lunes, 10 de enero de 2011

CON NIÑOS EN EL AVIÓN



Llevo tiempo con ganas de escribir sobre el poco interés que ponen las líneas aéreas en la seguridad de los niños y los bebés en los aviones. Al menos, esa es mi impresión.

Me explico: Hasta los dos años de edad los bebés deben de ir en el regazo de sus padres. En Swiss nos dan un pequeño cinturón que se une al nuestro, pero en otras líneas aéreas no dan nada de nada. Si tienes suerte, tal vez  puedas utilizar tu silla de seguridad del grupo 0, pero para eso tiene que haber asientos libres. La mayoría de las veces esto no ocurre y no te queda más remedio que despegar, volar y aterrizar con tu bebé en brazos, sin ningún tipo de protección adicional. Parece ser que algunas compañías proporcionan un capazo, aunque yo nunca he visto ninguno. Comprar un billete para el bebé, para así asegurarte un asiento para la silla de seguridad, es imposible -al menos si lo haces por internet- ya que al preguntarte la fecha de nacimiento y  ver que es menor de dos años no le asignan asiento.

No puedo entender como se considera seguro que un bebé viaje en avión con la única sujección de los brazos de un adulto, al menos en los momentos de despegar, aterrizar y durante las turbulencias. Es cierto que en un accidente aéreo en toda regla no hay  muchas posibilidades de sobrevivir, pero también pueden ocurrir movimientos bruscos que, sin tener mayor importancia para un adulto, pongan en serio peligro la integridad de un bebé que no está convenientemente sujeto. Las turbulencias pueden ser tremendas y si te pillan por sorpresa y no estas sujetando correctamente a tu hijo, este podría golpearse con el asiento delantero, o incluso con el techo del avión.

Pero lo peor es a partir de los dos años. El niño ya tiene que ir sentado en el asiento de adulto, agarrado por el cinturón de seguridad. ¿Problemas? Varios:

1-     En general, hasta que el crío tiene unos cinco años, se pierde en el enorme asiento y queda mal sentado y mal agarrado.
2-     Si todavía anda más cerca de los dos años que de los tres, es posible que no quiera sentarse sólo, sobretodo si está algo asustado y se siente inseguro en lo que para él es un enorme sillón.
3-     Quitarse el cinturón no sólo es facilísimo, sino también tremendamente atractivo para una criatura aburrida de esperar a que despeguen de una vez.
4-     La mesita plegable es también extraordinariamente atractiva, sobretodo para abrirla y cerrarla cien veces.

Podríais decirme que ahí está la mamá para controlar el comportamiento del pequeño, pero os aseguro que es bastante complicado hacerlo cuando tienes al hermano pequeño, menor de dos años, en el regazo. Si además el susodicho es, además de menor de dos años, mayor de 12 meses, es bastante difícil que la madre en cuestión tenga la mínima posibilidad de moverse mínimamente en el reducidísimo espacio que queda entre ellos y el asiento de delante, cuyo ocupante suele tener el detallazo de, además, reclinarse para echarse un sueñecito. Sueñecito que posiblemente no consiga, ya que será zarandeado inmisericordemente por un bebé angustiado (por la falta de espacio) que es a su vez estrujado por una madre histérica que intenta evitar que el hermano mediano se abra la cabeza con la mesita plegable o se quite el cinturón en pleno aterrizaje.

Ayer volvimos de España y hoy estoy destrozada. El viaje es muy largo: cinco horas de coche y una hora y veinte de avión. Lo peor, con diferencia: el avión. Y eso que V ya se porta como un bendito. El pobre, aunque se aburra como una ostra, está calladito y tranquilo y se conforma con hacer cien veces la simpleza de puzzle que le da la azafata. Pero O y M son otro cantar. Si me toca el gordo de la lotería, ambos se duermen. Creo que ha ocurrido una vez. Si me toca sólo el reintegro, se duerme uno de los dos. El resultado es que yo estoy medio inmovilizada sujetando a un niño dormido mientras intento controlar el comportamiento del otro con el brazo libre. Lo peor es ver al padre dormir tranquilamente en el asiento del otro lado del pasillo. Y no es que él no quiera ayudar, no, es que los dos enanos “quieren con mami” y claro……. No hay más remedio. 

