jueves, 30 de marzo de 2017

ADOPCIÓN Y MATERNIDAD SUBROGADA: INCOMPARABLES


Llevamos una semanita borrascosa. Y todo por culpa de la feria anual de maternidad subrogada que se celebrará en Madrid a principios de Mayo. Como cada año, dicho evento levanta ampollas, y no sin razón.

Pero este artículo no está destinado a argumentar en contra de esta práctica. Eso ya lo hice en su momento aquí, aquí y aquí. Y más recientemente, este mismo año, entre la multitud de artículos que se han descrito os puedo destacar estos dos:



Este año ya no voy a escribir más sobre este tema. Yo ya he dicho todo lo que tenía que decir. El motivo de este escrito es bien distinto y lo encontraréis en esta petición de Change.org, 


que espero que mucha gente firme, como yo misma he hecho, pero en cuyo penúltimo párrafo podemos leer:

Por todo lo anteriormente expuesto y porque la adopción, así como el acogimiento, son opciones muy viables, infinitamente más generosas y altruistas, y éticamente mucho menos cuestionables para ser madres y padres para todas aquellas personas que deseen serlo, independientemente de la capacidad biológica o la carencia de ella, os invitamos a firmar esta petición dirigida a todos los cargos públicos e instituciones que pueden tener parte en este asunto, tanto en lo que atañe a la concesión de permisos para la celebración del acto, como a los visos de ilegalidad y posible vulneración de los derechos fundamentales que creemos encierra de fondo el contenido del acto.
Parece obligatorio, en todos los artículos que se escriben en contra de la maternidad subrogada, hacer mención de la adopción. Pero yo lo siento mucho: en este contexto me rechina profundamente. Se ha llegado a decir que los que luchan por legalizar los vientres de alquiler deberían hacerlo por agilizar las adopciones. Eso todavía me rechina mucho más. 

¿Por qué? 

Pues porque la adopción, y ya no digamos el acogimiento, no tienen como objetivo que unos adultos puedan ser padres. Por el contrario, el objetivo principal de la adopción es dar unos padres a un niño que no los tiene, y el del acogimiento dar un entorno familiar a un niño que ya tiene unos padres pero, por lo que sea, no se pueden encargar de él. Y esto que parece tan obvio es fundamental para entender que la adopción no es una acción destinada a satisfacer los deseos de los adultos, sino un derecho de los niños. Como efecto secundario, y felizmente, en el caso de la adopción unos adultos que lo desean se convierten en padres. Pero no es el objetivo principal.

Y los complicados trámites necesarios para realizar una adopción están ahí para PROTEGER AL MENOR. Proteger su derecho a que no se trafique con él, a no ser una mercancía que se compra y vende, a no ser separado de una madre o una familia que le quiere, o a caer en manos de unas personas preparadas emocional e intelectualmente para cuidar de él. Estos trámites serán mejores o peores y seguro que tienen muchos puntos oscuros que deberían mejorar. Pero la lucha no debería ser "para agilizarlos" con el fin de que cueste menos que unos adultos sean padres, sino para mejorarlos y garantizar así el bienestar del menor. Si ello conlleva agilizarlos, mejor para todos. Pero no podemos perder de vista el objetivo principar de la adopción: darle a un menor en desamparo unos padres protegiendo, ante todo, su bienestar y sus derechos.

En el caso del acogimiento ni siquiera se pretende que esos niños pasen a ser hijos de los adultos que los acogen, porque esos niños YA son hijos, legalmente, de otros adultos que siguen siendo sus padres. Por eso estos niños suelen necesitar ser acogidos sólo temporalmente, mientras sus padres se recuperan de algún percance, aunque también exista el acogimiento permanente. Pero el caso es que nunca perderán sus apellidos ni su filiación, son hijos de otros, no de los adultos acogedores, con todo lo que esto conlleva para todas las partes, y muy poca gente está dispuesta y preparada para afrontar esta situación. Por eso, a pesar de las enormes colas de espera para adoptar, hay una enorme carencia de familias para acoger. 

