viernes, 18 de febrero de 2011

TRES CONCEPTOS IMPORTANTES (I): IDENTIDAD

No quería escribir más sobre el tema de la adopción, de mi adopción. De hecho llevo una semana intentando escribir un artículo sobre la lactancia, para apoyar la campaña de Jesusa, pero es evidente que la elección del tema sobre el que escribo no es del todo voluntaria porque no he tenido la mínima inspiración sobre lo que quería escribir. En cambio mi cabeza no ha dejado de dar vueltas sobre todo lo que se está hablando últimamente sobre las ya tristemente famosas “adopciones irregulares” (me niego en redondo a sumarme a la corriente que quiere calificarlas como “robo de niños” antes de demostrarse nada). Debe de ser mi inconsciente el que me empuja a seguir con ello, a sacar mis sentimientos y opiniones y plasmarlos en la pantalla del ordenador. 

Y no me extraña. Con todo lo que se está diciendo en los medios de comunicación no puedo dejar de pensar y reflexionar sobre cosas que me están afectando mucho más de lo que yo quisiera. He oído declaraciones que me han producido sentimientos que sólo puedo definir como "repugnacia". Sí, así de fuerte.

Este será el primero de tres artículos en los que quiero dejar reflejados mis sentimientos y opiniones respecto a tres conceptos de los que últimamente se ha hablado mucho. Empiezo con el primero: la identidad. 

----------------------------------------

1- IDENTIDAD

Se quien soy y como me llamo. No tengo problemas de identidad. Esto, que parece una afirmación bastante obvia para la mayoría de la gente, en mi caso sorprenderá a algunas personas. Muchas dirán que lo que tengo es un problema no resuelto y oculto de no aceptación de mi realidad. Tal vez tengan razón, pero el caso es que yo nunca he dudado de mi identidad, aunque no conozca a mi familia biológica.

¿Me falta algo? ¿Es de verdad tan importante saber de donde viene mi herencia genética? De toda la vida el “link” genético que une a padres e hijos, o a los integrantes de una misma familia, se ha considerado algo absolutamente fundamental: la base de la relación existente entre los diferentes miembros. Pero teniendo en cuenta que las similitudes genéticas entre todos los seres humanos de este planeta son tales que ni siquiera podemos hablar de razas ¿Es realmente tan importante de quién me viene a mí el DNA de cada uno de mis cromosomas?

Bajo mi punto de vista, los genes que yo he heredado son como los ladrillos de una casa. El ambiente en el que me he criado es el constructor, el que ha puesto los ladrillos en orden y concierto para construirme como persona. Es indiscutible que la María Berrozpe actual es absolutamente irrepetible y nunca se hubiera desarrollado de criarse en otro ambiente. Si el bebé que nació hace 40 años no hubiera sido puesto en manos de E y B, 40 años más tarde sería otra persona, no sólo llamada de otra manera, sino también con otra forma de ser,  e incluso otro  físico diferente a mi yo actual (más gorda o más delgada, más rubia o más morena, con la piel mejor o peor, e incluso más alta o más baja).  

Para creerse esto no hace falta más que fijarse en las diferencias tanto físicas como psicológicas que existen entre los gemelos univitelinos. Cualquier padre de gemelos idénticos os dirá que existen diferencias obvias entre ambos. A pesar de que mi herencia genética es la que es y muy difícilmente hubiera cambiado (aunque por supuesto existe la posibilidad de mutaciones puntuales con más o menos efectos), su expresión admitía desde el principio numerosas posibilidades, y con esto jugó el ambiente donde me crié, crecí y me desarrollé, para hacer de mí la persona que soy hoy en día.

Lo cierto es que el mundo científico lleva muchos años intentando discernir entre lo que es producto del ambiente y lo que es hereditario. Y las cosas no deben de ser tan obvias porque, a pesar de los cientos - o incluso miles- de estudios dedicados a este tema, todavía se han llegado a pocas conclusiones inamovibles. Las grandes dificultades que en ocasiones se están encontrando para determinar que gen o genes están detrás de tal o cual característica y los numerosos estudios que demuestran como factores ambientales que anteriormente no se tuvieron en cuenta, eran en realidad los determinantes para desarrollar unas determinadas características o tendencias (como los últimos descubrimientos en salud primal, los cuales indican que el ambiente intrauterino es absolutamente determinante para la salud física y psicológica del individuo), parecen subrayar  la importancia del ambiente en detrimento de la herencia genética como único factor determinante (*).