Ayer tuvimos escenita en el aterrizaje. Y es que yo, no lo voy a negar, tengo los nervios a flor de piel en los aviones. Sí, lo reconozco, me da miedo volar. En mi vida de soltera me ponía nerviosilla (si había turbulencias pasaba a “nerviosa”) pero desde que vuelo con mis hijos me pongo histérica. Si el avión se mueve demasiado entro en estado de shock-camuflado: por dentro estoy muerta de terror mientras sonrío a los peques e intento montar la simpleza de puzzle que nos dio la azafata.

Ayer ocurrió algo que para una persona normal hubiera sido una nimiedad de la que reírse y que a mí me puso en “estado de alerta” el resto del vuelo. Alguién encendió la megafonía antes de  que el piloto estuviera preparado y se le oyó claramente decir “Scheiße”,o sea, “mierda”

¡¿Mierda?¿ ¡¿Porqueeeee?!

¿Por que se le había caído el café en los pantalones? O ¿Por que el motor izquierdo no funcionaba?

Ya me quedé cavilando sobre la palabrita el resto del vuelo, con el corazón "encogío". Mientras, M dormía en mis brazos enganchado a la teta, y yo intentaba controlar a O que estaba especialmente revoltoso.

Llegó el momento del aterrizaje. El avión se movía bastante mientras bajaba. Yo intentaba controlar mi pánico y que M no se despertara. Entonces O decide que se quiere soltar.

“¡No! O ¡NO! ¡Ahora no!!! ¡Estamos aterrizando”!!!!!”
“ Pero quero coger ese paletito rojo del suolooooo” “mamiii”
“¡NOOOOO! ¡NI SE TE OCURRA SOLTARTE AHORA!”

Pero se soltó y se bajó del asiento. Lo cogí con la mano libre por la espalda de la camisa, y lo subí en vilo otra vez a su asiento. Mientras, el pequeño se despertó asustado por mis gritos y estrujado por mis movimientos bruscos. O se me revolvía como una lagartija y no podía ponerle otra vez el cinturón.

Entonces le di la bofetada. Fue una bofetada pequeñita, dada con la punta de los dedos, pero bofetada al fin y al cabo. Al menos O se quedó helado (nunca le había pegado) y tras echarse a llorar con un desconsuelo que partía el alma, se dejó atar. Una azafata vino en mi ayuda para explicarle a O lo enfadadísimo que estaría el capitán si se enteraba de que se había soltado. O la escuchaba entre sollozos. El resto del aterrizaje estuvo quieto y tranquilo. Yo me quedé pensando si la bofetada era realmente necesaria y con una congoja que ni sé. Se me pasó hasta el miedo por las turbulencias.

Entonces ocurrió algo que nunca me había pasado. Tras tocar tierra el avión dio un frenazo terrible que me puso el corazón y el estómago en la garganta. La gente se miró con aprensión. Los dos mayores quedaron literalmente colgados de sus cinturones y yo necesité bastante fuerza para evitar que M se me estampara con el asiento de delante. Parece ser que el piloto había tocado tierra muy tarde y por eso necesitó frenar con tanta fuerza (al menos eso me contó mi marido). El caso es que si O hubiera estado suelto se hubiera pegado un golpe bastante más fuerte que mi bofetada.

Y yo me pregunto ¿No sería posible que los aviones tuvieran asientos adaptados para menores donde estos quedaran mejor sentados y mejor sujetos que en el asiento para adultos? Al fin y al cabo todos compramos los billetes con bastante antelación y no debería ser tan difícil tener los adaptadores necesarios según el número de niños.

Yo nunca he tenido problemas de disciplina en el coche. Creo que eso es porque desde el principio ellos ya se notan bien sentados y sujetos y no se plantean que pueda ser diferente. En cambio, en el avión les parece que eso de estar sentado y atado es opcional, y es mucho más difícil convencerles de que lo deben de hacer por su seguridad. Unos buenos adaptadores con una buena sujeción cambiarían mucho las cosas.

¿Qué opináis vosotros? ¿Cuál es vuestra experiencia viajando en avión con los niños? ¿Qué pediríais a las compañías aéreas?

14 comentarios:

  1. Yo no tengo la experiencia de haber viajado en avión con la bruja pero sí lo he pensado para este año con muchas dudas, ahora al leerte con más todavía.

