su concepción del mundo.

Cursilerías a parte, porque he de reconocer que todo el asunto un poquito cursi si que es, Annie nos enseña, no sólo a tener fe en el futuro, sino a no esperar pasivamente a que las cosas cambien, a arriesgarnos y a luchar por nuestros sueños, a no tener miedo y buscar alternativas descabelladas, diferentes y valientes,  y a adaptarnos y apreciar lo que vamos consiguiendo y la vida nos va regalando, que no tiene por qué ser exactamente eso por lo que habíamos luchado tanto, pero que tampoco tiene por qué ser peor.

Aquí os dejo una de las canciones que más ha marcado mi niñez. Espero que os guste.



El sol brillará 
Mañana 
Apuesta tu último dólar a 
Que mañana 
¡Habrá sol! 

Sólo pensando en
Mañana
Limpia las telas de araña, 
Y la pena 
¡Hasta que no queden! 

Cuando me hundo en un día
Que es gris, 
Y solitario, 
Sólo levanto mi barbilla
Y sonrío, 
Y digo, 
Oh 

El sol brillará 
Mañana
Así que debes aguantar 
Hasta mañana
Pase lo que pase 

¡Mañana!
¡Mañana! 
Te quiero 
¡Mañana!

Siempre estás 
A un día 
de distancia

¡Mañana!
¡Mañana! 
Te quiero 
¡Mañana!

Siempre estás 
A un día 
de distancia



Os deseo a todos un


                         ¡MUY FELIZ 2012!

Y que en este nuevo año - que tantas premociones ha suscitado y se adivina, cuanto menos, un año muy especial - sea un año de cambios positivos y renacimiento.

jueves, 29 de diciembre de 2011

TOP 10 2001. CARNAVAL DE BLOGS DE FIN DE AÑO

De nuevo este año me uno a la convocatoria que Louma nos lanza desde su blog Amor Maternal:

Top 10 2011. Los mejores artículos de la blogosfera maternal. Amor Maternal
"Top 10 2011 es un carnaval de blogs iniciado por AmorMaternal.com cuyo propósito es reunir los mejores artículos de la blogosfera maternal publicados durante 2011 en castellano. La temática del carnaval engloba el embarazo consciente, el parto natural, la lactancia materna, la crianza respetuosa, la psicología, el uso de portabebés ergo, la ecología y demás temas afines."

Aquí van mis diez post (más o menos) preferidos de este año. No todos son los más visitados o los que más comentarios tienen. De hecho algunos fueron poco populares o interesaron poco. Pero para mí significaron mucho. Algunos fueron difíciles de escribir. Otros me desahogaron. Todos me salieron del alma, como cada una de las 86 entradas publicadas en este primer año de vida de mi blog. De hecho no me ha sido fácil elegir diez, y tal vez los cambie y recambie en el futuro, porque cada uno de los post aquí escritos son un trocito de mí: alguno más amargo, otro más dulce, alguno más pacífico y otro más peleón......

1. DESCONFIANZA

Este post pasó sin pena ni gloria pero para mí fue importante expresar mi preocupación por esta corriente de desconfianza general que nos inunda. Desconfianza que se nos puede volver en contra si una crisis pone en jaque nuestra supervivencia obligándonos a trabajar como un equipo bien sincronizado a la humanidad entera.

2. HISTORIAS MONTADAS 

Un post que levantó ampollas. Personas muy a favor o muy en contra. Fue muy difícil escribirlo pero me revienta todo el amarillismo con el que ciertas personas están contaminando todo el asunto de las adopciones irregulares practicadas en España en los últimos cincuenta años. Parece que el tiempo me está dando la razón, mucho más de lo que algunos están dispuestos a admitir.

3. LA NADA

Mi visión personal del monstruo que se come nuestra humanidad.

4. ESTIMADO DOCTOR ESTIVILL

Primera carta al "eminente" doctor. Fue la entrada más popular hasta que publiqué la segunda. Evidentemente su nombre vende.... Que pena.

5. LA CRIANZA CORPORAL: UNA CUESTIÓN DE CONFIANZA

Encontrar que la confianza en mi misma y en mi cuerpo es la clave, fue mi punto de partida para empezar a desarrollar la crianza en la que creía.

6. CONCILIACIÓN: ESA PALABRA IMPOSIBLE DE ENTENDER

Artículos y más artículos presentando una conciliación de cartón piedra y "de quedar bien", que no beneficia a nadie. Ya estaba harta.

7. YO TAMBIÉN TENGO UN SUEÑO....

Las imágenes de los niños moribundos en los brazos de sus madres durante la última hambruna en el cuerno de África ........ desde que soy yo misma madre ya nada es lo mismo

8. VELEROS A LA DERIVA

Una metáfora para explicar mi visión sobre la importancia de los inicios de la vida en el desarrollo de la misma

9. ESTIMADO SEÑOR PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA (SEGO).

Peleona como nunca. David contra Goliat.

10. SOBRE EL "SENTIDO COMÚN" DE ALGUNOS DE NUESTROS PEDIATRAS

Segunda carta al "eminente" doctor y un colega a raíz de su último libro. Récord de visitas y sigue en primer lugar. Ell nombre del señorín vende mucho. Lo dicho: Una pena


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martes, 6 de diciembre de 2011

SOBRE MÉTODOS CIENTÍFICOS, RESULTADOS, CONCLUSIONES Y PERIODISMO DE DIVULGACIÓN (I)

El 19 de septiembre de este año salió publicado en La Vanguardia el siguiente artículo:


Dicho artículo se basa en tres fuentes:  por un lado en dos trabajos científicos publicado en sendas revistas especializadas en los años 2010 y 2011, y por otro en lo publicado en el número 30 de la Colección de Estudios Sociales de la Fundació La Caixa, escrito por diferentes expertos nacionales y extranjeros.

Como hace mucho tiempo que perdí la fe en los artículos periodísticos, aunque sean los de un diario tan serio como La Vanguardia, me fui de cabeza al Medline en busca de las referencias bibliográficas "casi" citadas (y digo "casi" citadas porque la autora no se molesta en poner la referencias completas,  lo que hubiera sido lo más correcto). Los dos trabajos son los siguientes: 

1- Maternal employment and child socio-emotional behaviour in the UK: longitudinal evidence from the UK millennium cohort study. 
McMunn A, Kelly Y, Cable N, Bartley M
J Epidemiol Community Health 2011, Jan 10. 


2- Maternal work early in the lives of children and its distal associations with achievement and behavior problems: A meta-analysis.
Lucas-Thompson R
Psychol Bull. 2010 Nov;136(6):915-42.

Pude tener acceso a los dos artículos completos gracias a mi compañera de tribu y coautora de Una Nueva MaternidadMaria José García, y hoy me gustaría centrarme sólo en el primero, porque el segundo es un meta-análisis muy denso que todavía no he tenido tiempo de trabajar en profundizad y que además requerirá un post por sí solito.  Por otra parte, este primero es  la piedra angular del artículo de La Vanguardia, que lo utiliza como la gran prueba científica de que la separación de los bebés de sus madres no sólo no tiene consecuencias negativas sino que las tiene positivas. Cito textualmente:

"......según numerosos estudios, los hijos de padres trabajadores, sobre todo de las mujeres, tienen un buen desarrollo social y emocional, incluso, mejor que los niños de madres no trabajadoras.
Así lo asegura un reciente estudio realizado por el Economic and Social Research Council, del Reino Unido, y publicado en Journal of Epidemiology and Community Health. El trabajo, dirigido por la doctora Anne McMunn, llega a esta conclusión tras evaluar el desarrollo de casi 19.000 menores nacidos entre los años 2000 y 2002.

La investigación va más allá y revela que los resultados son positivos, incluso, en el caso de los niños cuyas madres trabajaban antes de que ellos cumplieran doce meses. Según la doctora McMunn, estas conclusiones echan por tierra algunos trabajos que apuntaban a la influencia negativa para aquellos bebés cuyas madres trabajaban fuera del hogar. Su estudio, asegura, no muestra que esto tenga un efecto perjudicial en el pequeño a largo plazo. Al contrario.

"Algunos estudios han sugerido que las madres que trabajan fuera de casa durante los primeros doce meses de vida de un niño pueden influir de forma decisiva en el desarrollo personal de sus hijos. Pero en este estudio no hemos detectado ninguna evidencia de posibles influencias perjudiciales a largo plazo que las madres puedan ejercer sobre el comportamiento de sus hijos por el hecho de trabajar", afirma McMunn."



Tras leer semejantes declaraciones me fui de cabeza a destripar tan revolucionario trabajo de investigación y la verdad es que fue, cuanto menos, decepcionante. Que queréis que os diga, los mismos autores me lo pusieron en bandeja.