El otro día, mi ciber-amiga Chus me preguntaba por qué los hijos adoptados, cuando se ponían a buscar, buscaban siempre a la madre. Supongo que es porque, ya intuitivamente, sabemos que la conexión con ella va mucho más allá de 23 cromosomas (además del ADN mitocondrial, pero eso ya es rizar el rizo) que compartimos. Fuimos concebidos dentro de ella, y en ella vivimos nuestras 40 semanas de gestación. Durante ese tiempo estuvimos absolutamente fusionados con ella. Todo nos afectaba: desde lo que comía hasta lo que sentía y pensaba. Y todo nos influyó: nuestros programas genéticos se activaron de acuerdo a ese ambiente donde nos estábamos desarrollando, intentando prepararnos para el ambiente exterior que nos recibiría tras el nacimiento. Así que, de la misma manera que si ella no comió lo suficiente durante la gestación nosotros podríamos tener ahora cierta tendencia a engordar,  si ella estuvo nerviosa, angustiada o triste nosotros podríamos tener una capacidad para reaccionar ante el estrés o para ser felices completamente diferente a la que hubiéramos tenido de vivir el embarazo con optimismo, confianza y felicidad.

Creo que todos los adoptados somos conscientes de que ella, mas esos 9 meses que compartimos, siguen presentes en nuestra vida actual y podrían explicarnos muchas cosas. Y algunos necesitan esas explicaciones. A otros, simplemente, nos gustaría tenerlas. Pero, al menos a mí, ignorarlas no me supone un problema de identidad.

Admito que en mi vida he tenido dos madres: una 40 semanas y la otra (hasta ahora) 40 años. Gracias a la primera he tenido la oportunidad de vivir. Como bien dice mi otra ciber-amiga, Beatriz, ella me dio la OPORTUNIDAD. Y la segunda me ha dado LA VIDA, mi vida. Soy quien soy gracias a ella. Ella es MI MADRE. Así de simple. Actualmente sólo tengo una madre y esa madre es ella: la que me ha criado, sostenido, nutrido, dado todo por mí  y amado profundamente durante toda mi vida.

En cuanto a él, para mí no tiene más importancia que la que tendría el donante de semen para cualquier hijo producto de la inseminación artificial o la fecundación”in vitro”.  De él sólo me quedan otros 23 cromosomas que así, sin más influencia por su parte, no me significan demasiado. Como he dicho anteriormente: sólo son unos millares de ladrillos (=genes) en cuya utilización (=expresión) han influido otros muchos factores, factores que durante mi vida han tenido mucho más peso que él. Es absolutamente incomparable la importancia de ese desconocido con la de mi PADRE: ese señor que lleva conmigo los 40 años de mi vida educándome, nutriéndome, sosteniéndome, enseñándome, compartiendo todo conmigo, haciendo todo por mí y amándome con locura. Cuando miro los ojos increíblemente azules de mi padre me siento absolutamente identificada con él, parte de él y “producto” de él (Lástima que, precisamente el color de ojos, si que está determinado al 100% por los genes).

Un día leí a un adoptado que decía que él no compartía los antepasados de su familia (adoptiva). Yo no estoy de acuerdo. Tras cuarenta años de crianza inmersa en mi familia, mis antepasados son los suyos. Mi herencia es la suya. Sus historias han llenado los cuentos de mi infancia, sus tradiciones se han convertido en mis tradiciones, sus enseñanzas pasadas de generación en generación hasta llegar a mis padres, se me han transmitido a mí. Ahora yo también soy producto de ellos. He heredado sus sombras y sus luces, para bien o para mal. De mis antecedentes biológicos sólo me queda un puñado de genes, de alelos que, con toda seguridad, muchos serán compartidos por mi verdadera familia actual. Al fin y al cabo toda la gran familia humana estamos emparentados, así que si nos vamos suficientemente atrás en el árbol genealógico, seguro, segurísimo, que llegaremos a antepasados comunes para mis dos familias: la biológica y la verdadera.