    Tú hablas de la falta de seguridad y me parece una pasada, yo el problema que veía no era sólo ese sino la tremenda incomodidad de ir con un bebé de 10kg encima durante un viaje de 8 horas, creo que con lo que cuesta un pasaje de avión bien se puede exigir ir seguro y cómodo, no?

    Respecto a la bofetada es normal que te sintieras mal, pero es que es muy difícil controlar tus nervios en momentos como ese, intenta olvidarlo y sobre todo no te fustigues por ello, a cualquiera le puede pasar.

    ResponderEliminar
  2. Debe ser complicado y ya ni me imagino con varios niños al mismo tiempo. Yo, teniendo sólo uno, fíjate que ni siquiera me lo planteo. Mi nene en el coche jamás ha dado problemas, es más, casi siempre se duerme pasados máximo 15 minutos. Pero en el avión creo que sería otro cantar y me le imagino llorando todo el viaje por impedirle corretear por el pasillo, no sé, qué locura!!.

    ResponderEliminar
  3. Yo, por ahora, no me he atrevido a viajar con mi hija...sobretodo el avión, me pasa como a tí, me parece extremadamente inseguro!!! Y si es un bebe que va en brazos aún, pero con un niño más mayor...uf!!! Yo no me atrevo!!!

    ResponderEliminar
  4. Ay, María, ya me voy enterando de cómo ha sido vuestro viaje de vuelta. Eres una valiente, animarse a ese viaje con tres enanos tan pequeños como los tuyos ya es una heroicidad ;-). La verdad es que, según mi opinión, en general es una cruz llevar a los niños tanto en coche como en avión. Es lo más contrario que puede haber a las necesidades de los niños. Tengo que reconocer que no soy para nada aprensiva, más bien tiendo al otro extremo, así que más de una vez he sacado a mis bebés del máxi-cosi para tenerlos en brazos y/o darles el pecho. Debe ser la única situación en la que entiendo la utilidad de los chupetes ... Yo nunca he podido mantenerme sentada mirando mientras lloran atados, a cambio de una reducción del riesgo a su vida en el hipotético caso de un accidente en esos precisos momentos. Menos mal que nuestros viajes en coche han sido poco frecuentes y antes de hacer demasiados viajes ya se han hecho más mayores y van entendiendo más.

    La cuestión del avión es algo diferente. Creo que a mí siempre me ha tocado lo del cinturón antes de los dos años, lo cual me gusta porque sujeta para movimientos bruscos y está en brazos tomando pecho si hace falta. Lo del capazo debe ser solo para vuelos intercontinentales; nos tocó uno con mi hija pequeña yendo a Japón y otro con mi hijo mayor yendo a Mexico. Deben poder colocarlo solo en esos aviones grandes. Y supongo que no estaría mal algo más de seguridad, pero es lo que tú dices: en un accidente de verdad hay muy pocas posibilidades de sobrevivir de todas formas. Lo peor que llevo es la inflexibilidad del tiempo (no importa la crisis por la que esté pasando el niño en ese momento, que no puedes hacer nada si toca despegar o aterrizar), y la falta de espacio.

    Fíjate que nos ha ido muy bien con los niños en los vuelos intercontinentales. Mi peor vuelo fue en Europa en una miniatura de avión cuando mi hija pequeña estaba a punto pero todavía no había cumplido los dos años. Iba encima mío, pero es relativamente grande para su edad y casi no podía moverse con el asiento de delante en su cara. Yo estaba en el asiento de en medio de tres y mi hijo mayor en la ventana. Desgraciadamente a mi marido no le pudieron dar el asiento del pasillo a mi lado, y el hombre al que se lo habían asignado se negó a cambiárselo. Hay que tener ganas de ir al lado de dos niños de 2 y 6 años :-) Acabé agobiadísima con una sensación claustrofóbica como no he sentido nunca, en aquel diminuto espacio en que no había forma de acomodarnos los tres. Y para colmo aquel "amable" señor quejándose de que el zapato de mi hija le estaba "tocando" los pantalones cuando ya le habíamos ofrecido la opción de cambiar el asiento con mi marido, grrrrrrrr. Casi me lo como ...

