jueves, 5 de agosto de 2010

REFLEXIONES SOBRE EL ABORTO VOLUNTARIO (II). SOBRE LAS SITUACIONES QUE LLEVAN A PLANTEARSE UN ABORTO.

Un aborto se puede plantear por causas muy diferentes. A veces una mujer adulta se ha quedado embarazada por “accidente” tras mantener una relación sexual voluntariamente y, aunque podría mantener al bebé, no le interesa. En este caso no hay ni discusión ni comprensión posible, lo siento. Aquí soy tajante en mi oposición al aborto. Para este caso – una mujer embarazada que no quiere ser madre de ese niño – hay otra solución evidente: la entrega en adopción.

Pero luego hay otras situaciones en las que, bajo mi punto de vista, resulta mucho más comprensible que la mujer embarazada se plantee abortar. Son los casos del aborto terapéutico, cuando la concepción se ha producido como fruto de una violación o cuando se ve incapaz de ofrecer al niño unas condiciones mínimas para que pueda crecer sano y feliz.


1. El aborto terapéutico

En general el aborto terapéutico se plantea en dos casos: Malformaciones en el feto o existencia de peligro para la vida de la madre en caso de continuar con el embarazo.

- Cuando el bebé viene con graves malformaciones

Hay casos donde la malformación no pone en peligro la vida de la criatura pero si su supuesta calidad de vida. En otros, la criatura morirá al nacer o en un periodo de tiempo relativamente corto. Personalmente, me impone más el primer caso que el segundo. En el segundo caso yo llevaría el embarazo hasta donde llegara de manera natural. Si el bebé llega a término y nace le recibiría en mis brazos. Ahí es donde quiero que muera, si tiene que morir: en mis brazos. No descuartizado mientras yo, sedada, ni siquiera tengo la oportunidad de conocerle, de besarle y despedirme de él. Si su destino es vivir 9 meses en mi vientre lo respetaré. Al fin y al cabo: ¿Quién determina lo que debe durar la vida de una persona para ser respetada? Desde la concepción, la vida es un viaje con diferentes etapas: el nacimiento, el destete, los primeros pasos, la madurez sexual, la actividad sexual, la maternidad/paternidad……….. y finalmente terminar en la vejez con lo que llamamos “muerte natural”. No todos llegamos hasta el final ni, aunque lleguemos, nos paramos en todas las estaciones. ¿Es que una vida más corta tiene menos valor que una larga? ¿Es que los 9 meses de embarazo no son toda una vida también? Yo respetaría la capacidad de supervivencia de mi hijo: que llegara hasta donde tiene que llegar.

El primer supuesto, las malformaciones que no llegan a matar a la criatura pero condicionan su calidad de vida, para mí es el más terrible. Muchos padres deciden abortar más por no condenar a su criatura a una vida de limitaciones y sufrimientos, que por ellos mismos. Debo reconocer que en este supuesto es en el cual más me cuesta ser consecuente con mis convicciones. Evidentemente, hay malformaciones y malformaciones. Si mi hijo viene sin una pierna o con síndrome de Down, no tengo dudas…… se que podrá ser tan feliz como cualquiera, tal vez con un poquito más de esfuerzo y ayuda. En muchas páginas web contra el aborto suele haber testimonios de personas con diferentes discapacidades y muy felices de estar vivas. Me imagino que es más difícil superar la pérdida de una capacidad (por accidente o enfermedad) que adaptarte a ella desde que naces. Es increíble ver como personas sin brazos hacen de todo usando sus pies y otras partes de su cuerpo. Como ciegos o sordos de nacimiento son capaces de estudiar todo tipo de carreras, llevar grandes empresas, batir diferentes records. Es gratificante ver a personas con síndrome de Down con sus trabajos y su vida independiente. 

Pero ¿Y si está condenado a vivir como un vegetal, en la cama de un hospital, conectado a un montón de tubos y cables toda su vida (que hoy en día pueden ser bastantes años)? El problema aquí es que la medicina no sabe muy bien sobre la frontera que separa salvar una vida o prolongar una agonía. Algunos embarazos acabarían en abortos espontáneos si no se produjera una intervención médica. Muchas veces, cuando se ha hecho todo lo posible por detener un aborto natural y el embarazo está mucho más avanzado, se descubre que el feto tiene gravísimas malformaciones (que probablemente explicarían el aborto natural que se iba a producir). Algunos bebés nacen con malformaciones que les matarían en pocas horas, pero con la tecnología actual los puedes mantener vivos durante años pero ¿en que condiciones? Yo sinceramente creo que estos casos hay que vivirlos para saber que vas a hacer. Es terrible ver personas postradas en cama toda la vida, sin ver, ni oír, ni hablar. Sin saber si sufren, si sienten algo, si piensan……… yo he visto niños así cuando trabajé como voluntaria en “El Cotolengo del Padre Alegre” en Barcelona. Es muy duro….. muy, muy, muy, duro.

¿Pero tengo derecho a matar a un no nacido porque existe la posibilidad de que pueda vivir así? Y digo la posibilidad porque el diagnóstico prenatal nunca es fiable al cien por cien y, de hecho, he leído varios testimonios de fallos garrafales. ¿Qué haría yo? Supongo que esperar un milagro. No creo que me atreviera a abortar. Pero si tras el nacimiento se cumplen los peores pronósticos, tampoco intentaría prolongar la vida de la criatura simplemente por que sí. Pero soy consciente de que en este caso puede ser muy complicado establecer un límite a la intervención médica para mantener o no con vida al bebé.


