Dicen que los extremos se tocan y debe de ser verdad porque en el mundo de la política hay enemigos acérrimos que, al menos en lo referente a la maternidad, van de la manita bien juntitos. Y como muestra un botón: dos mujeres de ideología política opuesta (opuestísima), a pesar de lo cual hacen gala de la misma actitud de desprecio por la maternidad: Beatriz Gimeno y Soraya Saenz de Santa María.
Tal vez haya sido casualidad, o tal vez no, que me hayan coincidido en el tiempo estas dos muestras de lo que es hoy por hoy la mujer patriarcal, la mujer castrada, la eunuca maternal del siglo XXI. Al menos me ha quedado claro que esta masculinización transciende ideologías políticas, religiosas y morales; por si todavía tenía dudas, después de quedarme sin ningún partido digno de ser votado tras estudiar las diferentes políticas de conciliación familiar que ofrecían.
Como ya ocurrió hace unos años con Carme Chacón, parece que Soraya Saenz de Santa María tiene que demostrar a los cuatro vientos que, antes que madre, es una política. Y ahí la tenemos: a los 9 días de parir, sin su hijo en brazos, celebrando la victoria electoral, y con un "muy prometedor" futuro laboral para los próximos meses como lider del equipo del PP encargado del traspaso de poderes.
Los próximos meses, que deberían ser de puerperio - esto es, recogimiento, intimidad y crianza- van a ser de vida política a tope y de trabajo duro. Lo dicho, muy prometedor. Sobretodo para ese bebé, un niño llamado Iván, que todavía no sabe por qué su madre necesita dejarle en manos ajenas (probablemente muy bien pagadas, eso sí) para salir a la calle a igualarse en dignidad y derecho con los hombres. (Sí, ya sé, tal vez lo deje con el padre. Pero me vais a permitir ser todavía más politicamente incorrecta si basándome en todo lo que he ido aprendiendo estos últimos seis años, opino que todavía no es el momento del padre y que para el bebé, hoy por hoy, lo mejor de lo mejor es estar con su madre)
Según las propias palabras de la nueva madre, su hijo va a animarle a trabajar más y mejor. Que lástima. Todas las cosas que Saenz de Santa María podría hacer realmente por el bien de su hijo y de los hijos de todas y todos, y que no va a hacer porque son labores desprestigiadas, menospreciadas y políticamente incorrectas, como amamantar al niño a demanda - sacando la teta donde se tercie y ante quien se tercie- estar disponible para él noche y día, ir a todas partes con el bebé pegadito al cuerpo, y en resumen: todo lo que significa ser madre a tiempo completo integrando la maternidad en su vida en lugar de dejarla en un rincón en manos de otra persona.
Y no, si yo entiendo, de verdad que lo entiendo. En la sociedad actual, tal cual están las cosas, es evidente que Saenz de Santa María ha pensado que sólo tenía dos opciones: sacrificar el ejercicio de su maternidad o sacrificar su vida política. Hoy por hoy, una política con sus objetivos y ambiciones no se puede permitir el derecho a ser la madre que su hijo necesita porque conllevaría el abandono de su prometedora carrera, por lo que sería calificada de machista o neo-machista, algo que al PP, desde luego, no le conviene nada. Y tampoco parece que le convenga que se den los primeros pasos para que las condiciones actuales cambien drásticamente y se abra la puerta a la verdadera conciliación. Y como no le conviene pues ella no lo ha hecho. Así parece que ganan la mujer-política y su partido. Que la mujer-madre se tenga que quedar por el camino y que un bebé vaya a tener que prescindir de lo que para él es imprescindible, no importa a nadie.
Así que, vistas las cosas, la ex-portavoz del PP ha decidido salvar su vida política y sacrificar su maternidad, lo que es una verdadera pena porque existía una tercera posibilidad que ya hemos adelantado en el párrafo anterior, tal vez demasiado atrevida: dar los primeros pasos para alcanzar la verdadera conciliación. ¡ Que forma de desperdiciar una oportunidad de oro para que una mujer con el poder de hacerlo empiece a cambiar de verdad las cosas! En lugar de eso no sólo se somete a la vieja dinámica del sistema, sino que echa por tierra las todavía insuficientes condiciones de conciliación conseguidas por años de lucha de sus predecesoras. ¿ Dieciséis semanas? ¿Para que? ¡Yo no necesito más que nueve días!!!!!!