    Y no te atormentes demasiado por lo de la bofetada, ya me imagino al pobre O alucinado sin entender nada :-(. Creo que la mayoría hemos llegado a estas situaciones límite en las que a pesar de las mejores intenciones nos vemos sobrepasadas por circunstancias casi imposibles y en ese momento no vemos otra forma de controlar la situación. Yo siempre acabo dándole mil vueltas en la cabeza a cómo podía haber evitado llegar a la situación o de qué otra forma podía haber reaccionado. Uffff

    ResponderEliminar
  5. Hola María!!! te respondí en mi blog, luego me di cuenta que era mejor por aqui, así que copio y pego!

    Me preguntas que hubiera hecho yo, la verdad no lo se, es dificil imaginarte como vas a reaccionar en situaciones así donde sientes peligrar la seguridad de tus hijos y tienes poco margen de acción. Desde donde yo te puedo hablar ahora es desde la cómoda hipotesis que siempre es más fácil.

    Ante todo agradezco tu confianza y tu honestidad al compartir esta vivencia. Me parece admirable tus ganas de encontrar otras vías, repensarte y no solo pasar la página. Ahora, no te fustigues por ello, culparte puede dificultarte encontrar alternativas.

    Más allá del tema de seguridad que atañe directamente a las aerolíneas se me ocurren algunas cosas, de entrada pienso que en estas situaciones se trata de evitar que suceda, generar todos los factores de protección posibles para no hallarnos en el momento en si porque aqui es cuando sale el automático. Una bofetada suele aparecer cuando sentimos que nos quedamos sin herramientas, cuando la situación sobrepasa nuestros límites, por eso la idea es intentar no llegar hasta allá

    Desde esa premisa se me ocurre, lo primero mantener con ell@s una charla al respecto del viaje en avión (más allá de que lo hayan hecho varias veces como parece ser el caso de ustedes), lo que implica, lo que necesitamos de ellos y las razones de ello, darle voz un poco a la situación y las preocupaciones que te surgen, hacerlo tema de conversación. Incluso podrían "jugar al avión" poner asientos y todo, tratando de reproducir la escena como creemos que va a hacer (tu con en M en brazos y O a tu lado), escenificar el despegue, el aterrizaje, ver las nubes pasar... puedes además apoyarte con libros, imágenes. Que se yo, según el momento de tus hijos también puedes probar juegos para los momentos en que es necesario que estén quietos, jugar a las estatuas por ejemplo o canciones reservadas para el momento, todo esto previamente incluido en el "juego del avión". Creo que eso puede ayudar en el momento del viaje en si para traer los aprendizajes y peticiones que les hemos hecho.

    Por otro lado, lo que yo he podido comprobar con Kyara es que cuando yo me altero por un susto por ejemplo, mi voz en vez de ayudarla a detenerse la dispara. Cuando digo ¡cuidado! es casi como si le dijera sigue o caete. A mi me funciona más con ella un tono de voz firme y tranquilo, lo que implica todo un trabajo de mi parte y no siempre me sale.

    Otra cosa que yo intentaría pedir es que tu marido quede lo más cerca posible a ustedes, al otro lado del pasillo su ayuda es casi nula en situaciones así, tal vez si está sentado justo delante de ustedes puede reaccionar más efectivamente, por probar... yo directamente lo exigiría por la prioridad que les da viajar con niños.

    Lo otro que me parece importante, posiblemente ya lo hiciste, es hablar con O decirle como te sientes al respecto, que lo sientes, darse el espacio de intimidad para que los dos puedan expresarse; a veces puede ayudar reconstruir entre los dos la situación y buscar juntos alternativas para que eso no hubiera pasado, desde la idea de: que podríamos haber hecho cada uno para evitar esta situación. Se valen todas la alternavas las locas y las cuerdas ;)

    También si quieres yo le preguntaría a Sonsoles de Respetar para Educar, siempre tiene recomendaciones y herramientas sencillas y muy prácticas.

    Te repito que todas estas cosas se me ocurren desde la calma y la comodidad que da la hipotesis que en nada se parece a la vivencia! Te agradezco la confianza y seguimos charlando! Besos enormes

    ResponderEliminar
  6. Gracias a todas por vuestros comentarios! Ha sido muy, muy instructivo

    Mamá de una bruja: pues es bastante complicado tener siempre un bebé en brazos sin “relajarte” en ningún momento durante, digamos, un par de horas. Incluso aunque se duerma. El problema es que tú estás atada y con muy poco sitio para moverte y eso dificulta todo bastante. Si además el crío está nervioso, ya ni te cuento….. mi marido permitía al mayor corretear por el pasillo cuando era más pequeño, pero yo me ponía nerviosísima pensando en que pasaría si el avión daba un brinco o se caía algún equipaje. Al final aprendió a quedarse quieto. No quiero que ninguno de los tres se acostumbre a corretear durante el vuelo por lo menos en estos vuelos de hora y media. No quiero arriesgarme.