Y SÍ: digo VERDADERA. Porque mis verdaderos padres y mi verdadera familia son los que tengo. Independientemente de los papeles que acompañen a mi proceso de adopción e independientemente de los intermediarios involucrados en el mismo, mi familia es mi verdadera familia. A mí nadie me ha engañado nunca así que, tal vez por eso, no tengo ninguna sensación de “falsa identidad” como últimamente he oído mucho (demasiado) en los medios de comunicación. A mí estas palabras como “falsos padres” o “falsa identidad” me chirrían en los oídos.

¿Qué me gustaría conocer a mis progenitores biológicos? Puede ser. Tal vez no esté preparada para aceptar algunos de los posibles dramas que pudieron haber llevado a mi concepción (como violaciones o incesto), pero si mi caso es uno más de los que seguro son la gran mayoría - mujer joven y soltera que se embaraza del noviete de turno -  estaría encantada de conocerles, especialmente a ella, y me haría mucha ilusión tener hermanos biológicos (aunque ya nunca podrían ser hermanos a secas). Pero no conocerlos no me supone ningún problema de identidad.

Se que muchísimos adoptados no coincidís en todo esto conmigo. Otra de mis nuevas ciber-amigas, María “San Ramón”, (coordinadora de la plataforma de afectados en la clínica San ramón, hija adoptada y futura madre adoptiva, por lo que es una mujer que sabe de lo que habla) siempre le da una importancia fundamental a la necesidad del adoptado de conocer a su familia biológica para construir su identidad. En la página web de dicha plataforma hay una frase:

Sin raíces  no hay hojas

 En eso estoy de acuerdo pero para mí mis raíces no están sólo asentadas en mis antecedentes biológicos. Mi familia también me ha provisto de raíces al compartir las suyas propias conmigo.

Actualmente, los adoptados que tienen más visibilidad suelen ser los que consideran necesario e imprescindible conocer a sus familias biológicas, ya que  para lograr su objetivo se mueven mucho en los diferentes medios de comunicación. Eso hace que parezca que todos sentimos y pensamos así. Bueno, pues aquí he plasmado mis sentimientos en este tema. Estoy segura de que otros muchos sentirán también como yo. 

25 comentarios:

  1. María una pregunta: ¿Tú eres la María con la que estuve intercambiando comentarios en el blog de Ileana durante mi último embarazo?
    Has dejado algún comentario en mi blog que quería contestarte, sobre las vacunas etc...pero nunca pensé que fueses la misma.
    Bueno me dices y salgo de dudas. Un fuerte abrazo...¡¡¡te debo unas cuantas respuestas!!!

    ResponderEliminar
  2. Qué buena reflexión, me hace pensar muchas cosas, y aunque no vivo una situación siquiera parecida, me hizo pensar en varias cosas de mi vida:

    Primero, la familia no sólo es la biológica, yo tengo a mis padres verdaderos que son los biológicos, y como bien dices, no son verdaderos por ser biológicos, sino porque han estado conmigo siempre! Pero en mi familia, siento que también están algunos amigos, que a fuerza de soportar tormentas y festejos por muchos años, ya siento que no podría separarme de ellos. Con mayor razón, tú tienes totalmente razón en sentir que esa familia verdadera no son sólo tus padres, sino todos los antepasados.

    Segundo, en una ocasión, una persona me dijo que "ya me conocía" porque resultó que conocía a algunos familiares, a lo que yo contesté "no, conoces a mi familia, que es distinto"... en mi caso, esos familiares por muy sanguíneos que sean, no representan una parte de mí.