Os explico: en este estudio los resultados y las conclusiones son las siguientes:

ResultsThere was no evidence of detrimental effects of maternal employment in the early years on subsequent child socio-emotional behaviour. There were significant gender differences in the effects of parental employment on behavioural outcomes. The most beneficial working arrangement for both girls and boys was that in which both mothers and fathers were present in the household and in paid work independent of maternaleducational attainment and household income. Conclusion: No detrimental effects of maternal employment in the early years were seen. There were important gender differences in relationships between parental working arrangements and child socio-emotional outcomes.

o sea

"Resultados: No hubo evidencia de efectos perjudiciales del empleo materno en los primeros años del niño en el comportamiento socio-emocional posterior. No hubo diferencias significativas en los efectos de empleo de los padres en los resultados conductuales. El acuerdo más beneficioso para  niñas y niños es aquel en que las madres y los padres estaban presentes en el hogar y en el trabajo remunerado independiente del nivel educativo de la madre y los ingresos del hogar. Conclusión: No se observaron efectos perjudiciales del empleo materno en los primeros años. Hubo importantes diferencias de género en las relaciones entre los arreglos laborales de los padres y los resultados socio-emocionales  del niño."


Pero lo más interesante, lo que echa por tierra toda la publicación, lo encontré en el apartado de "Métodos":

"Child socio-emotional behaviour was measured when children were aged 3 years and again at 5 years using the parent fill version of the Strengths and Difficulties Questionaire (SDQ)"

o sea:

"El comportamiento socio-emocional del niño se midió  cuando los niños tenían  3 años y otra vez a los 5 años usando la versión para padres del Cuestionario de Fortalezas y Dificultades"

Según admiten los autores en el apartado de conclusiones, los cuestionarios fueron mayoritariamente rellenados por la madre. Además, cito textualmente:

"It is possible that maternal perceptions of their child`s behavior were influenced by how much time they spent at work away from their children"

Traduzco:

"Es posible que la percepción de la madre sobre el comportamiento del niño se vea influenciada por la cantidad de tiempo que pasa en el trabajo lejos de su hijo"

Esto significa que TODO el artículo, todos los resultados y sus conclusiones, están basados en el testimonio mayoritariamente de las madres (supongo que el resto serán padres o cuidador principal; no especifican). Un testimonio que no se sabe si está influenciado o no por la variable cuya influencia tratamos de elucidar: el tiempo que la madre pasa lejos de su hijo. Ni una sola prueba directamente a los niños.

Me vais a perdonar pero a mí estos métodos y estas conclusiones no me encajan. ¿Como es posible que los autores se sientan con el poder de llegar a la conclusión de que el trabajo materno no afecta a los niños basándose únicamente en los testimonios, y por lo tanto la apreciación subjetiva, de estas mismas madres cuya ausencia tratan de analizar? ¿Se ha demostrado acaso que los resultados de los cuestionarios no están influenciados por la cantidad de tiempo que estas madres pasan con sus hijos? No, ¡incluso admiten claramente esta posibilidad!

Los mismos autores nos confiesan que este "detalle" es la más "seria limitación potencial" del estudio. Yo creo que esto, mas que una limitación potencial, tira por tierra todo el trabajo. Al menos tira por tierra las conclusiones que no pueden ser otras que las de que las madres que trabajan fuera de casa no tienen una apreciación del comportamiento socio-emocional de sus hijos significativamente diferente a las que no lo hacen, o que incluso, en algunas situaciones, tienen una percepción más positiva que las madres que no lo hacen. Pero aquí no se demuestra por ningún lado que los hijos realmente tengan un comportamiento socio-emocional mejor.

Para explicar mejor lo que quiero decir dejadme que os cuente una situación hipotética: Alguien va a hacer un estudio para elucidar si las personas gorditas comemos más que las personas delgadas. Para eso nos cogen a cien yos (gorditas) y cien Paquis (mi amiga delgada) y nos preguntan cuanto hemos desayunado y comido un día cualquiera.

Para desayunar yo me tomé un bol de 80gr de cereales (400Kcal/100gr) mas 100 ml de leche semi (57/Kclñ/100ml). Mi amiga tomó un café con leche (más café que leche, unos 20 ml de leche entera, 67Kcal/100ml), una tostada de pan con mantequilla (pongamos que unos 30gr de pan que a 300Kcal/100gr son 90 Kcal, más la mantequilla). Su desayuno rondará las 200Kcal y el mio las 500 Kcal, pero si alguien nos pregunta: "Dígame su percepción de lo que ha desayunado" yo, que nunca tengo la sensación de comer demasiado, diré:

"Sólo un bol de cereales integrales y con leche semidesnatada"


y mi amiga, que cuida su peso al miligramo, dirá

"Ufff, me tomé un café con leche entera y una tostada con mantequilla y todo"

El concienzudo investigador, que ha elaborado una tabla del 1 al 5 ( de menos a más percepción de comida)para cuantificar los resultados, me da un 3 a mí (porque mi leche era semi y no había comido ni pan ni mantequilla que "engordan tanto") y un 4 a Paqui (porque su leche era entera y además tomó pan y mantequilla).

A medio día ella no pica nada pero yo no me resisto a cortar unas ronchitas del chorizo que estoy añadiendo a las lentejas, bien envuelto en rebanadas de pan (una para cada ronchita), para comérmelos sin tan siquiera fijarme, y probablemente metiéndome más de 200 Kcal en el picoteo "de nada". Picoteo que no me queda registrado en absoluto, por el que no me preguntarán o, si me preguntan, quedará como "un par de ronchitas de chorizo mientras cocinaba, sólo para probarlo"

Para la comida mi amiga no se sirve una ración de lentejas sino que espera a que acaben sus hijos ( a los que les sirve unos 70 gr por plato) para comerse las sobras y no tener que tirar, porque ellos siempre dejan algo. Yo también me como las sobras "para no engordar", pero pongo a mis hijos 100 gr por ración. Pongamos que los niños se comen unos 50 gr así que Paqui come al final unos 60 gr de lentejas y yo 150gr. Yo con pan, que como me lo corto finito no le doy importancia pero lo cierto es que me he comido unos 50 gr de pan. Mi amiga sin pan. Cuando nos vuelven a preguntar que percepción tenemos de lo que hemos comido las dos diremos: " las sobras de los niños". Las dos sentimos que no hemos comido demasiado pero mientras que Paqui se habrá tomado unas 300 Kcal en total, yo al menos he tomado 600 (entre las lentejas, el picoteo de chorizo  y el pan). Pero de nuevo el concienzudo investigador, guiado por nuestras palabras, nos da un 3 a Paqui y un 3 a mí.

Total: basándose en nuestras palabras el investigador le dará a Paqui un 7 y a mí un 6. O sea, conclusión del  "estudio" basado en la percepción de lo que comemos: ¡ las personas gorditas no sólo no comemos más que las delgadas sino que  ¡comemos menos!

¿Quiere usted adelgazar? ¡Pues coma!

La realidad: Yo he tomado en total 1100 Kcal y mi amiga 500. Casi  la mitad de lo mio. ¿Queda reflejada esta realidad en la investigación? absolutamente NO. Además las conclusiones son tan erróneas que son contrarias a las razonables y a la realidad, que no es otra que el hecho irrefutable de que las personas gorditas comemos más que las delgadas.

¿Cual ha sido el fallo? evidentemente la metodología no era la adecuada para sacar estas conclusiones. No puedes preguntar a una persona sobre la percepción de lo que come, tomarlo como una medida real y sacar la conclusión de que esto que ha dicho es lo que realmente ha comido y por lo tanto es lo que explica su peso.

Si las conclusiones del estudio hubieran sido: las personas gorditas perciben que comen menos que las personas delgadas, entonces nada que objetar. Pero no fueron estas. Evidentemente este estudio no será publicado en una revista de alto índice de impacto, porque su calidad es muy baja, pero de todas formas será publicado y un periodista que está navegando por el Medline y con ganas de crear polémica, o tal vez con ganas de poder comer todo lo que le de la gana sin sentirse culpable, se lo encuentra. Feliz de la vida saca un artículo en su periódico de tirada nacional con el siguiente titular:

Se demuestra que las personas delgadas comen más que las obesas. 

¡Ale! y se queda tan ancho. Y los millares de gordos del país amanecerán ese día con una noticia que les alegrará el día, sí, pero no ayudará en nada a resolver su problema de obesidad. 

Volviendo al primer trabajo citado por el artículo de La Vanguardia, como podéis ver en la cita bibliográfica completa, en el título no se habla para nada de los resultado ni las conclusiones, sino que se limitan a describir el tipo de trabajo y lo que hacen: "Maternal employment and child socio-emotional behaviour in the UK: longitudinal evidence from the UK millennium cohort study" que en español más o menos viene a ser:  "Empleo materno y comportamiento socio-emocional del niño en UK: evidencia longitudinal del estudio de cohorte Millenium de UK". En cambio el título del artículo de La Vanguardia hace hincapié sobre este supuestamente demostrado beneficio del trabajo materno sobre el menor. Así al público le llega la idea de que está demostrado, sin lugar a dudas y sin limitaciones de ningún tipo, que el hecho de que una madre esté separada de su hijo 10 horas al día desde que tiene un día de vida no sólo no le hace daño sino que es ¡beneficioso! 