Por lo tanto, adopción y acogimiento ni son lo mismo ni deberían ser tratados de la misma manera en ningún texto (como generalmente lo son, ya que los usan prácticamente como sinónimos). No todo el mundo está capacitado (ni emocional, ni moral, ni intelectualmente) para adoptar. Pero todavía mucha menos gente lo está para acoger. Y mientras que el acogimiento sí creo que conlleva una buena dosis de altruismo y generosidad (recuerda: cuidas y amas a unos niños que no son tus hijos, siguen siendo hijos de sus padres a los que, en la gran mayoría de casos, ellos aman como tales, y con los que, generalmente, un día volverán), en la adopción la motivación no es ni mucho menos altruista. Por eso no todos los que están capacitados para adoptar lo están para acoger. Y es que no se adopta para salvar a nadie de nada ni hacer una obra de caridad, sino, de la misma manera que se tienen los hijos biológicos, se adopta por el más absoluto deseo de mater/paternidad y, sobre todo, la más absoluta capacidad de hacer hijo tuyo a un menor que no lleva tus genes y que ya tiene una historia de vida detrás que tú, como madre/padre, no has compartido con él.  

Esta capacidad no la tiene todo el mundo y a los que no la tienen, por el bien de los niños, por favor, ¡que nadie les anime a adoptar! Porque su desbordante deseo de ser padres, junto con su ignorancia, podría convencerlos de hacerlo. Y yo me atrevería a afirmar que los que se lanzan a los vientres de alquiler no la tienen. Estos quieren un bebé de su sangre y, si esto es imposible, al menos engendrado para ellos y que puedan recibir recién parido. Además, tiene que ser sano y, ya puestos, de uno u otro sexo. Lo de que la adopción es tan difícil y cuesta tanto tiempo... bueno, la mayoría de las veces son excusas para acallar conciencias inquietas ¿o no?

Aunque es posible que algunos antes de lanzarse a la maternidad subrogada hayan intentado adoptar, no digo yo que no, pero no fueron considerados idóneos por una u otra razón. Una suerte para ese niño en desamparo que les hubiera caído en suerte, porque alguien que se lanza a la maternidad subrogada no tiene ni pajorera idea de lo que conlleva realizar una adopción y tener un hijo adoptado. Y si lo saben, y a pesar de todo alquilan un vientre para engendrar un hijo, es que son muy mala gente. Y si no leed las certeras palabras de la psiquiatra neonatal Ibone Olza en el artículo que antes os he enlazado:

Comparar adopción y subrogación me parece especialmente tramposo. El abandono o rechazo que precede a la adopción, es decir, que una madre (¡y un padre!) abandonen o no se hagan cargo de su bebé, es algo que, si eres el/la hijo-a “te pasa”. Que decidan gestarte en el vientre de una madre de la que te separarán nada más nacer es algo que “te hacen”. En el primer caso, adopción, tu familia adoptiva reparará ese daño aceptándote y queriéndote. En el segundo, subrogación, tu familia decide hacerte pasar por ese embarazo y parto con separación posterior causándote ese daño de la separación, poniendo por encima de todo su presunto derecho a ser padres. (1)


Por lo tanto, ni la adopción, y mucho menos el acogimiento, son sustitutos ni de la maternidad subrogada ni de la maternidad biológica. O no lo deberían ser. Y, precisamente, que exista la maternidad subrogada es prueba de ello. Otra cosa es que históricamente hayamos entendido muy mal lo que es la adopción, y por eso todavía se piense que puede ser un sustituto ideal de la aberrante maternidad subrogada. Pero no, no nos equivoquemos. 

Ni lo es ni lo podrá ser nunca. 

La maternidad subrogada es un sustituto de la maternidad biológica. La adopción tiene su propia categoría y es una alternativa a la maternidad biológica para ser padres. No un sustituto. Una alternativa, una variante, otro camino. Espero que se entienda la diferencia bien. 







(1) Las negritas son mías.




martes, 7 de marzo de 2017

INVESTIGACIÓN SOBRE SUEÑO INFANTIL Y LACTANCIA MATERNA. AYÚDANOS A CAMBIAR EL PARADIGMA.