¿A quién le importa todo lo que disciplinas como la neuropediatría, la etnopediatría o la psicología vienen demostrando en los últimos años, sobre la necesidad de los bebés de estar con sus madres, alimentarse de su leche a demanda y sentir junto a ellos su cuerpo de día y de noche ? Si total, por aquí todavía hay gente que no se lo cree. O más bien prefiere no creérselo, no vaya a ser que tenga que replantearse su noción de lo que es feminismo e "igualdad" entre los sexos. Es más, antes de replantearse nada prefieren echar mano de la más burda mentira para poder negar cosas que hoy en día ya recomiendan todas las más importantes asociaciones de pediatría o la misma OMS: lactancia a demanda exclusiva hasta los 6 meses y acompañada de alimentación complementaria hasta, como mínimo, los dos años. Si algo tan básico y ampliamente recomendado es puesto en duda, ya ni me imagino lo que opinaran sobre los estudios sobre el apego que recomiendan el contacto madre-hijo continuo día y noche o los que hablan de la herida primal que sufren los recién nacidos que son separados de sus madres.
Entre las personas que niegan estas evidencias está otra mujer que seguro que estaría aplaudiendo a Saenz Santa María y su ejemplar "conciliación" familiar", si no fuera porque le habrá repateado el hígado (y resto de órganos) la victoria por mayoría absoluta del partido de su adversaria. Beatriz Gimeno llevaba ya unas semanas deleitándonos con sus posts sobre lactancia cuando ha decidido pasar a atacar al colecho y sus defensores, sobretodo si estos defensores llevan pantalones, como nuestro Armandillo.
A Gimeno, la decisión de Saenz Santa María de poner su carrera política por delante de las necesidades (según esta primera, inexistentes) de su hijo recién nacido, debería haberle producido,como mínimo, un orgasmo feminista. Aunque lo más probable es que le haya dejado descolocada que semejante actitud tan progresista, feminista y todo lo "ista" que se le ocurra, venga de alguien perteneciente a un partido tan conservador y de derechas. Me imagino que hubiera preferido ver a la antigua portavoz del PP con una bata de flores, los rulos puestos y el niño enganchado a la teta mientras su rostro ojeroso y lloroso revela el enorme sufrimiento al que le somete la maternidad. Pero mira por donde resulta que la derecha y la izquierda parecen darse la mano en este asunto y, como dijo mi amiga Mónica el otro día en un comentario en FB: " Soraya y Beatriz podrían ir juntas a tomar un té y hablar de maternidad ¡se iban a llevar de maravilla!"
A mí, tanto el ejemplo de "conciliación" de una, como los post sobre lactancia y colecho de la otra, sólo me producen una honda desesperanza. Desesperanza por su ceguera, por su conformismo, por su cobardía y, en definitiva, por su sometimiento al sistema. Con el agravante de que ambas van de abanderadas, de ejemplos de mujeres modernas, luchadoras y, ante todo y ante todos, profesionales y liberadas.
Lo dicho, que no importa que sean de derechas o de izquierdas, católicas o ateas, heterosexuales, bisexuales o lesbianas, madres o no madres, jóvenes o viejas....... por desgracia parece que las políticas de este país van todas juntas de la mano, al ritmo que marca la sociedad patriarcal, masculinizadas y maternalmente castradas.
Y me vais a disculpar, pero yo me niego a ser una eunuca maternal. Quiero ejercer mi maternidad en su totalidad y además, ingenua de mí, sin renunciar a todo mi potencial como mujer y persona en todos los demás aspectos. Pero por desgracia en el mundo político actual nadie me representa. Tal cual están las cosas, las mujeres en puestos de poder sólo han podido llegar ahí tras someterse a la masculinización de rigor. Y por lo que parece, una vez en el poder, no tienen la menor intención de cambiar nada.
Mientras, las otras, las que hemos decidido ser madres y nos negamos a sacrificar nuestra maternidad, nos quedamos a la sombra, sin posibilidades laborales, ni sociales ni, mucho menos, políticas. Pero como es un "error" que hemos cometido libremente no nos queda otra que aguantarnos, porque no tenemos tiempo para la lucha política más allá de nuestros desahogos ocasionales en nuestros guerreros blogs. Desahogos que escribimos de 5 en 5 minutos a la vez que amamantamos, dormimos en brazos, preparamos meriendas, limpiamos culetes, ponemos tiriritas, abrazamos, besamos, damos algún que otro grito y, en definitiva, estamos disponibles toda nuestra jornada - laboral y tiempo libre - para nuestros retoños.