Es evidente que desde varios sectores de la sociedad actual se nos quiere vender la idea de que conciliar es dejar a nuestros hijos cinco días a la semana en otras manos, desde al menos los cuatro meses de vida, cuando no antes. Como esto no es tragable así, a palo seco, echan mano de artículo mediocres que no demuestran nada, cuyo índice de impacto es mínimo pero que ahí están, en los bancos de citas bibliográficas. Hasta cierto punto, que la defensa de estas actitudes tenga que recurrir a ciencia de tan baja calidad es un consuelo para los que no las compartimos, ya que nos demuestra la inexistencia de verdaderas pruebas sobre la inocuidad de semejante "conciliación" laboral. Pero por desgracia siempre habrá gente que se quiera dejar convencer, prefiera seguir con los ojos cerrados y no quiera ver que la única solución pasa por un cambio drástico en las prioridades de la sociedad en su conjunto, la cual debería poner por delante de todo y de todos la crianza de sus hijos, los más desprotegidos y desamparados de todos sus individuos. 

martes, 22 de noviembre de 2011

"EUNUCAS" DE LA MATERNIDAD


Dicen que los extremos se tocan y debe de ser verdad porque en el mundo de la política hay enemigos acérrimos que, al menos en lo referente a la maternidad, van de la manita bien juntitos. Y como muestra un botón: dos mujeres de ideología política opuesta (opuestísima), a pesar de lo cual hacen gala de la misma actitud de desprecio por la maternidad: Beatriz Gimeno y Soraya Saenz de Santa María.

Tal vez haya sido casualidad, o tal vez no, que me hayan coincidido en el tiempo estas dos muestras de lo que es hoy por hoy la mujer patriarcal, la mujer castrada, la eunuca maternal del siglo XXI. Al menos me ha quedado claro que esta masculinización transciende ideologías políticas, religiosas y morales; por si todavía tenía dudas, después de quedarme sin ningún partido digno de ser votado tras estudiar las diferentes políticas de conciliación familiar que ofrecían.

Como ya ocurrió hace unos años con Carme Chacón, parece que Soraya Saenz de Santa María tiene que demostrar a los cuatro vientos que, antes que madre, es una política. Y ahí la tenemos: a los 9 días de parir, sin su hijo en brazos, celebrando la victoria electoral, y con un "muy prometedor" futuro laboral para los próximos meses como lider del equipo del PP encargado del traspaso de poderes.

Los próximos meses, que deberían ser de puerperio - esto es, recogimiento, intimidad y crianza- van a ser de vida política a tope y de trabajo duro. Lo dicho, muy prometedor. Sobretodo para ese bebé, un niño llamado Iván, que todavía no sabe por qué su madre necesita dejarle en manos ajenas (probablemente muy bien pagadas, eso sí) para salir a la calle a igualarse en dignidad y derecho con los hombres. (Sí, ya sé, tal vez lo deje con el padre. Pero me vais a permitir ser todavía más politicamente incorrecta si basándome en todo lo que he ido aprendiendo estos últimos seis años, opino que todavía no es el momento del padre y que para el bebé, hoy por hoy, lo mejor de lo mejor es estar con su madre)

Según las propias palabras de la nueva madre, su hijo va a animarle a trabajar más y mejor. Que lástima. Todas las cosas que Saenz de Santa María podría hacer realmente por el bien de su hijo y de los hijos de todas y todos, y que no va a hacer porque son labores desprestigiadas, menospreciadas y políticamente incorrectas, como amamantar al niño a demanda - sacando la teta donde se tercie y ante quien se tercie-  estar disponible para él noche y día, ir a todas partes con el bebé pegadito al cuerpo,  y en resumen: todo lo que significa ser madre a tiempo completo integrando la maternidad en su vida en lugar de dejarla en un rincón en manos de otra persona.

Y no, si yo entiendo, de verdad que lo entiendo. En la sociedad actual, tal cual están las cosas, es evidente que Saenz de Santa María ha pensado que sólo tenía dos opciones: sacrificar el ejercicio de su maternidad o sacrificar su vida política. Hoy por hoy, una política con sus objetivos y ambiciones no se puede permitir el derecho a ser la madre que su hijo necesita porque conllevaría el abandono de su prometedora carrera,  por lo que sería  calificada de machista o neo-machista, algo que al PP, desde luego, no le conviene nada. Y tampoco parece que le convenga que se den los primeros pasos para que las condiciones actuales cambien drásticamente y se abra la puerta a la verdadera conciliación. Y como no le conviene pues ella no lo ha hecho. Así parece que ganan la mujer-política y su partido. Que la mujer-madre se tenga que quedar por el camino y que un bebé vaya a tener que prescindir de lo que para él es imprescindible, no importa a nadie.

Así que, vistas las cosas, la ex-portavoz del PP ha decidido salvar su vida política y sacrificar su maternidad, lo que es una verdadera pena porque existía una tercera posibilidad que ya hemos adelantado en el párrafo anterior, tal vez demasiado atrevida: dar los primeros pasos para alcanzar la verdadera conciliación. ¡ Que forma de desperdiciar una oportunidad de oro para que una mujer con el poder de hacerlo empiece a cambiar de verdad las cosas! En lugar de eso no sólo se somete a la vieja dinámica del sistema, sino que echa por tierra las todavía insuficientes condiciones de conciliación conseguidas por años de lucha de sus predecesoras. ¿ Dieciséis  semanas? ¿Para que? ¡Yo no necesito más que nueve días!!!!!!

¿A quién le importa todo lo que disciplinas como la neuropediatría, la etnopediatría o la psicología vienen demostrando en los últimos años, sobre la necesidad de los bebés de estar con sus madres, alimentarse de su leche a demanda y sentir junto a ellos su cuerpo de día y de noche ? Si total, por aquí todavía hay gente que no se lo cree. O más bien prefiere no creérselo, no vaya a ser que tenga que replantearse su noción de lo que es feminismo e "igualdad" entre los sexos. Es más, antes de replantearse nada prefieren  echar mano de la más burda mentira para poder negar cosas que hoy en día  ya recomiendan todas las más importantes asociaciones de pediatría o la misma OMS: lactancia a demanda exclusiva hasta los 6 meses y acompañada de alimentación complementaria hasta, como mínimo, los dos años. Si algo tan básico y  ampliamente recomendado es puesto en duda, ya ni me imagino lo que opinaran sobre los estudios sobre el apego que recomiendan el contacto madre-hijo continuo día y noche o los que hablan de la herida primal que sufren los recién nacidos que son separados de sus madres.

Entre las personas que niegan estas evidencias está otra mujer que seguro que estaría aplaudiendo a Saenz Santa María y su ejemplar "conciliación" familiar", si no fuera porque le habrá repateado el hígado (y resto de órganos) la victoria por mayoría absoluta del partido de su adversaria. Beatriz Gimeno llevaba ya unas semanas deleitándonos con sus posts sobre lactancia cuando ha decidido pasar a atacar al colecho y sus defensores, sobretodo si estos defensores llevan pantalones, como nuestro Armandillo.

A Gimeno, la decisión de Saenz Santa María de poner su carrera política por delante de las necesidades (según esta primera, inexistentes) de su hijo recién nacido, debería haberle producido,como mínimo, un orgasmo feminista. Aunque lo más probable es que le haya dejado descolocada que semejante actitud tan progresista, feminista y todo lo "ista" que se le ocurra, venga de alguien perteneciente a un partido tan conservador y de derechas. Me imagino que hubiera preferido ver a la antigua portavoz del PP  con una bata de flores, los rulos puestos y el niño enganchado a la teta mientras su rostro ojeroso y lloroso revela el enorme sufrimiento al que le somete la maternidad. Pero mira por donde resulta que la derecha y la izquierda parecen darse la mano en este asunto y, como dijo mi amiga Mónica el otro día en un comentario en FB: " Soraya y Beatriz podrían ir juntas a tomar un té y hablar de maternidad ¡se iban a llevar de maravilla!"

A mí, tanto el ejemplo de "conciliación" de una, como los post sobre lactancia y colecho de la otra, sólo me producen una honda desesperanza. Desesperanza por su ceguera, por su conformismo, por su cobardía y, en definitiva, por su sometimiento al sistema. Con el agravante de que ambas van de abanderadas, de ejemplos de mujeres modernas, luchadoras y, ante todo y ante todos, profesionales y liberadas.

Lo dicho, que no importa que sean de derechas o de izquierdas, católicas o ateas, heterosexuales, bisexuales o lesbianas, madres o no madres, jóvenes o viejas....... por desgracia parece que las políticas de este país van todas juntas de la mano, al ritmo que marca la sociedad patriarcal, masculinizadas y maternalmente castradas.