    Tercero, cada persona es distinta, y la necesidad de conocer o no su pasado, también lo es. Soy madre soltera, así que me pregunto con frecuencia si mi hijo querrá conocer un día a su padre biológico, y cómo haré para manejar esa situación. Pero, aún no se si querrá conocerlo. Conozco hijos de madres solteras que nunca quisieron conocer a su padre biológico, al igual que otros sí lo han querido conocer. No se sus razones, sólo se que su decisión fue diferente.

    En fin, ya me extendí un poco, pero es que diste mucho tema!

    ResponderEliminar
  3. Si Paloma, soy yo...... Me alegro mucho de verte por aquí y volver a conectarme contigo!!!!! La historia de vuestro Kai me impacto muchísimo, y os admiro profundamente por la manera en que enfrentasteis todo. Desde aquí te mando, os mando, un fuerte abrazo.

    Gracias por tu comentario Bere. Es verdad, no hace falta ser adoptado para saber que los "lazos de sangre" no son imprescindibles para desarrollar un verdadero amor.

    ResponderEliminar
  4. María me gusta leerte, la claridad con la que expresas tus sentimientos es admirable, se te nota tranquila y en paz. Al fin y al cabo eso es lo importante.Gracias por darnos otra visión de un tema que desconozco por completo. Un besazo

    ResponderEliminar
  5. Gracias María, estoy segura que en cuanto pase un tiempo volveré a escribir posts dentro del tema central de este blog que es la crianza, aunque también un poco la maternidad en general .... y la adopción está intimamente ligada a la maternidad también, así que espero que estos post sean útiles a madres/padres adoptivos e hijos adoptados...... siempre puede ir bien leer como se sienten otras personas en una situación dada.....

    Por ahora mi cabeza está llena de todo esto y sacarlo me sienta muy muy bien.

    ResponderEliminar
  6. Yo soy cada día más "ambientalista".

    Creo que la genética (que durante un tiempo me encantó y obnubiló) no es nada, sin la influencia del ambiente.

    Hoy se sabe que en el embarazo, el "entorno" también determina qué genes se activan y cuáles no.

    Algún día nos daremos cuenta que la materia y la energía son inseparables, o sea, que la genética y el ambiente son las dos caras de una misma moneda.

    Me alegra mucho que escribas sobre estos temas, María. Creo que hay muy poco escrito sobre ello, quizás deberías plantearte escribir un libro sobre estas cuestiones tan importantes de la adopción ;-)

    Besos!!!

    ResponderEliminar
  7. Ja,ja, un libro!!!! No, no soy quién. Lo mío sólo son reflexiones personales.......

    ResponderEliminar
  8. BEATRIZ BENEITEZ PEREZ20 feb 2011, 23:24:00

    Totalmente de acuerdo contigo María, como casi siempre, sabes lo que nos pasa a ti y a mi, que hemos logrado ser "ingertadas" e "ingertarnos" en nuestras familias, de forma que somos como somos por esa mezcla tan rica entre nuestra genetica y nuestro ambiente, hemos crecido gracias a las raices de nuestra familia por adopción, porque así lo quisieron ellos y así lo disfrutamos nosotras, seguimos siendo nosotras, con nuestras diferencias geneticas más o menos identificables, a veces invisibles a veces insalvables, y nuestros frutos son como nosotras a nivel genético, pero tenemos las mismas hojas, la misma savia que el resto del arbol familiar, nos alimentamos de los mismos nutrientes y bebemos el mismo agua.
    La diferencia con otras personas que han sido adoptadas, es que se han quedado "transplantadas", y en una maceta, próximas a su familia pero sin que unos y otros hayan entrado a formar parte los unos de los otros. Y en consecuencia carentes de identidad, ni genetica ni ambiental, la genética frustrada por la falta de raices y la ambiental frustrada por la falta de alimento común.