En el marco del grupo de investigación de Lactancia Materna-Psicología Perinatal de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) [grupo creado bajo el amparo del convenio de colaboración de dicha universidad con el instituto de salud Carlos III (IMIENS)] estamos llevando a cabo una investigación sobre el sueño infantil y la lactancia materna codirigido por las doctoras Ana Lisbona, Ibone Olza y yo misma.

Buscamos padres y madres de niños y niñas para responder a un breve cuestionario. Aunque lo ideal es que sean menores de 6 años, el cuestionario puede contestarse de manera retrospectiva para aquellos niños más mayores, hasta 10 años.

Para abrir el cuestionario haz click sobre la imagen






Al finalizar el cuestionario se ofrecen una serie de consejos sobre el sueño infantil y la lactancia materna y se participa en el sorteo de un libro sobre el sueño infantil.

Los interesados en los resultados del estudio, podéis enviar un email a: amlisbona@psi.uned.es indicando en el asunto RESULTADOS SUEÑO INFANTIL

Gracias de todo corazón por tu participación




sábado, 4 de marzo de 2017

QUE NO TE ENGAÑEN. TU BEBÉ NO MURIÓ POR TU CULPA.

Fuente de la imagen: La Demajagua

Hoy leo en los blogs de Consulta de Lactancia y Lact App sobre el dramático caso de un bebé supuestamente muerto por deshidratación debido a la hipogalactia de su madre y, como a cualquier asesora de lactancia, el tratamiento que se le ha dado en los medios me produce nauseas y un "cabreo" (con perdón) difícilmente controlable. Pero, además, en esta noticia hay algo terriblemente dramático que duele hasta físicamente: el sentimiento de culpa que destila cada una de las palabras de la madre en el artículo original, que no os enlazo porque paso de dar visibilidad a una fundación dedicada a desacreditar la lactancia materna, como es Fed ist Best, en cuya web la madre del bebé hizo público su caso 5 años después de que sucediera. 

Así que desde este blog, mi casa, necesito expresar  mi dolor por esta madre, y explicarle que no, 

que le han engañado, 

que la culpa no fue suya,

ni de lejos.

Querida Jillian, ellos, el personal sanitario que te atendió en el postparto, son los único culpables. Ellos tenían la responsabilidad de controlar el establecimiento de la lactancia, y deberían haber estado preparados para identificar los signos de alarma de que el bebé se estaba deshidratando. La más novata de las monitoras de La Liga de La Leche lo debería estar, así que asumo que los profesionales con más razón. Nunca deberían haberte dado el alta en las condiciones en las que te la dieron, y que no profundizaran en hechos como que tu bebé no mojaba los suficientes pañales, o que lloraba todo el rato a pesar de estar en tus brazos mamando a demanda bien enganchado al pecho, no tiene perdón y es absolutamente incomprensible.

Querida Jillian, la lactancia materna no tuvo la culpa, como el hecho de que un corazón lata no tiene la culpa de un paro cardíaco. La lactancia materna es lo natural, es el comportamiento de base, es para un bebé como respirar con sus  pulmones, que su sangre sea impulsada por su corazón o que sus riñones produzcan su pipí. Lo normal es que los bebés nazcan y todo esto funcione bien. Pero en un pequeño porcentaje no lo hace, y por eso parimos acompañadas de personal sanitario que, en teoría, está preparado para reconocer las señales que indican que algún órgano - los pulmones, el corazón o el pecho de la madre- no funciona bien, e intervenir a tiempo para que no se produzcan males mayores. 

Por eso, si un bebé nace con problemas cardíacos, renales o pulmonares, el personal sanitario debería estar entrenado para advertirlo y darle lo antes posible el apoyo tecnológico necesario para que continúe viviendo. Pero entenderás que a nadie se le ocurre que, nada más nacer, cada criatura sea conectada a un aparato de diálisis o a un corazón externo "por si acaso". Así que ese "mejor consejo que te dieron"  en el hospital al que llevasteis a vuestro bebé tras la parada cardiaca, de que "siempre hay que dar un biberón de leche artificial tras la toma para asegurarnos de que el bebé se está alimentando bien" fue un consejo nefasto y ni de lejos el mejor que se puede dar. Porque eso es mentira. Lo que hay que hacer es saber reconocer las señales que te indican que el bebé se alimenta bien o no se alimenta bien (como se reconoce si un bebé está sano o, por el contrario, sufre insuficiencia cardiaca o renal) y, sólo en el caso de que no se esté alimentando bien, intervenir. 

