Pero no voy a criticar nada; sólo voy a hacer una versión personal de su artículo porque creo que en muchas ocasiones basta con cambiar un poquito el escenario y los personajes y las cosas se ponen solitas en su lugar, o incluso caen por su propio peso. De hecho, este método ni siquiera es original ya que lo he visto utilizado en innumerables ocasiones, siendo la primera en el libro de doctor Carlos Gonzalez, Bésame mucho.
El artículo en cuestión se llama Los padres estatua y encuentro que es una punzante crítica a la necesidad que tienen nuestros hijos de estar junto a nosotros incluso por la noche. Mi versión personal se llama Los esposos estatua. Supongo que ya sabéis por donde irán los tiros, pero os animo a que sigáis leyendo, a ver que os parece.
Antes de empezar a leer quiero que os imaginéis que la trama transcurre en un mundo diferente al nuestro: un mundo al estilo del de Huxley, pero que en honor a nuestro especialista en sueño infantil preferido lo llamaré El Mundo Feliz de Estivill. En este mundo no existen las "camas de matrimonio". En el mercado sólo hay camas de 80 cm porque ¿Para que hacer camas de matrimonio si dormir sólo es lo normal y lo saludable? ¿Quién querría dormir con su pareja? Al fin y al cabo los amorosos padres de esta hipotética sociedad se esforzaron muchísimo en acostumbrar a sus hijos a dormir solos así que, cumpliendo los sueños de muchos especialistas sobre sueño infantil, toda la población duerme felizmente sola, siendo casi incapaz de conciliar el sueño en compañía. Pero por desgracia existen "excepciones" a la regla. Tal vez adultos cuyos padres no tuvieron estómago para aplicar los métodos necesarios para que sus hijos aborrecieran dormir con alguien. Y claro, estos adultos causan problemas muy graves en un mundo donde sólo existen las camas de 80 cm.
En este contexto, la doctora especialista en sueño, Santienela Marionona, escribió este artículo para una conocida marca de colchones de camas de 80 cm.
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LOS ESPOSOS ESTATUA
Mucho se ha escrito sobre lo inadecuado de dormir con la pareja, pero hay un silencio sepulcral en lo que ocurre por las noches en muchas alcobas. Sí, sí, por la noche no todo el mundo puede dormir sin su esposa/esposo. Si pudiéramos filmar en plan “Gran Hermano” lo que sucede en los domicilios, nos quedaríamos pasmados de lo que pasa. Tanto que no podrán creer anécdotas como las siguientes.
Resumen general de muchas historias parecidas. Una mujer, desde recién casada siempre ha querido dormir con su marido. Éste, amoroso y para “dormir sin lágrimas” le ha dejado años para que “no sufriera”. Pero claro, la señora se fue haciendo mayor (o sea, engordando), ocupaba más espacio, se movía o hacía ruidos (todos sabemos que con la edad se ronca más). Pero lo que prevalecía era que ella estuviera confortable. El marido trabajaba duro y necesitaba descansar como el agua de mayo – por cierto, este año poca. El marido decidió que quería descansar y punto. Solución: sacó a su madre del dormitorio donde descansaba y la envió a dormir al sofá del salón. Después cogió su cama y la juntó a la que él compartía con su esposa (recuerdo: cama de 80 cm de ancho porque eso es lo único que se vende en este mundo imaginario). Él con su mujer en dos camas de 80 cm unidas y la abuela en el sofá. Así todo el asunto se resolvió y hubo paz familiar. Y colorín, colorado….
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Desde nuestra "saludable" sociedad, donde los esposos no sólo tenemos permitido desear dormir juntos, sino que además se considera que es lo natural y lo más recomendable, podemos ver que el problema de las pobres parejas de este hipotético Mundo Feliz de Estivill se solucionaría con la existencia en el mercado de nuestras maravillosas camas de matrimonio de 1.60, 1.70 y hasta 1.80 de ancho (y en algunos casos tal vez unos tapones para los oídos).
Y ahora me gustaría que os imaginarais otro mundo hipotético, al que llamaremos El Mundo feliz (sin más) en donde dormir en compañía es lo recomendable y lo natural PARA TODOS. Así, cuando una pareja se convierte en familia, se ve como lo más natural del mundo que cambie su estrecha cama de matrimonio (de hasta 1.80) por una amplia y cómoda Cama Familiar. Y es que en el mercado tienen de todos los tipos y tamaños para poder cubrir la demanda de todas las familias: desde las de los hijos únicos (desde 2 metros) hasta las de familias numerosas (incluso más de tres metros).