Algo que, actualmente, es políticamente muy incorrecto.
A Gimeno, la decisión de Saenz Santa María de poner su carrera política por delante de las necesidades (según esta primera, inexistentes) de su hijo recién nacido, debería haberle producido,como mínimo, un orgasmo feminista. Aunque lo más probable es que le haya dejado descolocada que semejante actitud tan progresista, feminista y todo lo "ista" que se le ocurra, venga de alguien perteneciente a un partido tan conservador y de derechas. Me imagino que hubiera preferido ver a la antigua portavoz del PP con una bata de flores, los rulos puestos y el niño enganchado a la teta mientras su rostro ojeroso y lloroso revela el enorme sufrimiento al que le somete la maternidad. Pero mira por donde resulta que la derecha y la izquierda parecen darse la mano en este asunto y, como dijo mi amiga Mónica el otro día en un comentario en FB: " Soraya y Beatriz podrían ir juntas a tomar un té y hablar de maternidad ¡se iban a llevar de maravilla!"
A mí, tanto el ejemplo de "conciliación" de una, como los post sobre lactancia y colecho de la otra, sólo me producen una honda desesperanza. Desesperanza por su ceguera, por su conformismo, por su cobardía y, en definitiva, por su sometimiento al sistema. Con el agravante de que ambas van de abanderadas, de ejemplos de mujeres modernas, luchadoras y, ante todo y ante todos, profesionales y liberadas.
Lo dicho, que no importa que sean de derechas o de izquierdas, católicas o ateas, heterosexuales, bisexuales o lesbianas, madres o no madres, jóvenes o viejas....... por desgracia parece que las políticas de este país van todas juntas de la mano, al ritmo que marca la sociedad patriarcal, masculinizadas y maternalmente castradas.
Y me vais a disculpar, pero yo me niego a ser una eunuca maternal. Quiero ejercer mi maternidad en su totalidad y además, ingenua de mí, sin renunciar a todo mi potencial como mujer y persona en todos los demás aspectos. Pero por desgracia en el mundo político actual nadie me representa. Tal cual están las cosas, las mujeres en puestos de poder sólo han podido llegar ahí tras someterse a la masculinización de rigor. Y por lo que parece, una vez en el poder, no tienen la menor intención de cambiar nada.
Mientras, las otras, las que hemos decidido ser madres y nos negamos a sacrificar nuestra maternidad, nos quedamos a la sombra, sin posibilidades laborales, ni sociales ni, mucho menos, políticas. Pero como es un "error" que hemos cometido libremente no nos queda otra que aguantarnos, porque no tenemos tiempo para la lucha política más allá de nuestros desahogos ocasionales en nuestros guerreros blogs. Desahogos que escribimos de 5 en 5 minutos a la vez que amamantamos, dormimos en brazos, preparamos meriendas, limpiamos culetes, ponemos tiriritas, abrazamos, besamos, damos algún que otro grito y, en definitiva, estamos disponibles toda nuestra jornada - laboral y tiempo libre - para nuestros retoños.
Algo que, actualmente, es políticamente muy incorrecto.
Me parece un tema complicado. Entiendo y comparto lo que dices pero, lamentablemente para Iván, el hijo de Soraya S.de Santamaría, su madre es una pieza clave en el gobierno actual y tal y como están las cosas en nuestro país no cabría en la cabeza que esta mujer estuviera 4 meses de baja. Ya se veía claramente que no iba a ser así porque de haberlo tenido en mente no habría estado a la cabeza del partido durante todo su embarazo y hasta el final.
ResponderEliminarEs muy triste para el niño (y para la madre seguro que también) pero por el puesto que ocupa es complicado poder ejercer de MADRE al 100% (en el sentido amplio de la palabra que todas nosotras entendemos y apoyamos).
A mí me parece más bien es una víctima del sistema, es fácil criticar cuando no se está en la piel del otro, seguramente para Soraya la presión es tan fuerte que no le ha quedado otra, un día lo puede lamentar pero la vida es cuestión de opciones.
ResponderEliminarSaludos!