    Mamá c/c los míos en el coche son unos ángeles. Pero en el avión, al menos los pequeños, se me suelen descontrolar. Sobretodo el más pequeño. Es curioso que en la silla del coche va tan feliz y en el avión, en mis brazos, en cuanto le ato el cinturón se me pone histérico…… Al menos tengo la teta: es cogerla y relajarse. Menos mal.

    Lady A, a lo mejor te toca viajar con tu niña un día pero no te agobies. Yo creo que la mayor parte de mis problemas es porque tengo que lidiar con dos, uno de ellos en brazos. El mayor ya es un bendito, angelito….

    Je,je, Amaia, ya me di cuenta de que no eras aprensiva el día que soltaste a la nena en mi coche…… yo no sabía si parar o seguir!!!! Seguí más despacito, ¿recuerdas?. Ya sé que no es probable un accidente pero… ¿Y si ocurre algo? No hace falta que sea nada grave, no. Un simple “percance” puede ser fatal para un niño mal colocado. Piensa que son tan pequeños y ligeros…….. cualquier cosa que les caiga o un choque contra algo………
    Lo que cuentas del vuelo ese europeo…. Chica, que fuerte!!!! Hay gente que, de verdad, parece que disfruta molestando y fastidiando al resto… como si nunca hubieran sido niños. A lo mejor es eso, que no les dejaron ser niños y ahora tienen tanto resentimiento que quieren tratar a todos igual que fueron tratados.

    Violeta, es una idea estupenda…… fíjate que no lo había pensado pero puede funcionar; vaya que sí. Mañana prepararé un juego: el viaje en avión. Lo haremos con otros amiguitos que veremos por la tarde, así será más divertido…… y serán los niños los que nos dirán lo que tenemos que hacer: ahora despegamos: cinturones y mesita plegada…. Ahora turbulencias: nos volvemos a atar…… a ver si se divierten y a la vez interiorizan estas normas……
    La bofetada es como la “pena de muerte” (salvando distancias): un fracaso del sistema. Como tu bien dices hay que evitar llegar a la situación que te desborde y te lleve a no tener más alternativas. No vale la pena fustigarse tras el fracaso; pero hay que pensar en las alternativas que nos hubieran alejado de esta situación crítica……….
    O y yo hablamos tras el drama, por supuesto. Le pedí perdón y él a mí (angelito). Me dijo que nunca, nunca, nunca más se iba a volver a soltar. En el juego de mañana le diré si quiere ser el el azafato que controla que todo el mundo se ata, je,je… seguro que le gusta. A lo mejor repite el discurso que le dio a él la azafata……..

    ResponderEliminar
  7. María... Yo creo que a todas se nos escapa alguna vez alguna torta de esas... En fin, menos mal que no pasó nada y todo se quedó en un susto.

    Sólo decirte que yo he viajado con varias compañías de avión con menores de dos años en los últimos años y en todos y cada uno de los viajes me han dado el correspondiente cinturón para sujetar al bebé. Que no exime de sujetarlo, pero sí te da más tranquilidad en cuanto a la seguridad.

    Si me subiera a un avión y no me lo dieran, creo que montaría el pollo seguro. ¿Tanta seguridad, líquidos, rayos X, arcos de seguridad y luego un bebé sujeto solo por las manos de su madre? si no dejan ir así en automóvil, mucho menos en avión. En coche está demostrado que un adulto solo puede retener a un bebé hasta una velocidad de 5km/h. A mayor velocidad, se escapa de las manos... En fin, como mínimo, para poner una reclamación al bajar del avión.

    Nosotros hemos hecho viajes cortos, de no más de dos horas de avión, pero lo cierto es que con más de un niño los problemas se multiplican. Yo sola con Darío he viajado mucho más tranquila que con Darío, Diana y mi marido.