    ResponderEliminar
  9. He leido tu comentario sobre los "niños robados" coincido contigo en que la cantidad de casos es alarmante, pero te voy a hablar solo de mi caso. Actualmente está siendo investigado sin que hayamos puesto la denuncia, es decir "de oficio" por parte del fiscal. Tengo pruebas feacientes de personas con parentesco inventado y médicos que no los son tanto e informes distintos de un mismo hospital. Tambien coincido contigo en que si encuentro a mi hermano, ya no seremos hermanos y no será así porque otras personas lo quisieron, él era un niño muy deseado por sus padres y sus 3 hermanas y nos privaron de eso, y mi madre lleva penandolo 29 años, respeto la vida que puede haber llevado porque es la unica que ha conocido, pero (perdón por la palabra) ¿se tiene que volver a joder mi madre otra vez porque su hijo no la quiera conocer? ¿la tienen que volver a pisotear como un dia ya hicieron? en estos casos solo hay una victima y esa es la madre. Espero de corazon que esos hijos adoptados esperen a tener motivos de salud para buscar a su familia biologica.

    ResponderEliminar
  10. Ufffff, no sé si comentar tu post o el comentario de Beatriz.
    Mi hija es China; su genética la hace diametralmente diferente a nosotros. Pero es parte de nosotros, nuestras raices son las suyas, nuestros antepasados son los suyos. Su vida se está construyendo con la nuestra, se la estamos dando nosotros, sus padres, su familia, su verdadera familia. Y será lo que sea por que se habrá construido aquí, con nosotros.
    Tus palabras, María, como siempre que tratas este tema, me emocionan profundamente, por que siento que es a lo quiero llegar como madre junto a mi hija.
    Gracias.

    ResponderEliminar
  11. Soy María de "San Ramón", compañera de antecedentes en adopción de M. Berrozpe y como me ha citado quiero aportar información a esta reflexión.
    La búsqueda de orígenes se empieza a hacer de niño, cuando empiezas a preguntar a tus padres sobre qué ocurrió, por qué tú fuiste abandonado, por qué otros niños se crían en una familia biológica y tú no, tú preguntas si tus padres propician el debate y te cuentan tu historia. Si cada vez que lo haces aprecias que les incomoda de alguna manera, acabas por dejarlo.
    Los adultos adoptados de hoy en día, casi al 100% han vivido en su familia la adopción como un tabú. No se trata de decirle al niño "eres adoptado" sino de explicarle su pasado y hacer que encaje su historia como parte de él de forma positiva (incluidas violaciones, incestos etc... y los mayores no estamos exentos de ellas)
    Una cosa es preferir pensar que vienes de aquí o allá y otra poder enfrentarte a la realidad. Para eso hay que estar preparados. Y es un planteamiento que todo el que empieza la búsqueda activa debe tener en cuenta.
    Estas adopciones irregulares borraban el origen y el pasado del niño. Antes se entendía que una buena adopción era la que "castraba" al niño de su origen y filiación, la fabricación de "expósitos" que se ha hecho durante tantos años en España, hoy en día es una buena adopción la que se acompaña de un exhaustivo informe sobre su historia y situación familiar.
    Se ha estado biologizando en exceso la adopción, hoy en día nos educan para darle la importancia que tiene. ¿Sabéis que nos han enseñado en los cursillos de preparación que existe la herencia cultural y tambíen la heredan los niños adoptados fuera del país?
    Tu identidad como persona adoptada no excluye las vivencias que corresponden con tu familia adoptiva o lo que has desarrollado dentro de ella, se trata de a la identidad que ya has desarrollado, añadirle lo que le falta, la parte biológica (la pieza del puzzle, el conocimiento de tu pasado e historia)
    ¿en serio alguien cree que un adoptado busca orígenes por buscar un mapa genético? Para nada, creo que la última pregunta que le haría a mi madre biológica sería sobre antecedentes familiares. Eso no es imprescindible.

    ResponderEliminar
  12. Gracias Xiao, estoy segura de que tu hija va a saber integrar perfectamente su historia y sus dos orígenes, y va a ser una mujer completa y feliz. Yo te admiro por lo bien que tú lo estás haciendo, por como te fijas en todo, interpretas todo, reflexionas sobre todo, lo respetas todo...... Una maravilla de madre, madre a secas y madre adoptiva (porque saber llevar bien la adopción también es muy importante, y tu eso también lo haces)

    ResponderEliminar
  13. Anónimo, supongo que hablas desde la amargura del dolor que estais pasando, y yo no soy quien para juzgar si vuestro caso corresponde a un verdadero secuestro o no. Supongo que es ese dolor el que parece que te hace desearnos una enfermedad que nos haga buscar a nuestra familia biológica. Te diré que para la gran mayoría de nosotros, nuestra familia biológica desapareció por voluntad propia y seguramente tendríamos verdaderas dificultades para encontrarla, aunque nos fuera la vida en ello.