Y me vais a disculpar, pero yo me niego a ser una eunuca maternal. Quiero ejercer mi maternidad en su totalidad y además, ingenua de mí, sin renunciar a todo mi potencial como mujer y persona en todos los demás aspectos. Pero por desgracia en el mundo político actual nadie me representa. Tal cual están las cosas, las mujeres en puestos de poder sólo han podido llegar ahí tras someterse a la masculinización de rigor. Y por lo que parece, una vez en el poder, no tienen la menor intención de cambiar nada.

Mientras, las otras, las que hemos decidido ser madres y nos negamos a sacrificar nuestra maternidad, nos quedamos a la sombra, sin posibilidades laborales, ni sociales ni, mucho menos, políticas. Pero como es un "error" que hemos cometido  libremente no nos queda otra que aguantarnos, porque no tenemos tiempo para la lucha política más allá de nuestros desahogos ocasionales en nuestros guerreros blogs. Desahogos que escribimos de 5 en 5 minutos a la vez que amamantamos, dormimos en brazos, preparamos meriendas, limpiamos culetes, ponemos tiriritas, abrazamos, besamos, damos algún que otro grito  y, en definitiva, estamos disponibles toda nuestra jornada - laboral y tiempo libre - para nuestros retoños.

Algo que, actualmente, es políticamente muy incorrecto.





martes, 15 de noviembre de 2011

SEÑOR GRIÑÁN ¡NO SE META EN NUESTRAS TETAS!



Escribo todavía con el pico de adrenalina inundando mis venas y arterias. Me la imagino como un maremoto que se distribuye por todos mis tejidos, aumentando mi frecuencia cardiaca, movilizando mis reservas de azúcar del hígado, contrayendo mis vasos sanguíneos, dilatando mis pupilas y haciendo que mi cerebro produzca dopamina, lo que me hace sentir peleona y exultante. Me siento como una leona a la que insultan, agreden y ofenden, a punto de atacar. Todo mi cuerpo se acaba de preparar para la lucha aunque, en lugar de liarme a zarpazos y mordiscos con alguien, como digna representante de una Homo sapiens hembra del siglo XXI, me siento delante del ordenador, donde se va desarrollar mi defensa/ataque.  Luego espero que, por el bien de mis arterias y mi corazón, mi marido llegue a tiempo para que yo pueda acabar de quemar los efectos de esta hormona con una buena carrera por el bosque, antes de que anochezca.

Hoy estoy segura de que voy a batir todos mis records de velocidad. Sólo tendré que recordar una y otra vez un párrafo que acabo de leer en El País en un artículo titulado Un feminista llamado Griñán. Y es que impresiona, encoleriza, entristece y da mucho, mucho, mucho miedo (pero que mucho, mucho, mucho y me quedo corta) que semejantes declaraciones salgan de la boca de un político, o sea, de una persona que tiene el poder en sus manos. Un poder que le hemos dado sus conciudadanos.

El párrafo en cuestión es el siguiente:

"Desde que estalló la crisis, José Antonio Griñán no ha parado de analizar, en público y en privado, sus causas y sus consecuencias. Desde todos los puntos de vista. Ayer en un encuentro con colectivos de mujeres advirtió de una las derivadas de la catástrofe económica: el de la "ridiculización" de los avances en materia de igualdad y del "retroceso en la conciencia ciudadana" de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. ¿En qué se nota? En todo, según él. En que vuelve a ponerse el acento en el "papel reproductivo de la mujer", creando en las mujeres una "mala conciencia", por ejemplo, para que opten por la lactancia materna de los hijos, algo que él describió como una forma de "canibalismo".

Francamente, yo ya no soy ni de derechas ni de izquierdas. Tengo mis ideas, que desgraciadamente no acaban de coincidir con ningún partido político (y desde luego con ninguno de los dos mayoritarios), pero si hubiera tenido la más mínima tentación de votar al PSOE, se me hubiera ido tras la lectura de semejantes insensateces.

Por suerte, gracias al milagro de internet y sus blogs, tengo la oportunidad de mandar a la nada mi respuesta a semejante desfatachez. Así al menos me quedaré más ancha que larga y quemaré parte de mi subidón de adrenalina. Así que:

Estimado señor Griñán:

No sé exactamente que idea tiene usted sobre la manera de defender a las mujeres y sus derechos, pero desde luego empeñarse en castrarnos una y otra vez siguiendo la costumbre del sistema patriarcal que usted - por lo que parece - admira y defiende tanto, no es la mejor. De hecho no es una manera en absoluto.

Esta  ""ridiculización" de los avances en materia de igualdad y del "retroceso en la conciencia ciudadana" de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres" no es fruto de esta crisis, como usted dice, no, es fruto de la concienciación de cada vez más ciudadanas y ciudadanos de que así, en guerra permanente con nuestra naturaleza y con nuestra humanidad, no podemos seguir. 

No voy a entrar aquí a profundizar sobre las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, o sobre la necesidad de que estas diferencias se respeten y sobre los efectos que han tenido y tienen dos factores fundamentales:

1-  El dominio de uno de los sexos respecto al otro. Dominio que se aprovecha de la necesidad de la cría humana de ser engendrada, gestada y alimentada en y sobre su madre, durante su periodo primal.

2- La masculinización a la que se ve obligada la mujer patriarcal para poder igualarse en dignidad y derechos al macho de su especie, sacrificando (gran) parte de su feminidad en el proceso.

Para que se informe y profundice más en estos temas le recomendaría encarecidamente que leyera los escritos de Casilda Rodrigañez, escritora y feminista española con un amplia y esclarecedora bibliografía.

Pero lo dicho anteriormente ni siquiera es lo más vergonzoso que, por lo que parece, llegó a decir usted el otro día. Calificar en su discurso la lactancia materna como "canibalismo" para mí sería razón suficiente para que presentara su dimisión de cualquier cargo público y desapareciera de la vida política para siempre. Evidentemente esto no va a ocurrir, pero lo más triste de todo es que, tras decir semejante sin-propósito, usted siga considerándose y siga siendo considerado "feminista" y defensor de la mujer. No sé si servirá de algo que le recomiende leer artículos como el publicado hace cosa de un año en el blog de Ileana Medina, Tenemos Tetas, de la antigua  presidenta de al Liga de la Leche en francia, Claude-Suzanne Didierjean-Jouveau, donde podrá ver que la lactancia no es un cadena de esclavitud alrededor del cuello y los pechos de las madres, sino un acto de placer y de sexualidad maternal, derecho que todas las mujeres y sus hijos deberíamos tener por defecto. Tal vez una idea demasiado rompedora y revolucionaria para su pequeña visión de lo que es progreso y feminismo. 

Según usted "se vuelve a poner énfasis en el papel reproductivo de la mujer", y esto es "un retroceso". Pues mire usted: yo creo que esto no es un retroceso en absoluto. El retroceso es negar el papel reproductivo de las mujeres y hombres de esta sociedad. Este es el verdadero retroceso y lo que nos ha llevado a donde ahora estamos. Poner el acento en el papel reproductivo de la mujer y el hombre, en la necesidad de ambos de criar y cuidar a sus hijos, sería un inmenso paso hacia adelante para superar no sólo la crisis actual, sino la crisis crónica en la que estamos sumergidos como humanidad desde los orígenes del patriarcado

Que los políticos de hoy en día todavía no vean, o no quieran ver, lo evidente y vayan por ahí con ese viejo discurso del feminismo de la igualdad me pone los pelos de punta y me hunde en la desesperanza. 

Si además en el mismo artículo y tras las declaraciones del señor Griñán me encuentro las de una mujer, Rosario Valpuesta, Catedrática de Derecho Civil de la Universidad Pablo de Olavide, que rematan lo que el señor Griñán ya hirió de muerte, todavía me hundo más en la desesperanza y el miedo. Según la señora catedrática: 

"..las jóvenes de 30 años no tienen conciencia de género y las están "fastidiando con una idea de nueva maternidad" en las que trabajar y ser madre resulta incompatible."

Pues no, doctora Valpuesta, las jóvenes (discúlpeme pero a pesar de mis 41 me incluyo) de hoy en día no estamos fastidiando nada con la idea de Una Nueva Maternidad. No doctora, no. Lo que queremos es cambiar las cosas, precisamente para que trabajar y maternar a nuestros hijos no sea incompatible porque hoy por hoy, tal cual está la situación, sí lo es.

Así que de fastidiar nada de nada. Las que "fastidian" son las que tras haber sacrificado su maternidad (o el maternaje de sus hijos) por estar en puestos de poder, se dedican a dificultar que las cosas cambien, para conservar sus posiciones y evitar que la nueva generación de mujeres pueda realizarse plenamente y realizar su faceta profesional y social, a la vez que su faceta femenina y maternal. Esas sí son las que fastidian, cuando la realidad es que deberían ser el primer paso del verdadero cambio: el cambio que permita la crianza de ciudadanos sanos, libres, sin carencias primales y convenientemente destetados. Los únicos que podrían darnos un verdadero futuro como especie y como sociedad.