    ResponderEliminar
  8. Tengo una niña de 5 años y un bebe de 20 meses. Nuestros viajes son de: 3 horas de avion + 1 hora de autobús. Añado algún truco:
    1)Preparar una bolsita a cada uno con fruta, chuches, juguetitos nuevos, pinturas...
    2)Hay quien se lleva el DVD portátil..
    3)Ir al baño con los niños cada veinte minutos (que vaya “él” algun viaje!!!)
    Motivo: alli me relajo. Es un sitio intimo, tranquilo y acogedor. No tirar de la cadena, hasta abrir la puerta para que no se asusten del ruido
    4) Al bebe le dejé corretear un par de pasillos y su hermana lo traía. Hicimos alguna visita a otros niños del avión
    5)Imaginar que estamos solos o fingir que todos los pasajero son sordos o aman los niños
    Aterrizaje y despegue: respiración profunda, comer chicle y si eres creyente... rezar! Normalmente para ese peor momento reservo mi canción de “plas, plas –A dormir!”
    (tocamos palmas y zas!, nos dormimos de repente al grito de A dormir! unos segundos y luego palmas otra vez)

    Chicas, lo peor de un viaje no es que se porten mal: ES NO DIVERTIRSE. He visto vomitar a una niña en el avión y su papá tomarle el pelo de lo que había comido, mientras lo limpiaba con toallitas: a la azafata casi le da un ataque!!!

    ResponderEliminar
  9. Yo he hecho dos viajes trasatlánticos (es decir, cuatro vuelos trasatlánticos) más los correspondientes Tenerife-Madrid, con mi hija pequeña y mi marido.

    En la primera ocasión tenía 14 meses y en la otra, 23. Este año pasado no viajamos en avión (sí en barco).

    Nunca nos ha sucedido nada, y quedé sorprendida de lo bien que se portó la niña. Claro, era pequeña.

    Teníamos la suerte de la teta (calma mucho a los niños, sobre todo en los momentos de despegue y aterrizaje), y también la dejé andar a su aire por el avión a lo largo del vuelo, imagínate, 9 horas de vuelo.

    Yo creo que los niños deberían poder moverse por el avión siempre que no sea el momento de despegar, aterrizar o que haya movimientos peligrosos... Y ahí caemos en otro problema: la poca tolerancia que el resto de los adultos suelen tener con los niños.

    En mi experiencia, en los dos viajes que hemos hecho,uno a Cuba y otro a Rep Dominicana, la niña estaba bastante suelta, la gente le hacía gracias, nos entretuvimos pintando, contando cuentos, charlando... y también durmió bastante.

    Entiendo que con varios niños, y niños más mayorcitos, la cosa se va complicando. Los consejos de Alicia me han gustado!!!

    Besos!!!

    ResponderEliminar
  10. Muchas gracias por vuestros consejos y comentarios, chicas. LA verdad es que mi mayor problema son los dos pequeños. El mayor ya es más consciente y más fácil de entretener con un librito o dibujando. El pequeño, GRACIAS AL CIELO, tiene la teta. Si no creo que no podría con él. El mediano está ahora en un momento dificilillo porque no es tan consciente como el mayor y además suele tener celillos de que el pequeño está en mis brazos, por lo que intenta que interaccione con´él todo lo posible. Casi creo que lo de soltarse en el aterrizaje fue una manera de asegurarse de que toda mi atención estaba en él.... no se.....
    Ileana, entiendo que en un viaje largo los niños se tienen que mover porque si no les da algo, pero no está exento de riesgos.... un movimiento fuerte y el crio se puede dar un buen golpe o caérsele algo encima.... yo es que soy muy aprensiva y en los viajes cortos de hora y media o así creo que pueden aguantar atados, no quiero riesgos .....

    Yo, en general, también me he encontrado buena gente "Kinderfreundlich" como dicen por aquí. De hecho más de una vez me han echado una mano distrayendo a los peques (aunque sea haciéndoles caretos desde el asiento de delante. Eso es muy de agradecer si te distrae un bebé aburrido e inquieto). Por suerte nunca nos hemos sentado al lado de un individuo como el que le tocó a Amaia. Creo que me toca a mí y acaba tirándose del avión, ja,ja,ja.....

    ResponderEliminar
  11. A los niños "del medio" siempre hay que dedicarles atención especial... No han tenido la ventaja de ser "exclusivos" (como el mayor) y pronto dejan de ser el "pequeño", así que suelen acusarlo...

