Que yo sepa, en este planeta hay dos países donde las vacas son sagradas: La India y Suiza.
Pero mientras que en la India no se les toca ni un pelo y están deambulando por pueblos y ciudades, famélicas y descuidadas, en Suiza son ciudadanas de alto rango, ocupan los más hermosos parajes y disfrutan de servicios comparables a sus cuidadores, los humanos. Y si no mirad esta foto:
La foto no es mía, la he bajado de internet, pero al encontrarla no he podido evitar la tentación de colgarla aquí para contaros que esto que veis - una vaca volando - lo vi yo también, hace unos 7 años, cuando estaba de excursión en Grindelwald, aldea del Eiger, en el oberland Bernés. Esta es una de las muchas regiones paradisíacas que hay en este país de montañas, valles, agua y verdor, donde rebaños de vacas, cabras y ovejas pastan en sus laderas en un estado de cuasi-libertad.
Me encontraba en la región con mi marido y una amiga española que había venido unos días de visita. Creo que volvíamos ya hacia el hotel después de un día de senderismo bastante durillo pero precioso. Entonces vimos un puntito en el cielo, o mejor dicho dos puntitos: uno encima del otro. Se movían hacia nosotros, así que nos quedamos esperando a ver si podíamos ver que era aquella formación tan rara.
Empezó a quedar claro que era un helicóptero...... si pero ¿Que llevaba colgando? ......
Imaginaros nuestra cara cuando vimos que era un helicóptero transportando una vaca.
Y lo curioso es que, como más tarde nos enteramos, esa escena no era en absoluto algo escepcional: las vacas que se pierden por las montañas y no bajan con su rebaño, o las que están heridas o enfermas son trasladadas en helicóptero hasta el valle. ¿Os imagináis la inversión económica que eso supone?
Casi me cuesta creer que esto sea económicamente conveniente y que no se haga sólo por cariño y respeto por el animal. Y es que en este país las vacas son ciudadanos de primera, yo diría que incluso por delante de los perros, los gatos o los caballos. Siempre que he ido a las montañas de excursión me he encontrado rebaños de ejemplares magníficos, pastando y holgazaneando tranquilamente en los parajes más paradisíacos, bajo un cielo azul celeste impresionante (o cubierto de nubes y a todo llover, que para el caso a las vacas les da igual) y con un paisaje ante sus ojos espectacular. Así no os extrañe que yo no me crea nada de lo que dicen los que desaconsejan el consumo de la leche de vaca o incluso de sus diversos derivados.
Viviendo en Suiza, no consumir lácteos es como no beber agua. Y esto es perfectamente comprensible cuando ves como aquí en cualquier supermercado tienes una amplísima oferta de leche fresca ecológica (o como lo llaman aquí, "bio"), sin ninguno de esos añadidos tan ridículos del mercado español (que si calcio, que si vitamina D, que si ácidos grasos omega no se qué....) y con un sabor delicioso (si te gusta la leche, claro). Por no hablar de los quesos o los yogures. Y si estos productos los compras directamente de su granja, ya es el no va más de sabor y calidad.
Así que yo no puedo encontrar excusas para no consumir lácteos, y mucho menos las que se refieren a la explotación animal. No hay más que ver a los animales para darse cuenta de que viven muy bien. No solo disfrutan de dos residencias -una para verano en las montañas y otra para invierno en el valle- sino que, además, tienen la opción de ser bajadas en helicoptero cuando sufren algún percance en la "residencia de verano"..... ¿Cuantos humanos pueden vivir con tantos lujos?
La lectura del libro de la Dra Christiane Northrup "Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer" (Editorial Urano 2010) en donde informa de que los últimos estudios sugieren que el consumo de leche de vaca "ecológica" (o "bio") no está relacionado con muchas de las patologías que tradicionalmente se le han atribuido a la leche de vaca, me ha acabado de convencer de que consumir lácteos, en su justa medida (como todo), es tan sano como cualquier alimento, siempre y cuando sea producido de manera natural y respetuosa con el animal y con el medio ambiente.
Ser vaca en Suiza es una lujo.... sólo por esa descripción de sabores que haces dan ganas de irse unos días para allá (me encantan los lácteos).... quien sabe si este año o al que viene jejejejeje
ResponderEliminarYa he pedido el libro, estoy deseando recibirlo.
Colgaré en mi blog el enlace a la preventa, si os parece bien.
Besos
Gracias Xiao, eres un cielo!!!!
ResponderEliminarPues aquí estaremos cuando os animéis a venir :o)
menuda gozada para las vacas y para los consumidores, claro. Yo siempre he pensado que cuanto más féliz el animal mejor producto alimenticio será. En cuanot a la leche de vaca, coincido contigo, todo en su justa medida no tiene porque ser perjudicial.
ResponderEliminarUn beso
Con todo lo que le hacen a la leche de vaca antes de venderla no debe tener ni siquiera algo parecido a lo que fue originalmente. Últimamente parece agua. Yo nunca probé leche natural, sin procesar, es muy distinto el sabor?
ResponderEliminarQué alegría me da leer esto! yo podría vivir sin tomar leche, pero el queso! bueno, podría comer diariamente sin problema, jeje. Tienes razón, todos los excesos son malos, pero un vasito de leche es deliciosa y nutritiva :D
ResponderEliminarMarina, la leche que yo compro aquí en el super es la homogeneizada y esterilizada, la llamada "fresca", que también es ecológica. Es mucho más sabrosa que la UHT y no sé, incluso la semidesnatada con estas características es más cremosa. La leche menos procesada que he tomado (bueno, a parte de cuando en mi infancia pasaban los vaqueros por los pisos vendiendo leche fresca y mi madre la tenía que hervir para esterilizarla) fue un día que llevé a los críos a una granja ecológica donde vendían leche sin esterilizar pero homogeneizada. Estaba deliciosa y me pegué un buen trago de la leche cruda.... luego la que llevé a casa si que la herví bien antes de darla a los ellos, por si las moscas.
ResponderEliminarjeje, qué bueno!! a mí me encantan los lacteos así que si vienen de vacas felices mejor todavía, no??
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