    Espero de todo corazón que vuestro caso se esclarezca para que podais vivir en paz.

    ResponderEliminar
  14. Beatriz, tienes razón, hay adoptados que no acaban de integrarse en su familia, por la razón que sea. También hay mucha gente muy poco integrada en su propia familia biológica, así que vete tu a saber las causas de todos estos fracasos de convivencia e integración..... cada uno será un mundo.

    Lo que sí he visto es que las personas que se enteran de adultas, las que se sienten engañadas, sí que sufren un verdadero shock y se suelen cuestionar la identidad que tenían formada hasta ese momento. Lo cierto es que tanto tú como yo hemos tenido toda una vida para procesar nuestra situación y yo creo que eso es fundamental para formar de manera sana nuestra identidad.

    Que el adoptado sepa su condición y nunca sea engañado haciéndole creer que es biológico me parece mucho más importante a la hora de construir su identidad que el hecho de que llegue o no a conocer a su familia biológica.

    ResponderEliminar
  15. María tienes toda la razón. En el pasado la adopción era un tabú y eso no es bueno. Me parece mucho más sana la actitud actual:totalmente abierta a la información. Eso da la opción a la persona adoptada de saber o no saber, según el/ella prefiera. Y esa libertad es muy importante. Muchas gracias por tu aportación. Y a ver si reactivas tu blog, que tienes muchas cosas interesantes que contarnos :o)

    ResponderEliminar
  16. algo francamente sorprente es que una madre adoptiva diga que las raíces de su hija china son las suyas. Mira yo también tendré un hijo adoptado en breve y no creo que integrar a mi hijo pase por suplantar su pasado con el mío y el de mi familia sino enseñarle cuál es el suyo, a entenderlo y a respetarlo, y formarse la opinión que prefiera con respecto a él. Una familia que adopta no está para suplir las carencias de identidad de su hijo dándole la suya, sino para enseñarle a integrar su pasado en su vida actual y darle la información que dispones para que así pueda lograrlo. Él ya tiene identidad, fue concebido y desciende de una familia determinada enmarcada en una cultura y país determinado, ha estado en la barriga de su madre biológica, la que lo fue antes que tú durante unos meses, ha vivido con esa familia o en un entorno determinado durante un tiempo más o menos largo para ser abandonado posteriormente y dado en adopción a una familia adecuada. Tu pasado no suple el suyo. Es muy rico por sí mismo y merece saberlo e integrarlo en su vida porque es parte de él.
    Esto además responde al tema de la identidad. No se busca por saber la genética que te ha tocado en suerte, sino por averiguar todo esto que he mencionado antes. Eso es la identidad. La historia seguiría "y a partir de tal día conocí a mis padres, los que iban a ser mis padres para siempre y bla bla bla..... hasta hoy"

    Sobre la afectada por una muerte irregular de un bebé, un supuesto caso de robo. Me váis a disculpar pero vengo leyendo de aquí a una parte algo que no entiendo y es que una madre, como yo la entiendo, sea egoista y quiera que su hijo sufra o padezca una enfermedad con tal de que se ponga a buscar sus orígenes (mala motivación y no aconsejable por cierto) y así pueda dar con ella. He leído por ahí madres que quieren que se les revoque la adopción a sus hijos, quieren recuperarlos realmente, no recuperar una relación perdida sino recuperar a un hijo con todas las de la ley. Vaya... Creo que han pensado poco en él, yo creía que para las madres lo primero era el bienestar de sus hijos. Entiendo que quieran saber la verdad, saber que está vivo o que está muerto y que se les de la oportunidad de contactar con él para establecer un encuentro si él así lo desea, es lo justo. Que los que lo han hecho lo paguen. Pero su hijo es tan víctima como ellas, pero eso no lo ven... Sólo se ven a ellas mismas que es cierto que es muy grave lo que les ha ocurrido pero lo mismo le pasó a sus hijos. Ellos no decidieron, les tocó igual que a vosotras y son muy víctimas de esto. Muchísimo, tanto o más que vosotras. Lo que habéis perdido de ellos, ellos también lo han perdido de vosotras y es igual de importante.