Los habitantes del Mundo Feliz (sin más), leen escandalizados los consejos de doctores como Ferber o Estivill y ante artículos como el del doctor García Tornel menean la cabeza, incrédulos de que nos empeñemos en dormir en simples y pequeñas camas de matrimonio cuando ya somos familia.
Pero lo que más gracia les hace, con diferencia, es nuestra falta de fantasía a la hora de tener relaciones sexuales. Para ellos la cama es para dormir, disfrutando de la presencia de las personas que más quieres y más te necesitan. Para el sexo puro y duro, el cual gustan de disfrutar en la intimidad igual que nosotros, tienen otras cómodas estancias en la casa (entre la que se encuentra la que posiblemente nosotros utilizaríamos como dormitorio de los niños).
Yo creo que me hago las maletas y con vuestro permiso me voy al Mundo Feliz (sin más), que me da que no sólo dormiremos mucho mejor (por fin encontraré la cama de mis sueños "familiares") sino que viviremos también muchísimo mejor porque una sociedad donde los hijos reciben de sus padres ni más ni menos que lo que necesitan, tiene que ser una sociedad mucho más agradable para vivir que la nuestra.
Es pura lógica.
yo tambien me traslado al Mundo Feliz
ResponderEliminar¿María me permites ser un poco soez? Es que me fatidia sobremanera ciertas expresiones tan sumamente "polite" como que cuando los niños duermen con los padres éstos "no tienen intimidad" o, como dice el Dr. Santi "como van a tener más niños".
ResponderEliminarA lo largo de la historia hay miles de ejemplos de sociedades en las que la familia cohabita en un sólo espacio, con niños, suegros, padres, animales..... y tienen más niños, o sea, que follan ( y perdón por la expresión pero es que es lo que todos tienen en mente y no dicen)
La cama de mi hija está en la habitación que cualquiera demonimaria como "principal", es decir, la de mi marido y mía. Y dormimos todos juntos.
¿Nuestra vida sexual? Pues con más imaginación que la de antes, más expontánea (no esperamos a irnos a la cama), disfrutamos del sofá, de la alfombra frente a la chimenea..... de mil y una cosas. Sinceramente espero no quedarme embarazada a estas alturas de mi vida.....
Que empeño en obligar a un niño a dormir solo cuando lo único que nos impide es tener una actividad sexual..... o eso se creen.....
Hola María,
ResponderEliminarEl artículo es meterse en temas privados que a nadie más que a la pareja y a la familia le incumben (y con bastante poca gracia por cierto)Podría decir más cosas al respecto pero… no merece la pena gastar letras.
En esta temática siempre me resulta curioso que hasta que no tuve un hijo a nadie se le ocurrió preguntarme como dormía, con quien, donde y cuando practicaba sexo, en dónde… Básicamente porque si lo hubieran hecho se hubieran llevado como poco un cortazo. Parece ser que por tener un hijo algunas personas se dan la licencia de convertirse en meticonazos y mal educados.
Por lo demás, me he quedado muy sorprendida al leer el artículo de este doctor. No lo conozco personalmente pero el Hospital Sant Joan de Deu es conocido por el trato respetuoso que tiene para las familias que practican una crianza “más alternativa” y apegada…
Ahora lo que ya para pensar (mal) un ratito es que un médico opine sin base científica sobre el sueño infantil en una web que vende colchones… ojo, que opinar podemos hacerlo todos, pero ¿a qué viene nombrar en un recuadro en la cabecera del post sus título de doctor jefe clínico de pediatría y de profesor universitario?… creo que organizar dormitorios ajenos se sale de su especialidad…
Belissa, Xiao y MaGIA, muchas gracias por vuestros comentarios. Xiao, tienes toda la razón, no es la primera vez que un doctor (en general hombre, aunque podría ser sólo casualidad) muestra su preocupación por la salud sexual de la pareja que colecha con sus hijos........resulta realmente gracioso, al menos para mí, la falta de imaginación de la gente je,je,je.
ResponderEliminarMaGIA, a mi también me ha sorprendido leer a este doctor diciendo estas cosas porque hasta ahora tenía buenas referencias de él...
Hoy he recibido un post de la empresa de colchones anunciándome que su intención no era ofender a los que colechamos, acción que respetan totalmente, y por lo tanto retiran este post. Me ha sorprendido esta respuesta, desde luego, pero me alegro de que lo hagan así. Tal vez su siguiente paso sea empezar a comercializar colchones para camas familiares..... a ver si se animan y me solucionan un problemilla a mí y seguro que a muchas otras familias... :o)