Aun que a veces eres algo extrema, en este caso estoy 100% de acuerdo contigo, lo dije en otro blog, si colocamos antes los derechos de la mujer-política, o mujer madre, sobre los del niño, mmm, es complicado, creo qe se pude compatibilizar, pero que se necesita muuuuuuuuuuucha voluntad, ella opto, tener un hijo, después de eso, opto por su carrera y por sobre su hijo, y me asalta una duda, ¿si su madre no protege los derechos de su hijo? ¿quien lo va a hacer?, en Chile (no es el mejor ejemplo, pero es el que conozco) el post-natal son obligatorias para la madre las 1° 12 semanas (hasta hace un mes era solo eso lo que había, ahora se "creo" el post natal parental que son 12 semanas mas que son más flexibles, las puede tomar el padre o la madre o ser media jornada o no se que más), tan obligatorio es, que a una alcaldesa que se le ocurrió qe no deseaba tomarse el post natal, la obligaron por medio de tribunales, quizas haya tenido algo que ver con que la alcaldesa era de un partido y quien la reemplazaría era de uno opuesto, pero el caso es que la justicia la obligo a tomarse este "descanso" (lo pongo entre comillas pues es bien poco lo qe uno descansa...); como yo lo veo el post natal no es un derecho de la madre o el padre, es un derecho del niño, la Convención de Derechos del Niño es bastante clara, tiene derecho a no ser separado de su familia, a ser protegido, amado y querido, y así sentirlo (osea, tambien es un derecho nuestro estar con nuestros hijos, pero somos adultos y quizás podamos renunciarlo, pero al sopesar ambos derechos ¿podemos renunciar nosotros al derechos de nuestros hijos a estas con sus padres (nosotros mismos)?, siendo ambos intereses contrapuestos: el mio mujer-madre-trabajadora y el del niño, ¿estoy facultada para decidir por mi hijo?. Por eso creo qe debiese ser irrenunciable, al menos un tiempo, 1° por qe no se puede renunciar a lo qe no es de uno y 2° para qe la madre o padre en su caso, no se vea sujeto a presiones indebidas.
ResponderEliminarSaludos.
es tan triste como desesperanzador!! Con este ejemplo como bien dices... una conciliación familiar y laboral posible jamás se va a dar en este país y la lucha de muchas madres por conseguirla se verá como una flaqueza y un capricho innecesario!! que pena!
ResponderEliminarNada se deja al azar en política. Podemos intuir por donde van a ir los tiros en los próximos años.
ResponderEliminarQue fuese a esta señora y a su hijo es algo circunstancial. El objetivo es acallar las voces de las madres conscientes que reclaman una mayor conciliación.
La maternidad en nuestra sociedad es algo invisible que no descubres hasta que te toca, y es fácil manipulart los primeros meses porque hemos aprendido que nuestros deseos deben ser pospuestos .
En fin, yo también creía que mi deber como madre era empezar a trabajar lo antes posible, y no sólo eso, en mi entorno también me "empujaba" hacia la separación. Afortunadamente he sabido remediarlo a tiempo, pero puedo entender a esta madre y a su bebé .
Ser mamá no es sólo una cuesta de parir, hay que currarselo y mucho!
Totalmente de acuerdo, María. Los niños lo tienen cada vez más complicado para obtener aquello que necesitan tras nacer. Como dijo una amiga, muchas personas creen que ser padres simplemente es parir hijos.
ResponderEliminarMagnífica entrada, me suelen gustar casi todas las que escribes pero esta vez la has bordado.
ResponderEliminarTienes un premio en mi blog (http://elmundodekim.blogspot.com/2011/11/premio_24.html).
Un abrazo.
Silvia, sí, es complicado, que duda cabe: a esta mujer le han coincidido en el tiempo probablemente los dos más grandes momentos de su vida..... lamentablemente, dado la responsabilidad de su cargo, cualquier decisión que tomara tendría consecuencias negativas para alguien. Pero no sé que decirte...... hay cosas que están por encima de todo y de todos, o deberían estarlo. El problema aquí no es sólo Soraya, que no hace más que hacer lo que se espera de ella y sacrificar lo más politicamente correcto: su maternidad, el problema aquí es que casi todo el mundo le alaba y lo encuentra admirable, empezando por sus compañeros del nuevo gobierno, entre los que sin duda están los nuevos responsables de planear las leyes de conciliación familiar........... Te recuerdo que se ha pasado por el forro incluso el periodo de baja OBLIGATORIO......