    ResponderEliminar
  17. Carmen Cifuentes22 feb 2011, 1:49:00

    Mi identidad es la que pone en el dni,(documento nacional de identidad),nombres de padres, mi nombre mi fecha de nacimiento etc.
    Mis raices,pues como un arbol,primero pusieron una semilla(padres biologicos),luego esa semilla agarró y se fortaleció,por quien? por mis padres que regaron la semilla.
    En resumen soy como soy por dos causas,pero si soy persona es porque me han cultivado muy bien y esa labor es la mas importante.
    Claro que quiero saber quien puso la semilla!
    Primero por ver su cara despues por darle las gracias y por ultimo para preguntarle cuales fuern los motivos para sembrar esa semilla y no poder cuidarla.
    En cuestion de herencia,he heredado muchisimo de mi padre adoptivo,muchisimo. De mi madre tambien pero menos,he seguido y he cogido mas cosas de mi padre.
    No os voy a engañar tambien tengo herencia de la que me parió, en fisico muchisima y en la manera de hablar y expresion corporal tambien,pero porque son genes directos y eso es algo que tenemos ahi.
    Tambien quiero decir que para sentirte aceptado por tu familia adoptiva, primero tienes que aceptarte tu, como eres,sabiendo que vienes geneticamente de una madre que te dió la vida para que otros pudieran compartirla contigo,si tú aceptas eso los demás tambien.
    Quiero a mis padres, quiero a mi hermano,quiero a mi madre biologica, en mi corazon caben todos.
    Estoy orgullosa de la herencia que me ha tranmitido mi madre bio y la de mis padres.
    Doy gracias por no sentirme abandonada y doy gracias a esas tres personas que han permitido que mi vida sea la que es y que cada uno en su momento puso en mi. EL DERECHO A VIVIR,EL DERECHO A TENER UNA FAMILIA Y EL DERECHO A UNA EDUCACION.

    ResponderEliminar
  18. Por alusiones voy a contestar a Anónimo. Creo que no has captado lo que he querido decir. No he dicho, ni siento, que las raices de mi hija sean las mías, sino que las mías serásn las suyas. Como madre vivo con ella sus orígenes, hablamos de su nacimiento, de su madre biológica, de una persona "fantasma", pues no sabemos nada, absolutamente nada, de ella. No sé, ni mi hija sabrá, si hay unos abuelos, unos tíos o unos primos. Pero aquí, en su vida con su familia sí los hay. Y si mi padre es su abuelo, mi abuelo es su bisabuelo y así sucesivamente.
    Yo no suplanto su pasado, por qu eno hay nada que suplantar. Mi hija llego a mi sin nada, ni siquiera un nombre o una fecha de nacimiento. A mi hija me la dieron sin pasado y juntas estamos construyendo uno. A pesar de ello tiene su narrativa, tiene su pasado. Hablamos de su madre biológica, hablamos de su estancia en China, hablamos de como y donde la abandonaron, donde vivió desde entonces, con quien; mantenemos el contacto con el orfanato y sus cuidadoras; mantenemos el contacto con varios niños que convivieron con ella en China, y que viven en Estados Unidos.
    Su pasado, su vida, está ahí, nunca lo perdemos de vista, NUNCA. Forma parte de ella y será siempre suyo.
    Pero vive aquí, se está formando aquí y lo que yo tengo se lo estoy dando, todo. También mis raices.
    Sí, mis raices son y serán también de mi hija. Y estas raices y las que ella traía y nunca olvidamos, hacen de ella la persona que es y será.
    La quiero integrada en su familia, no trasplantada.