La ceguera y estancamiento del señor Griñán y de la doctora Valpuesta me llena de tristeza, desesperanza y miedo. Ya lo he dicho ¿Verdad? Pero es que no me cansaré de repetirlo. El problema no es lo que digan ellos, no. El problema es que parece imposible encontrar un discurso diferente con probabilidades de llegar a tener el poder necesario para cambiar las cosas. 

Y de momento hoy lo veo todo muy negro.

Articulos relacionados:

Ya que no nos escuchan, no nos insulten… sres. políticos

Políticos así no los quiero

Griñán y sus gilipolleces

De como los "Griñanes" de esta sociedad hacen que nos luzca el pelo como lo hace

El Sr. Griñan y su diccionario patriarcal

Griñán y la lactancia materna. Rectificamos y nos reafirmamos.
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PD: 

En el genial artículo de Nohemí en su blog Mimos y Teta un comentarista ha colgado este audio con las declaraciones del señor Griñán en el acto por la igualdad. En él podemos escuchar que no dijo canibalismo sino talibanismo

Bueno, bajo mi punto de vista el uso de una palabra o la otra no cambia demasiado el significado de su discurso y sigue pareciéndome absolutamente insultante y vergonzoso que un político utilice semejante lenguaje refiriéndose a las recomendaciones de todas las organizaciones relacionadas con la salud de la infancia, y la salud en general, en cuanto a la alimentación del bebé se refiere. Además el audio nos permite escuchar como utiliza la lactancia y la maternidad como arma arrojadiza contra la oposición. 

Así que me reafirmo en mis palabras: esto es una vergüenza. 


miércoles, 9 de noviembre de 2011

80 AÑOS



Por fin está amaneciendo un día muy especial para mi familia. Hoy mi padre cumple 80 años.

80 años.

En 80 años ha vivido tantas cosas: dos guerras, una dictadura, una democracia, las pedradas con los niños del barrio de al lado, el amor adolescente que madura hasta convertirse en eterno, la responsabilidad de sus empresas y de la confianza de su gente, la responsabilidad de su familia, el ir y venir de seres queridos, la enfermedad que amenaza al cuerpo y la satisfacción de vencerla......

Y ahora, a sus 80, la vejez sigue sin llegar, porque a pesar de que le duele un poco aquí y allá, y ya no ve tan bien, sigue siendo un hombre joven, maduro y en su punto. Mi padre representa dignamente a la tercera edad del siglo XXI, cargada de sabiduría, como sus ancestros, pero también de vitalidad, salud, fuerza y ganas de vivir.

Mi padre tiene hoy 80 años y sigue viviendo la vida desde la perspectiva del que tiene la botella medio llena. Y así seguirá, disfrutando de su mujer, de la familia, de los amigos, de su tierra con su gastronomía y su buen vino.

Y luciendo esos impresionantes ojos azules, con el mismo color del cielo en las despejadas mañanas riojanas de primavera. Ojos por los que se deja ver ese alma de bondadoso granujilla,  de tímido conquistador y de hombre sabio.

Muchas felicidades, padre inmenso y maravilloso

Te quiero mucho

Te queremos mucho


sábado, 5 de noviembre de 2011

LOS ESPOSOS ESTATUA.

Reconozco que llevo unos cuantos meses muy criticona. Soy consciente de que algunos de los últimos post han sido muy críticos con unos y con otros, y me había prometido a mi misma cambiar esta dinámica y ser más constructiva. Pero hace unos días cayó en mis manos un artículo del doctor Santiago García Tornel (Jefe clínico de pediatría del hospital Sant Joan de Deu de Barcelona) y no puedo evitarlo: tengo que escribir este post.

Pero no voy a criticar nada; sólo voy a hacer una versión personal de su artículo porque creo que en muchas ocasiones basta con cambiar un poquito el escenario y  los personajes y las cosas se ponen solitas en su lugar, o incluso caen por su propio peso. De hecho, este método ni siquiera es original ya que lo he visto utilizado en innumerables ocasiones, siendo la primera en el libro de doctor Carlos Gonzalez, Bésame mucho.

El artículo en cuestión se llama Los padres estatua y encuentro que es una punzante crítica a la necesidad que tienen nuestros hijos de estar junto a nosotros incluso por la noche. Mi versión personal se llama Los esposos estatua. Supongo que ya sabéis por donde irán los tiros, pero os animo a que sigáis leyendo, a ver que os parece.

Antes de empezar a leer quiero que os imaginéis que la trama transcurre en un mundo diferente al nuestro: un mundo al estilo del de Huxley, pero que en honor a nuestro especialista en sueño infantil preferido lo llamaré El Mundo Feliz de Estivill.  En este mundo no existen las "camas de matrimonio". En el mercado sólo hay camas de 80 cm porque ¿Para que hacer camas de matrimonio si dormir sólo es lo normal y lo saludable? ¿Quién querría dormir con su pareja? Al fin y al cabo los amorosos padres de esta hipotética sociedad se esforzaron muchísimo en acostumbrar a sus hijos a dormir solos así que, cumpliendo los sueños de muchos especialistas sobre sueño infantil, toda la población duerme felizmente sola, siendo casi incapaz de conciliar el sueño en compañía. Pero por desgracia existen "excepciones" a la regla. Tal vez adultos cuyos padres no tuvieron estómago para aplicar los métodos necesarios para que sus hijos aborrecieran dormir con alguien. Y claro, estos adultos causan problemas muy graves en un mundo donde sólo existen las camas de 80 cm.

En este contexto, la doctora especialista en sueño, Santienela Marionona, escribió este artículo para una conocida marca de colchones de camas de 80 cm.

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LOS ESPOSOS ESTATUA


Mucho se ha escrito sobre lo inadecuado de dormir  con la pareja, pero hay un silencio sepulcral en lo que ocurre por las noches en muchas alcobas. Sí, sí, por la noche no todo el mundo puede dormir sin su esposa/esposo. Si pudiéramos filmar en plan “Gran Hermano” lo que sucede en los domicilios, nos quedaríamos pasmados de lo que pasa. Tanto que no podrán creer anécdotas como las siguientes.



Resumen general de muchas historias parecidas. Una mujer, desde recién casada siempre ha querido dormir con su marido. Éste, amoroso y para “dormir sin lágrimas” le ha dejado años para que “no sufriera”. Pero claro, la señora se fue haciendo mayor (o sea, engordando), ocupaba más espacio, se movía o hacía ruidos (todos sabemos que con la edad se ronca más). Pero lo que prevalecía era que ella estuviera confortable. El marido trabajaba duro y necesitaba descansar como el agua de mayo – por cierto, este año poca. El marido decidió que quería descansar y punto. Solución: sacó a su madre del dormitorio donde descansaba y la envió a dormir al sofá del salón. Después cogió su cama y la juntó a la que él compartía con su esposa (recuerdo: cama de 80 cm de ancho porque eso es lo único que se vende en este mundo imaginario). Él con su mujer en dos camas de 80 cm unidas y  la abuela en el sofá. Así todo el asunto se resolvió y hubo paz familiar. Y colorín, colorado….


En otras ocasiones no hay tanto trasiego. Generalmente se compran de entrada dos camas de 80 que se puedan poner juntas ¡Se acabó el problema! Pregunta: ¿que harán los esposos para tener hijos, ya que como es bien sabido (sólo en esta sociedad donde dormir en compañía es una odiosa aberración) dormir juntos inhibe el deseo sexual? Casi seguro que nada: con lo vivido ya están satisfechos.

Otra modalidad nocturna es la estatua. ¡Increíble, emocionante, esforzada y voluntad férrea! ¡Qué sensibilidad y amor! La modalidad estatua que dura varios años tiene dos versiones: horizontal y vertical. La horizontal consiste en que el marido o la mujer, a criterio del otro, se acuesten a lo largo de la cama juntos hasta que éste se duerme. La vertical es similar pero con silla. Uno de los miembros de la pareja, el reclamado para esta humanitaria labor, se sienta en una silla junto a la cama y se cogen de la mano hasta que el otro entra en los brazos de Morfeo. La última variedad me la explicaron el otro día. Un hombre promedio (28 años) se dormía cogiendo el dedo índice de su mujer.

Seguro que se han enternecido con estas historias de amor nocturno. No se repriman, si han de llorar, lloren. Días, meses, años acostados o sentados para el bien dormir de sus “medias naranjas”. Día tras día, noche tras noche, año tras año… Personalmente creo que el Santoral debería recoger (no sé si está) un día del Santo Desconocido y hacer un monumento o una enseña para ellos.

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Desde nuestra "saludable" sociedad, donde los esposos no sólo tenemos permitido desear dormir juntos, sino que además se considera que es lo natural y lo más recomendable, podemos ver que el problema de las pobres parejas de este hipotético Mundo Feliz de Estivill se solucionaría con la existencia en el mercado de nuestras maravillosas camas de matrimonio de 1.60, 1.70 y hasta 1.80 de ancho (y en algunos casos tal vez unos tapones para los oídos). 