ResponderEliminarMaria M, estoy segura de que Soraya es una mujer con las herramientas necesarias para enfrentarse al sistema y cambiarlo. Si aquí hay alguien con esa posibilidad, una es ella. No esperarás que el sistema lo cambie en solitario la joven emigrante que deja a su hijo 10 horas en una guardería de baja calidad para trabajar cuidando las casas y los hijos de los ricos y ganar una miseria para sobrevivir, ¿verdad? Hay mujeres que por su posición y formación, sobretodo por esto último, deberían ver las cosas claras.... seguro que Soraya ha tenido que pasar por presiones altísimas para llegar a donde está. Luchar por tu hijo debería ser, al menos, factible, para una mujer como ella. No, definitivamente yo no la puedo ver como víctima. Creo que es una gran mujer (al margen de ideologías) y siento en el alma que esa grandeza se desperdicie.
ResponderEliminarSandra, Soraya ha renunciado a lo irrenunciable, porque ella también tenía baja OBLIGATORIA que no ha cogido. Y encima se lo alaban, ¡genial! POr otra parte me parece tristísimo que sea necesario obligar a una mujer a tomarse su baja......... es uno de los terribles efectos del patriarcado en la mujer: mujeres que necesitan "ser obligadas" a maternar a sus hijos. Tristísimo.
ResponderEliminarExacto Laura, es lo que pienso también. Acaba de echar por tierra los derechos conseguidos con años de lucha política, ridiculizandonos a todas las madres que hemos decidido priorizar la crianza en nuestras vidas.
ResponderEliminarPues sí, ecomamá. Por eso este ejemplo es tan dramático: no sólo va a tener consecuencias para el pequeño Iván sino para todos los hijos de todas als mujeres que, gracias al ejmeplo de Soraya y con mucho menos poder que ella, se van a ver obligadas a comportarse igual para "mantener el tipo" delante de sus jefes. Que diferente sería si en lugar de semejante ejemplo nos hubiera dado otro: Soraya priorizando el cuidado de su hijo. Y si tan imprescidible es su presencia durante estos días, Soraya reunida con el niño al pecho o simplemente dormido en el fular. ¿En inviable? NO! SEGURO QUE NO! Sólo hay que NORMALIZARLO!!!! Y ella podría haber dado los primeros pasos para esta normalización.....
ResponderEliminar¡Ay! Silvia, y por lo que parece más complicado lo van a tener a partir de ahora.....
ResponderEliminarMuchísimas gracias Kim!!!! Y muchas gracias por tu premio.
ResponderEliminarBuenas, María, sólo enviarte un saludo; hoy he conocido tu blog gracias a Carmen y me parece estupendo. Hasta pronto!
ResponderEliminarMuchas gracias Esther. Bienvenida!!
ResponderEliminarEmpecé a escribir un comentario aquí y al final decidí hacer una entrada con la respuesta y con mi experiencia. me has servido de inspiración. ahora leo muchos blogs de gente supercomprensiva que apela a la libertad de elección....yo no le quito la libertad de elegir, por supuesto, pero si ella va a estar en un cargo en que se deliberarán estas cosas, puedo opinar que lo que ella aplica NO es lo que yo creo que es mejor para los niños....en fin, te dejo el enlace por si te apetece leerlo: http://comounamanada.blogspot.com/2011/11/sobre-la-conciliacion-y-las-eunucas.html. Me encanta tu blog, yo sólo soy "principianta" pero en esencia sentimos parecido. un abrazo
ResponderEliminarYo no sé si Soraya es una víctima o una verdugo, la verdad. Lo que pienso es que se le está dando demasiada importancia a su proceder, aún no se sabe ni qué puesto va a ser el suyo y ya se la está crucificando. Asumamos que no todas las madres tenemos el mismo interés en la crianza ni en criar de una determinada manera.
ResponderEliminarPor otra parte, a mí eso de que se vaya a trabajar con el bebé, como algunas habéis sugerido, no me parece de recibo ni creo que se le pague para eso. Criar a un hijo no solo es llevarlo de acá para allá pegadito a nuestro cuerpo sino prestarle atención y cuidados en todo momento, sería muy poco serio. Va a dejar una reunión porque su niño se pone a llorar?
Además quién sabe si ahora que va a vivir en sus carnes la separación por unas horas de su hijo, no lucha por una política social mejor?
Es que puedo entender que como madres no nos guste el hecho de que renuncie al cuidado de su hijo tan pequeño pero no sé por qué puede llegar a molestar tantísimo lo que hagan los demás con su vida, no hay que esperar tanto de los demás sino de uno mismo.