    En mi entorno, casi todos mis amigos (y yo misma) somos tres hermanos, y no sé si será casualidad, pero casi siempre coincide que el del medio suele ser el más "problemático", emocionalmente hablando... de maneras distintas, pero notables. No sé si existe algún estudio al respecto, pero yo lo noté en mi entorno (incluso antes de ser madre y de desarrollar el "olfato" como ahora).

    Besos!!!

    ResponderEliminar
  12. Hola,

    Recien lei este post, pero tengo algo q aportar (creo)

    1) Hay un cinturon especial para toddlers, http://www.amazon.com/CARES-Child-Aviation-Restraint-System/dp/B0012E4FV8

    2) Hay tambien unos cierres antiapertura de los cinturones de la silla de auto, quizas sean compatibles con el avion...mi pequeño abria y cerraba el suyo en el avion ya a los 18 meses.

    3) si el bebe es pequeño tratar q te den la cuna (baby basket) q se instala en la primera fila, las politicas dependen de la compania y suelen ser bien aleatorias. Yo la logre solo en 2 viajes (de 13 hrs cada uno)

    4) Yo he comprado (bueno, no pagaba yo), un asiento de niño (>2 años) para mi bb de 19 meses y la compania no se hizo problemas con su edad. Lo que si depende de cada compania las politicas de q asiento de auto aceptan . Hay que registrarlo con anticipacion y preguntar. Unos me preguntaron hasta el modelo y el peso, otros no tenian idea como funcionaba.

    Yo he viajado con mi bb en diversos aviones y companias...y siempre es estresante, pero hay q tratar de hacer todo para hacerles mas llevadero el viaje y a los vecinos de asiento no queda mas q pedir disculpas por el boche.

    Yo he hecho viajes desde 1 a 20 hrs, nunca es facil...pero algunos de mis truquillos para viajes largos son:
    * una mochila especial con juguetes pensados para el viaje (autitos q andan en el respaldo, nada q pueda perder piezas, etc)
    * comida y bebida especial para el, pq fijo q no tiene habre o esta dormido cuando sirven la del avion
    * ropa de cambio, varias mudas y algo para mi (porsi vomita, e moja, etc)
    * hay un capitulo de Calliou (seguro q hay de otros tb), sobre viaje en avion q puede aportar asi como jugar al avion

    pero 3 niños...eres una heroina..hay q tener valor!

    ResponderEliminar
  13. Gracias por la información, la verdad es que estaba buscando si era cierto que tuviera que poner a mi hija de 25 meses solita en su asiento, y es que me parece increíble que no nos dejen llevar a nuestros hijos en el regazo. Os cuento lo que me acaba de pasar:
    - Viajé en Ryanair con mi bebé de 2 años y pocos días, en el despegue iba despierta y tranquila, así que fué en su asiento comiendo algo, pero antes del aterrizaje se durmió tomando su teta, así que le pedí a la azafata el cinturón para bebés, así que me lo trajo. Cual fué mi sorpresa que a los pocos minutos vino el supervisor del vuelo y me quitó el cinturón de mi hija y me dijo que tenía que ir en su propio asiento y cinturón, le dije que no y me dijo que hasta que pusiera a mi hija en su asiento y la "asegurara" no aterrizaría el avión... Ya me diréis lo segura que va una niña tan pequeña en ese asiento... En fin, que muchas gracias por este post!
    Saludos

    ResponderEliminar
  14. uff seguro, mi hijo viaja en avión desde los 3 meses, nunca dio problemas, cuando se aburría y me era dificil controlarlo, en los ultimos viajes, la azafata lo llevaba a pasear por el avión. Ahora el problema es que ya cumplió los 2, tiene q pagar su propio pasaje e ir sentado en su asiento, y sin el adaptador correspondiente xq no te ofrece la aerolínea.. estás pagando, deberían tenerlo, e visto niños de 2 años inmensos q puede q esten bien en ese asiento, pero el mio ha de ser como el tuyo, estatura normal y delgado, por lo que esos asientos le quedan inmensos y el cinturón no lo agarra bien, aparte que le encanta soltarlo... y lo de los rompecabezas q dices... suerte allá te dan al menos eso :s pero por aquí nada de nada, a veces la azafata le da alguna cajita con comida antes de la hora que reparten para que se entretenga un poco con eso... pero tienes completa razón, tu pagas por el servicio como si fuera lo mejor, pero cuando de niños se trata es bastante desastroso.

    ResponderEliminar