Y ahora me gustaría que os imaginarais otro mundo hipotético, al que llamaremos El Mundo feliz (sin más)  en donde dormir en compañía es lo recomendable y lo natural PARA TODOS. Así, cuando una pareja se convierte en familia, se ve como lo más natural del mundo que cambie  su estrecha cama de matrimonio (de hasta 1.80) por una amplia y cómoda Cama Familiar. Y es que en el mercado tienen de todos los tipos y tamaños para poder cubrir la demanda de todas las familias: desde las de los hijos únicos (desde 2 metros) hasta las de familias numerosas (incluso más de tres metros). 

Los habitantes del Mundo Feliz (sin más), leen escandalizados los consejos de doctores como Ferber o Estivill y ante artículos como el del doctor García Tornel menean la cabeza, incrédulos de que nos empeñemos en dormir en simples y pequeñas camas de matrimonio cuando ya somos familia. 

Pero lo que más gracia les hace, con diferencia, es nuestra falta de fantasía a la hora de tener relaciones sexuales. Para ellos la cama es para dormir, disfrutando de la presencia de las personas que más quieres y más te necesitan. Para el sexo puro y duro, el cual gustan de disfrutar en la intimidad igual que nosotros, tienen otras cómodas estancias en la casa (entre la que se encuentra la que posiblemente nosotros utilizaríamos como dormitorio de los niños).

Yo creo que me hago las maletas y con vuestro permiso me voy al  Mundo Feliz (sin más), que me da que no sólo dormiremos mucho mejor (por fin encontraré la cama de mis sueños "familiares") sino que viviremos también muchísimo mejor porque una sociedad donde los hijos reciben de sus padres ni más ni menos que lo que necesitan, tiene que ser una sociedad mucho más agradable para vivir que la nuestra.

Es pura lógica.

lunes, 31 de octubre de 2011

PRESENTACIÓN EN ZÜRICH DE "UNA NUEVA MATERNIDAD" Y DEBATE SOBRE MATERNIDAD Y FEMINISMO. LA DIOSA SE DESPEREZA.


El sábado a las cinco de la tarde nos reunimos una veintena de mujeres ( y dos hombres "clandestinos"), en el sótano del café Boy de Zürich.

Y hablamos. 

Mientras Ximena Silva, del blog Maternidad Consciente, nos iba haciendo estas estupendas fotos que ilustran el post, Pepa Echanove se encargó de presentar y moderar el debate. Con una profesionalidad que para sí quisieran muchos de los presentadores que tratan de moderar debates en los grandes medios de comunicación de masas, Pepa lo condujo con sencillez, elegancia y muchas tablas.

Yo presenté nuestro libro Una Nueva Maternidad. Hablé de mi propio recorrido personal. De como mi primer hijo destrozó todas las ideas preconcebidas que tenía sobre la maternidad. De como la lectura de una serie de autores liberó mis verdaderos deseos de las cadenas del convencionalismo, permitiéndome, por fin, empezar a fusionarme con mis hijos, pariendo, lactando y criando tal y como nuestra naturaleza profunda y primitiva nos pedía a gritos en el llanto del bebé insatisfecho y el dolor de la madre silenciada.

Carolina Iglesias, en calidad de comadrona, nos habló del parto natural, de la capacidad del cuerpo de la mujer para parir, de la necesidad de que se den las condiciones necesarias de respeto, intimidad, y silencio, además de la presencia de una comadrona que pueda dedicarse en exclusiva a la mujer que pare para apoyarla y sostenerla como ella necesita. Condiciones que hoy en día no son las dominantes en los servicios de obstetricia de nuestros hospitales, tanto en España como en Suiza (aunque reconozco que el primer país está todavía bastante peor que el segundo)

Amaia Lazcano, como monitora de La Liga de la Leche, nos hizo un breve repaso histórico sobre el por qué se perdió la cultura del amamantamiento y las consecuencias que ha tenido y tiene el hecho de que a principios del siglo XX toda una generación de bebés empezara a ser alimentada mayoritariamente con leche adaptada de otra especie.

Joana Tur, profesional del Coaching, se presentó haciendo hincapié en la necesidad de que no nos enfrentáramos, ni nos descalificáramos unas a otras, siguiéramos la tendencia que siguiéramos. Algo con lo que todas, por unanimidad, estábamos de acuerdo.

Mabel Signori, médico de familia, nos habló de como a veces intervenir el parto es necesario y de que una intervención acertada salva cada día la vida a miles de mujeres y niños en todo el mundo.

Y para finalizar Eva María Gómez, presidenta de la Asociación de Mujeres Españolas en Suiza, jurista de profesión, nos habló de la necesidad de que la mujer pueda ejercer con competitividad su profesión, para que ocupe puestos de poder desde los cuales pueda cambiar el sistema.

A partir de ahí empezó el debate, alimentado por citas que nuestra moderadora, Pepa, iba leyendo de nuestro libro y del libro de Elisabeth  Badinter: Le Conflit. La femmè et la mereutilizado como representante de una corriente de feminismo que ve la maternidad como una herramienta del patriarcado para mantener esclavizada a la mujer. Una visión que las autoras de Una Nueva Maternidad queremos superar, reivindicando nuestro derecho a ejercer en libertad nuestra sexualidad completa,  dentro de la cual entra nuestra maternidad, sin que eso suponga un sacrificio de nuestra vida social y profesional. Reivindicamos que el ejercicio de la maternidad debería ser placentero y liberador, en lugar de sacrificado y opresor, y esto sólo se conseguirá cuando la maternidad sea convenientemente valorada por la sociedad en su conjunto, más preocupada por la producción que por la reproducción y la crianza, a pesar de que ambas funciones son fundamentales para su supervivencia y salud.

Y fue un debate fluído, agradable, respetuoso, pero no por ello menos intenso. Creo que nadie intentaba convencer a nadie. Sólo dar cada una su punto de vista para, al menos, hacer reflexionar a las demás. Y creo que lo conseguimos, al menos conmigo, que me quedé dándole vueltas a la cabeza a algunos de los puntos que salieron.

En concreto me gustaría resaltar lo expuesto por Eva al señalar que la maternidad entendida como 24 horas al día al alcance del bebé deja a la mujer en desventaja a la hora de competir por los puestos de poder, si no la saca completamente del circuito de competición, por lo que el poder se queda totalmente en manos del hombre. La ausencia de mujeres en estas posiciones de poder hace imposible "feminizar" el mundo laboral para que así sea más favorable a la maternidad. Una reflexión que me ha hecho pensar mucho y que se merecerá un post por sí misma en los próximos días.

Hablamos de parto, lactancia y crianza. Cuestionamos si realmente las mujeres occidentales de la actualidad tenemos verdadera libertad para parir y criar como queremos. Creo que la gran mayoría estuvimos de acuerdo en que no. Comparamos las políticas de igualdad entre países como España, Suiza y Alemania. Hablamos de ciencia. Hablamos de poder.

Pero lo que principalmente quiero contaros en este post es que el Sábado pasado aprendí que todas estamos en el mismo barco. Con todas nuestras diferencias, con nuestros aciertos y errores, con nuestras ignorancias y conocimientos, con nuestras heridas, nuestra masculinización patriarcal, nuestros deseos silenciados y nuestros úteros espásticos. A pesar de todo esto, o precisamente por ello, tenemos mucho por lo que luchar, y lo tenemos que hacer unidas. Y esta lucha no es ni mucho menos contra los hombres, sino en comunión con ellos, ni por encima ni por debajo, sino junto a ellos.

El sábado por la noche sentí que esta unión entre mujeres y entre mujeres y hombres era posible. Sentí que a pesar de los libros como el de Elisabeth Badinter, de artículos como el de Beatriz Gimeno, de ejemplos como los de algunas de nuestras ministras, de métodos como el de la Supernanny o Estivill......... a pesar de todo esto y mucho más y más desesperante, conseguiríamos salir del pozo en el que nos han hundido miles de años de patriarcado.

Porque cuando las mujeres nos miramos a los ojos y hablamos, hablando desde las entrañas, se remueve dentro de nosotras la mujer auténtica, aquella que  el patriarcado tanto ha temido, gastando tanta energía en aniquilar.

La Diosa que todas llevamos dentro se remueve, dispuesta a volver a la superficie, para recordarnos que somos nosotras las que  llevamos en nuestro vientre a la humanidad entera y que por eso no podemos olvidar nunca nuestra responsabilidad a la hora de garantizar la supervivencia de la especie.

Creo que la Diosa-Madre se está despertando.

Y eso me devuelve la esperanza.