Saludos!
María M, molesta porque ella es una representante elegida democráticamente y por lo tanto se le considera un ejemplo a seguir. Acabo de leer un artículo de El País que todavía me reafirma más en este post y me enfada más por loq ue ha hecho esta mujer. Un artículo donde se dicen lindezas como que a los 3 o 4 días de parir ya estamos listas para trabajar, donde todo es hablar de la mujer y su pareja pero NI UNA PALABRA de los hijos que, digo yo, también están presentes en todo este sinsentido.
ResponderEliminarAquí os dejo el enlace por si os interesa http://www.elpais.com/articulo/sociedad/derecho/libertad/ejercerlo/elpepisoc/20111125elpepisoc_2/Tes
En cuanto a lo de trabajar con el bebé pues depende. Un recién nacido colocado comodamente en el fular con su madre hará poco más que comer y dormir. Creo que eso puede ser perfectamente compatible con muchísimos trabajos, aunque con otros no. En este caso creo que sí lo es. Por causas más peregrinas que el llanto de un niño habrán tenido que interrumpir momentáneamente una reunión muchos de estos VIPS, seguro. Todo es cuestión de cambiar de mentalidad y de prioridades. De ser valiente y pensar en soluciones que respeten el derecho DE TODOS. No sólo de estas mujeres tan y tan liberadas que no se pueden permitir dar a sus hijos lo que necesitan. Estoy harta de tanta falsa diplomacia: todo el mundo tiene derecho a criar como quiere.... ya.... hasta cierto punto ¿no? Porque si yo veo a alguien dando una paliza a su hijo le paro "ipsofacto2, faltaría más. Por eso, sabiendo lo que ahora sé, cuando veo a una madre abandonando a su hijo , al menos lo digo y lo señalo.
gemma, en cuanto tenga un momento tranquilo me siento a leer tu artículo. Muchas gracias!!!
ResponderEliminarDe todo lo que he leído por ahí respecto a las últimas andanzas de estas dos señoras, tus palabras son las que más de acuerdo están con mi sentir.
ResponderEliminarMe ha encantado lo que has escrito, tanto lo referente a las necesidades primarias de los niños -en este caso el hijo de la política- como al feminismo alienante de la escritora (y también política, pero de otro color).
No voy a extenderme más, suscribo tus palabras. ¡Ya está bien de ser políticamente correcta!
¡¡¡¡Si Soraya llevara su bebé a las reuniones anticrisis al estilo canguro, y sacara la teta en el Parlamento, ya te digo yo que se marcaría un buen punto a favor!!!! Saludos. (Matriarcal)
ResponderEliminarP.D: Por cierto, creo que tienes un duende en tu Blog: http://sanbruja.blogspot.com/2011/12/mi-blog-tiene-duende.html
ResponderEliminarMe encanta tu entrada. Tienes toda la razón. Estamos desnaturalizando nuestra parte mamífera.
ResponderEliminarmamaconvergente.blogspot.com/
Pues yo creo que en realidad Soraya es una privilegiada. Quiero decir que seguramente la mayoría de su trabajo lo puede hacer desde casa, con su smartphone, su pc, su conexión a internet y su secretari@, mientras tiene a su hijo en brazos o bien cerquita. Igual que una de mis primas corrige exámenes mientras amamanta a su hijo con el fular de porteo.
ResponderEliminarEs un lujo que la mayoría no nos podemos permitir, por desgracia.
De Beatriz Gimeno prefiero no opinar. Creo que tiene un conflicto muy grande con su sexualidad, o que realmente no ha sabido evolucionar con el tiempo y se ha quedado en un feminismo chapado a la antigua, anclada en un pasado que ya está superado.
María
MAría, totalmente de acuerdo contigo. Pongo un ejemplo: si a esta señora, digamos, le hubiera dado un ataque agudo de apendicitis, o algo... que le obligue a estar de BAJA MÉDICA seis semanas, nadie hubiera dicho nada y todo el mundo lo hubiera considerado muy razonable, le hubieran preguntado por su salud y le habrían alabado en su reposo. ¿Pues entonces qué impedimento hay en que se coja las seis semanas postparto obligatorias? Hubiera sido un ejemplo mejor del que ha dado.
ResponderEliminarSaludos, y enhorabuena por el Blog.