    ResponderEliminar
  19. he entendido perfectamente, que las raíces tuyas son las de tu hija. Y de ahí mi comentario. No... Su raíces son las suyas, no adoptará tus raíces porque ella ya tiene unas propias.

    ResponderEliminar
  20. Toda la humanidad actual tiene una antecesora común que habría vivido en el noreste de África (en territorios que corresponden a los actuales estados de Etiopía y Kenia) hace entre 140.000 y 200.000 años. (Maca-Meyer, N., González, A. M., Larruga, J. M., Flores, C. & Cabrera, V. M., 2001. Linajes mayores del genoma mitocondrial trazan antiguas expansiones humanas. BMC Genetics, 2: 13)

    Lo siento anónimo, pero xiao tiene razón: su hija y ella tienen las mismas raices. De hecho, todos los humanos tenemos las mismas raices....... O alguien sabe a ciencia cierta el límite de antiguedad a partir del cual nuestras raices ya no cuentan?????

    Tal vez el problema sea que el término raices tiene muchas interpretaciones. No sólo en cuanto a la antiguedad que quieras considerar. También podríamos diferenciar entre raices genéticas y raices culturales. Xiao junior no tiene las mismas raices culturales que sus parientes biológicos más próximos, sino las de su familia adoptiva que al criarla se la transmite.

    ResponderEliminar
  21. Sería interesante escuchar a un especialista en adopción rebatir este punto.... Yo los he escuchado y creo que convendría que los padres siguieramos formándonos en adopción después de haber adoptado, pero no todos lo hacen. No voy a debatir más sobre esto que me parece totalmente incoherente y que hará daño a la niña en un futuro.

    ResponderEliminar
  22. Disculpa María, en ningun caso deseo una enfermedad para nadie. He escrito mal, quise decir que NO esperen a tener una enfermedad para buscar a los padres, que si eres buena persona y feliz con todo lo que te han dado tus padres adoptivos quizas puedas serlo aún más añadiendo a tu vida a los biológicos y permitas a la madre que te dio la vida sentir que no ha estado loca tanto tiempo. Vuelvo a perdir disculpas por no haber releido el mensaje antes de ponerlo.

    ResponderEliminar
  23. Son muchos los comentarios e interesantísimos...no sé si yo puedo aportar algo más...pero me ha encantado la expresión "ingertar"...así se integran nuestros hijos en nuestras familias, ingertando su pasado con su presente y formando desde ese nudo una nueva vida...con las dos savias...no hay que olvidar su savia inicial de vida porque fue su origen y ellos nos lo recordarán cada día...pero también se debe mantener sana y vital la savia nueva porque con ella deberán crecer y vivir y cuantos más elementos (familiares) se unan mejor, más queridos e importantes se sentirán nuestros hijos con sus familias en las que deben ingertarse todos...Todo es fundamental en principio, para los padres y madres, todo se debe meter en la coctelera de nuestras vidas; luego, ellos irán comunicándonos cuáles son sus necesidades sentimentales...y qué quieren saber y cómo lo quieren saber. Los padres adoptados tenemos que estar pendientes...para poder dar respuestas y acompañar a nuestros pequeños que se irán haciendo grandes e irán necesitando más...

    ResponderEliminar
  24. Me parece que llego tarde al debate pero acabo de encontrar tu blog. Me gusta y me hace sentir bien tu planteamiento. . En la formación de la identidad pienso que hay otro elemento o aspecto ambiental que incide directamente en mi hija adoptada: el entorno no familiar, el entorno social.Cuando hay una diferencia étnica entre nosotros y nuestros hijos el hecho adoptivo se hace público y el intrusimo que vivimos puede llegar a ser muy molesto e incluso doloroso. A lo que sumamos que nuestros hijos padecen todo tipo de pre-juicios raciales ... y todo lo que se deriva de estas actitudes. Cómo encajar esto en la creación de una identidad sana y féliz de mi hija me preocupa.
    Itsaso

    ResponderEliminar
  25. por k no respondes a todo loz comentarios

    ResponderEliminar