Pero dar un biberón a todos los bebés "por defecto" va en contra de su salud y está absolutamente demostrado que el mal que produciría semejante acción no compensa este supuesto efecto preventivo, que en realidad no es tal porque, te aseguro y te repito, cualquier profesional medianamente competente debería ser capaz de reconocer un bebé de tres días en proceso de deshidratación mucho antes de que se produzcan daños graves o irreparables. 

Así que, querida Jillian, la culpa no fue tuya. Tú hiciste lo que tenías que hacer: Darle el pecho a demanda. Recibiste consejos nefastos, entre los cuales está ese tan peligroso que normaliza el llanto de los bebés. Porque no, no es normal que un bebé en brazos de su madre y amamantado a demanda llore. En esta cultura en la que lo normal es que el bebé sea y se mantenga separado de su madre y alimentado a no-demanda, hemos normalizado su llanto hasta un nivel francamente peligroso, porque el llanto es una señal de alarma y te aseguro que no es "normal". Si un bebé llora hay que mirar por qué. Si un bebé llora continuamente al segundo día de vida a pesar de estar en brazos de su madre y mamando correctamente y, encima, tiene signos de deshidratación (¡como que no mojó ningún pañal!!!!!), NO ES NORMAL, hay que analizar a ese bebé y esa madre con más profundidad y, desde luego, no se le puede dar el alta.

Fuente de la imagen: MadresHoy
Y cuando la lactancia no funciona se debe intervenir, por supuesto. Claro, que la leche artificial debería ser la última opción. La primera, tras el pecho de su madre, es la leche humana donada. Por eso sería importante conseguir que en todos los hospitales con maternidad hubiera un buen banco de leche. En una sociedad con una cultura de la lactancia bien establecida esto sería lo normal. Como también sería normal tener profesionales capaces de identificar un bebé deshidratado y desnutrido durante los primeros días de vida debido a problemas reales con la lactancia, y diferenciarlo de las falsas alarmas continuas que hoy en día hacen que un número innecesario de bebés reciban lactancia mixta desde el nacimiento. En la nuestra, evidentemente, no lo es. 

Y encima, que en lugar de que esta tragedia sirva para llamar la atención sobre la falta de formación en lactancia materna de los profesionales, haya por ahí una fundación (una tal Fed is Best, en "honor" a la campaña Breast is Best que pretenden desacreditar) dispuesta a utilizaros, divulgando vuestra tragedia de manera sesgada e interesada con la única finalidad de desacreditar la lactancia materna exclusiva y conseguir que todos los bebés reciban lactancia mixta (serían muchos beneficios económicos, ¿verdad? ¡Guau!!! seguro que las compañías de alimentación infantil lo notarían) es descorazonador e inaceptable. Con todas las vidas que se ha llevado la alimentación con leche artificial por delante, no hay derecho, no hay derecho y no hay derecho a que todavía se cuestione una verdad incuestionable:

LO MEJOR PARA EL BEBÉ HUMANO ES LA LECHE HUMANA

Y punto. El que se atreva a decir lo contrario debería ser denunciado y condenado, igual que condenaríamos a cualquier loco que propusiera conectar a los bebés sanos a una máquina de diálisis por si sus riñones no funcionan, o porque así nos evitamos complicaciones y es más fácil.

Así que en memoria de todos los bebés que han muerto por culpa de la falta de leche materna humana, debido a la pérdida de la cultura de la lactancia que tanto esfuerzo nos está costando recuperar, yo reclamo:

La existencia de profesionales REALMENTE bien formados en lactancia materna.

La existencia de bancos de leche humana en cada hospital y centro sanitario con maternidad.

Y, ya puestos, pena de cárcel para los fundadores de esa impresentable fundación Fed ist Best y todo el que ose poner en peligro la vida de más bebés a base de desinformar a la población.