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Otros artículos sobre Una Nueva Maternidad aquí.
Comentario sobre la presentación en Tenerife aquí.

viernes, 28 de octubre de 2011

LAS REVOLUCIONES SE GESTAN EN LOS SÓTANOS

Parece que el libro Una Nueva Maternidad está destinado a ser "revolucionario", a remover conciencias, a desbaratar creencias arraigadas, a romper convencionalismos, a desnudar deseos y a ser, en definitiva, una pequeña pieza en el gran movimiento revolucionario que necesitamos como sociedad y como humanidad para seguir adelante y tener un futuro.

Una Nueva Maternidad es una gota más en el mar de la revolución del Amor, de la oxitocina y de la humanidad renacida.

Por eso, como toda revolución que se precie, aquí en Zürich nuestro libro será presentado en un sótano. En Suiza, que es el país de la diplomacia y las convenciones, el país del diálogo y de la paz, el país al que todos recurren para reunirse a encontrar sus puntos en común y llegar a acuerdos pacíficos. Aquí, en este pequeño sótano de un café en la ciudad de Zürich, nos reuniremos un grupo de mujeres para hablar.

Madres y no madres, de todas las edades, condiciones, pensamientos y sentimientos, hablaremos de lo que tenemos y de lo que nos han quitado o hemos sacrificado, de lo que podríamos llegar a tener y de lo que deberíamos tener por derecho, de nuestra naturaleza femenina dentro de nuestra naturaleza humana, de la naturaleza de nuestros hijos, de los hijos de todas y todos; hablaremos de m(p)aternidad, de feminismo y feminidad, de bebés y niños, de hijos y m(p)adres. Hablaremos de crianza. En resumen, hablaremos de la vida, de nuestra vida, de la vida pasada y de la vida futura. Hablaremos de humanidad.

Y aquí os esperamos. Mañana, 29 Octubre a las 5 de la tarde en el sótano del Café Boy (Kochstrasse 2. 2004 Zurich). 

A todas las que estáis por aquí, animaros a venir y participar. Os necesitamos para encontrar soluciones y acuerdos que nos incluyan a todos: bebés, niños, mujeres y hombres, para nacer, crecer, criar y vivir mejor,  formando una sociedad más pacífica, amorosa y sana; donde nadie quede excluido ni sea ciudadano de segunda, ni esté sometido a nadie.  Una sociedad que se gesta desde el vientre materno de sus mujeres y que nace y crece con cada bebé que traemos a este mundo.

Otros actos de presentación del libro este fin de semana:
- En Tenerife a cargo de Ileana Madina
- En Vic a cargo de Erika Irusta

domingo, 9 de octubre de 2011

NO NOS VAMOS A ENFRENTAR. Por Ileana Medina

Quiero mostraros este fabuloso y completísimo análisis que hace la periodista y escritora Ileana Medina, autora de blog Tenemos Tetas y coautora del libro Una Nueva Maternidadsobre la actual corriente en defensa de la lactancia. A raíz de un artículo de Beatriz Gimeno, con el provocador título de "Estoy en contra de la lactancia", se ha iniciado un debate donde Ileana expone sus argumentos con respeto, claridad, brillantez e inteligencia.

Si bien no comparto con Ileana su admiración por la labor de Beatriz Gimeno, ya que que en algunas cuestiones muy fundamentales (me estoy refiriendo concretamente a su agresiva defensa del aborto) no estoy de acuerdo en absoluto con las ideas de esta mujer, creo que su respuesta ha sido perfecta tanto en sus argumentos como en la manera de defenderlos. Como se dice vulgarmente, Ileana ha dado en la diana, poniendo en evidencia la falta de argumentos sólidos en contra de la defensa de nuestro derecho y el de nuestros hijos a dar el pecho y recibirlo. Algo que va más allá de cualquier ideología política, de cualquier corriente feminista o de cualquier religión. Y por eso no nos vamos a enfrentar, porque en el enfrentamiento no está la solución.


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Beatriz Gimeno, quizás la más importante activista española a favor de los derechos homosexuales, que fue presidenta de la FELGT entre 2003 y 2007, precisamente cuando se aprobó en España la ley del matrimonio entre personas del mismo sexo, y cuya labor y persona admiro y respeto muchísimo, publicó días atrás un artículo en la revista Pikara Magazine, titulado provocativamente ESTOY EN CONTRA DE LA LACTANCIA MATERNA.

Debido al gran número de comentarios que tuvo su artículo, luego escribió otro en su página personal, beatrizgimeno.es, titulado Respuestas al asunto de la lactancia.

Beatriz tuvo la amabilidad de responder a mi comentario dejado allí, y se suscitó un pequeño intercambio que pueden leer completo AQUÍ.

Desde aquí, agradezco a Beatriz el tiempo y el espacio concedido en su página, le ofrezco humildemente mi espacio para compartir también lo que ella quiera, y, salvando las distancias entre mi escaso curriculum y el suyo, le ofrezco también mi disposición teórica e intelectual, mi corazón y mi abrazo para juntas encontrar los lugares que nos permitan A TODAS LAS MUJERES, A TODOS LOS HOMBRES Y A TODOS LOS NIÑOS AVANZAR JUNTOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA Y LIBRE.

No nos vamos a enfrentar las mujeres en este camino. Y tampoco nos vamos a enfrentar con los hombres, ni mucho menos con los bebés y los niños: estamos obligados a encontrar fórmulas para vivir todos más felices y plenos.

Aparte de los comentarios que dejé en sus dos artículos, quiero resumir aquí en forma de carta las ideas que me han venido a la cabeza a partir de los argumentos de Beatriz:


¿POR QUÉ HABLAMOS DE LACTANCIA? 

Estimada Beatriz:

Admiro profundamente tu labor a favor de los derechos lgtb en España, y respeto tu persona, como procuro hacerlo con todos, simplemente por respeto a la dignidad humana.

Igual que tú, defiendo los derechos de los homosexuales (puedes leer un artículo mío sobre lesbianas y maternidad aquí), defiendo la legalidad del aborto, y defiendo los derechos de todo ser humano a LA SOBERANÍA SOBRE SU CUERPO.

Nadie puede ser obligado a hacer con su cuerpo algo que no desea hacer. Desde ese punto de vista TODA MUJER ES LIBRE PARA SER MADRE O NO Y, POR SUPUESTO, PARA LACTAR O NO.

Embarazo, parto y lactancia son parte de la sexualidad de las mujeres, y como tales, solo pueden existir desde el deseo, el placer y la voluntad, o no ser. Es una decisión privada, íntima y respetable. Lo dice muy bien esta imagen que me encontré hoy por las redes sociales:




O sea, se puede ser pro-lactancia, y ser también atea, científica, pro-legalidad del aborto (que no es lo mismo que pro-aborto, el aborto es un trago amargo no deseable, pero debe ser legal), pro-derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo y su mente... De hecho, ESA ES LA POSTURA DE LOS GRANDES ORGANISMOS INTERNACIONALES COMO LA OMS, UNICEF, etc.


Mi respeto total y absoluto pues a todas las mujeres que eligen una cesárea programada, la epidural o el biberón, consciente, informada y libremente. Y mucho más a las que no tienen otra opción. De ahí parto. Soy yo misma, mi hermana, mi mejor amiga o cualquiera de nosotras.



Llegados a este punto, ¿por qué seguir hablando entonces de lactancia?

Evidentemente no para convencer y mucho menos para manipular ni obligar ni hacer sentir culpables a otras mujeres.

Hablamos de lactancia porque las mujeres que queremos amamantar a nuestros hijos, nos encontramos aún con muchos obstáculos, reales y legales, que lo imposibilitan, o lo ponen muy difícil.

Hay algunas medidas fundamentales por tomar, que son necesarias para no violar los derechos de las familias que amamantan y QUE NO PERJUDICAN EN NADA A QUIEN DECIDA NO AMAMANTAR. Medidas sociales similares a las de Noruega, Suecia y otros países nórdicos, considerados los mejores del mundo para tener hijos, con altos índices de lactancia materna y con la mayor participación femenina en los asuntos públicos.

Son mucho más amplias e INCLUSIVAS las políticas sociales para proteger la maternidad y la lactancia, sin que suponga discriminación laboral para la mujer, que las que se toman para que las mujeres trabajemos, dejando a los bebés en manos de otros:

-Las bajas maternales (y también paternales, siempre opcionales) deberían ser más largas, y permitir la reincorporación de la mujer y el hombre a su puesto, sin discriminación. Para que un Estado se atreva a aprobar una medida como esa, hace falta el consenso, al menos a nivel teórico, sobre las bondades de la lactancia y de la crianza mamífera, si no, es imposible.

-Para que la lactancia funcione de forma placentera se necesita un coctel hormonal natural que solo se dispara CUANDO EL PARTO ES LIBRE Y RESPETADO. Hay que mejorar los protocolos de parto en los hospitales que permitan que las mujeres que quieran parir libremente (moviéndonos, gritando, haciendo el pino, en confianza o en intimidad o en compañía de quien queramos, etc…) podamos hacerlo. Y luego que no se lleven a nuestras criaturas sanas "por protocolo", y nos separen de ellas durante horas, porque con ello la lactancia corre peligro. Para cambiar esos protocolos hospitalarios (como ya se está haciendo) y permitir maternidades más libres, gozosas y placenteras, hace falta que esta información (científica) circule. La violencia obstétrica es aún muy habitual en nuestros hospitales.

Si no, no podemos avanzar.

La que quiera parir por cesárea programada y no lactar, por supuesto es también muy libre de hacerlo. Pero eso es más fácil hoy en día, que lo otro. Lo otro requiere más cuidado, sensibilidad y conciencia por parte de los profesionales, de las autoridades y de las políticas sociales.
Si tú decides dar fórmula de leche de vaca a tu hijo, e incorporarte inmediatamente al trabajo, PUEDES HACERLO. NADIE TE LO IMPIDE. Solo tu conciencia es libre. Lo que digamos las demás, te la puede traer floja.

Sin embargo, para poder quedarte con tu hijo si lo deseas, amamantarlo exclusivamente por 6 meses, o cuidarlo una misma hasta que por lo menos camine, ¡¡¡necesitamos unos permisos que ahora no tenemos!!!
De eso es de lo que se trata. Tú, con la normativa legal y jurídica actual, pudiste hacer lo que quisiste. Yo y otras muchas mujeres, no.

Y ahora tú puedes preguntarme: ¿Y por qué deberíamos todos pagar con nuestros impuestos que tú te quedes en casa 6 meses o un año con tu hijo?

No puede ser porque me da la gana. Porque desgraciadamente las ganas de todos no pueden ser subvencionadas. Para yo poder responderte a eso, no me queda más remedio que echar mano de la ciencia. Que decirte, que te guste o no, mi leche es lo mejor para mi bebé. Que los bebés no pueden hablar, y que la salud física y emocional de las futuras generaciones hay que tenerla en cuenta.

Que no es verdad eso que dices de que "las ventajas de la lactancia no están demostradas en el primer mundo".

En primer lugar, porque la lactancia materna no tiene ventajas ni desventajas. La lactancia materna es el funcionamiento de la especie by default, por defecto. Es como preguntarse las ventajas o desventajas de respirar con los pulmones en lugar de con un respirador artificial.

Tengo tetas, y usarlas para lo que son, para alimentar a mi bebé, es MI DERECHO y el de mi bebé, que debe ser protegido por la legislación y no discriminarme laboralmente por ello. La lactancia es también, ya no sólo un derecho reproductivo de las mujeres, sino de todos los seres humanos al nacer.

La industria de la leche artificial está loca por imitar la lactancia natural, cada día lo intenta más, es su meta, pero jamás podrá. Porque la leche artificial es algo muerto. Y la leche materna es algo vivo, lleno de defensas e inmunoglobulinas: de hecho la leche materna es EL ÚNICO SISTEMA INMUNOLÓGICO DEL BEBÉ. (En ese artículo tienes muy bien resumidas además todas las "ventajas" de la lactancia, o sea, los riesgos de la lactancia artificial, en el primero, el segundo, el tercero y el cuarto mundos).


La superioridad de la lactancia materna sobre cualquier intento de sucedáneo no tiene discusión posible. Pero además, el pecho materno no es solo leche. Es contacto humano, es la sexualidad oral del bebé, es consuelo, placer para ellos. Nada comparable a chupar plástico. Además, es ecológica, no tiene residuos, no hay que calentarla, siempre está a punto... Las ventajas para mujeres, bebés y familias son infinitas. Nunca un Estado ha subvencionado ni apoyado nada mejor.

Esa evidencia científica no sirve para que tú amamantes si no quieres, pero SÍ DEBERÍA SERVIR PARA APROBAR NORMATIVAS JURÍDICAS QUE AMPAREN LEGALMENTE LA LACTANCIA MATERNA EXCLUSIVA HASTA LOS SEIS MESES, por lo menos.

Y esto, no tiene nada que ver con el Tea Party, ni con círculos ultracatólicos ni nada que se parezca.

Es tu discurso (y el de muchas feministas de la igualdad, de hecho de las feministas que tienen poder en España como Amparo Rubiales, Celia Amorós, Edurne Uriarte, etc... y que con su corpus teórico sustentan el trabajo de los Departamentos de Igualdad) el que se asemeja paradójicamente a las doctrinas teológicas y bíblicas, en los mismísimos fundamentos del patriarcado: no tenemos nada que ver con la naturaleza, no venimos de la evolución, no somos mamíferos ni monos, no hay determinismo biológico... (¿nos creó acaso un Dios masculino con un toque de su dedo?)…

Pues resulta que no, que venimos de la evolución, que somos mamíferos, que somos primates, y que los bebés (o sea tú, que fuiste bebé, yo y todos) tenemos al nacer una necesidad y un deseo básicos: el del cuerpo y la leche maternos. Más aún los humanos, que gracias a nuestra alta inteligencia, nacemos más inmaduros que el resto de los animales. Y la satisfacción de esa necesidad, de ese deseo, es importante para nuestra salud, para nuestro sistema emocional, para nuestro sistema sexual, para nuestra felicidad y para nuestro crecimiento más pleno. ¿Puedes ponerte en el lugar del bebé que fuiste, del que tuviste, de los que vendrán? ¿No agradecerías todos los apoyos para poder amamantar, apoyos reales y sinceros, igual que el mismo respeto si finalmente no lo deseas o no lo consigues?


Si por amamantar, las mujeres perdemos poder adquisitivo y aumentamos la precariedad laboral, lo que hay que cambiar es ese sistema discriminatorio, y no la lactancia.Mejorar nuestros derechos como mujeres y como madres, y conciliarlos con los derechos de los bebés, que somos todos.

El feminismo que supone progreso es el que tiene en cuenta a nuestros úteros, a nuestros embarazos, a nuestros partos y a nuestros bebés: son parte de nosotras. No podemos dejarlos por el camino. Y exigiendo que la ley apoye el cuidado, los vínculos de cuidado que necesitamos todos, es como lograremos sociedades más justas e igualitarias.

Y claro está que cada mujer tiene que ser libre para amamantar o no, pero de lo que se trata es de CAMBIAR LOS CONDICIONAMIENTOS SOCIALES Y CULTURALES que hacen que a las mujeres ya no nos funcionen las tetas, y detestemos y "estemos en contra" de nuestras propias funciones fisiológicas.

Si de repente, a todos nos dejaran de funcionar los riñones, ¿buscaríamos qué es lo que estamos haciendo mal, verdad?

Si de repente las mujeres odiamos, "estamos en contra" o consideramos una carga menstruar, embarazarnos, parir y lactar, en lugar de considerarlo un privilegio, un goce, un derecho, una oportunidad y una responsabilidad social que todos, hombres y mujeres, debemos honrar y proteger, muy mal vamos. Hacia la robotización y la autodestrucción de la especie.

De lo que se trata hoy en día no es de seguir alimentando el “sacrificio” de las mujeres: sino de darnos cuenta de que la maternidad puede y debe ser UN PLACER.

Todos los procesos fisiológicos femeninos han sido reprimidos y devastados por el patriarcado. Que está ahí también: en nuestras reglas dolorosas, en nuestros partos frígidos, en nuestras lactancias imposibles... Pero el parto, la lactancia y la crianza pueden y deberían ser muy placenteras, como el resto de los procesos fisiológicos lo son.

De lo que se trata es de recuperar nuestro poderío natural, y poco a poco, también nuestra autoestima y nuestros sistemas emocionales devastados… y de exigir respeto a nuestros procesos, lo cual nos llevaría a partos como experiencias irrepetibles, a lactancias placenteras, a crianzas felices…

Es lo que necesitamos las mujeres y los bebés y también los hombres: todos. Conciliar al fin los derechos de las mujeres a tener una maternidad libre con los derechos de los bebés a ser cuidados y deseados.

Te invito a revisar lo que están escribiendo interesantes intelectuales, como las históricas feministas Casilda Rodrigañez y Victoria Sau, la socióloga Isabel Aler, la bióloga María Jesús Blázquez, la psiquiatra Ibone Olza, todas españolas… a revisar todo lo que se está descubriendo recientemente sobre la importancia del vínculo y la neurobiología del apego, a acercarte con interés y respeto a lo que están haciendo asociaciones como El Parto es Nuestro… y también, por qué no, a revisar tu historia personal herida con este tema. Y quizás después puedas escribir otro artículo con nuevos argumentos.

Va por delante nuestro respeto a tu opción, y a la opción de todas las mujeres. Va también por delante nuestra disposición al diálogo, más que respetuoso, amistoso y constructivo.

Un abrazo.

Ileana Medina Hernández

Periodista, profesora, funcionaria del Gobierno de Canarias.

Autora del blog Tenemos Tetas y co-autora del libro Una nueva maternidad.

Mujer y madre común y corriente.