- Cuando continuar con el embarazo supone un riesgo para la vida de la madre

Este es otro caso es extremadamente delicado pero, afortunadamente, muy infrecuente. Otra cosa es que el supuesto de “riesgo psicológico” para la madre haya sido utilizado como excusa para practicar abortos que de otra manera no tenían justificación. Pero si nos limitamos a los casos (poquísimos) en los que si es cierto que el embarazo supone un riesgo para la vida de la madre: ¿Quién tiene derecho a obligar a una persona a poner en riesgo su vida por otra? En este caso madre e hijo tienen el mismo derecho a la vida. La sociedad tiene el deber de proteger la vida de los dos. En este caso me es imposible definirme.


6- Cuando el embarazo es fruto de una violación

Supongo que es imposible ponerse en lugar de una mujer que ha sufrido semejante trauma. Pero, ¿Tiene derecho a matar a su hijo por algo en lo que la criatura es tan víctima como ella? La nueva vida humana no ha pedido venir en semejantes condiciones, pero ya está aquí. ¿Es realmente menos doloroso para la madre abortar? Supongo que esto dependerá de la posición de la madre frente al aborto. Yo no abortaría, pero no puedo garantizar que pudiera seguir siendo madre de ese bebé tras el nacimiento. 

7- Cuando la madre es una menor

Tampoco este supuesto me parece razón para el aborto. Incluso la inmadurez de la madre es suficiente razón para evitar esta medida tan drástica, dramática y definitiva. Evidentemente no es lo mismo una niña de 10 años que una (casi) mujer de 17. En este último caso no tengo ninguna duda: si es suficientemente mujer para tener relaciones sexuales consentidas, es suficientemente mujer para parir. Si no quiere ser madre tiene otra opción que respeta la vida de su hijo: la adopción. En el primer caso, cuando la madre es claramente una niña, esta situación puede llevar a otra cuestión: ¿Pone el embarazo en peligro su vida? Si no es así ¿Es realmente menos traumático un aborto que un parto? ¿Que pasa si en el futuro, cuando ya sea una mujer, no es capaz de asumir un aborto? Porque cuando esta niña sea una adulta puede llegar a la conclusión de que el aborto es un homicidio y por lo tanto no poder superar o perdonar lo que le hicieron hacer. En cambio, si parió a ese bebé y lo dio en adopción ¿Puede llegar a arrepentirse alguna vez de eso?


8- El mundo al que llega el bebé

Hay otra situación que no es menos dramática y que me planteé al leer un blog fantástico llamado “Revolución matriarcal". Cuando descubrí este blog, su contenido me gustaba tanto que me sentí decepcionada cuando leí que su autor estaba claramente a favor del aborto. He de reconocer que sus argumentos tienen sentido para mí. Por ejemplo, en este párrafo:

El/la posible futurx hijx no dispone de vista, oído y razón para juzgar si el mundo que le espera allí fuera está preparado para recibirle. La mujer es los ojos, los oídos y la reflexión de los que carece. Queda en manos de cada mujer tomar una decisión responsable. ¿Es un buen momento para que nazca una criatura aquí y ahora? ¿Podrá crecer en libertad, en un ambiente sin violencia, acogido por una familia responsable y cariñosa? ¿La figura paterna (individual o colectiva) con la que se encontrará estará a la altura? Cada mujer, como Guardiana de la Vida, vela porque la existencia que le espera a esx futurx niñx sea la más digna y tenga sentido. Así, el aborto nunca puede ser visto como un acto de egoísmo, puesto que la madre desea ante todo dar a luz un ser que pueda sentirse amado”.

O sea, hay situaciones en las que la madre se ve obligada a abortar porqué se ve incapaz de dar a su hijo unas condiciones mínimas para crecer sano y feliz. Esta situación es muy real y terriblemente dramática. ¿Quién quiere traer un hijo a un mundo en guerra, desolado por el hambre, las enfermedades, el odio y la violencia? ¿Cómo traer un hijo al mundo cuando no eres capaz de darle lo mínimo para sobrevivir? Pero, en cualquier caso, en todo el artículo se ignora la humanidad del no nacido y su derecho a la vida como derecho  fundamental. Se ignora que ya está vivo y que para evitar que nazca hay que matarlo. Bajo mi punto de vista, todos estos argumentos son válidos si se aplican al derecho de la mujer a elegir si se produce o no embarazo, pero una vez producido, se ignora por sistema que le está dando derecho a la madre para matar un ser humano que ya está vivo. De nuevo argumentos que pasan por encima de algo que yo considero incuestionable: la humanidad de la criatura desde el momento de su concepción y, por lo tanto, su derecho a que se respete su vida ya iniciada.

Resumiendo:

¿Quién tiene derecho de robar a una criatura (ya viva) la oportunidad de vivir, de seguir viviendo? Repito: creo que en este tema nos olvidamos de que se trata de terminar una vida ya iniciada. Se trata de matar. Tomando prestadas las palabras del grupo musical Mecano en su canción “Otro Muerto” de J.M Cano:

yo no se ni quiero
de las razones que dan derecho a matar
pero deben serlo
porque el que muere
no vive más
no vive más


No es lo mismo no comenzar una vida que acabar con ella una vez que ya ha comenzado.


Artículos relacionados:

Reflexiones sobre el aborto (I). ¿Cuál es la verdadera cuestión?

Reflexiones sobre la adopción (III). La adopción como alternativa ante un embarazo no deseado

5 comentarios:

  1. María no había leído este artículo tuyo y ya sabes que estoy absolutamente de acuerdo y que además por suerte o por desgracia lo he vivido.
    Me ha emocionado tu frase: "yo llevaría el embarazo hasta donde llegara de manera natural. Si el bebé llega a término y nace le recibiría en mis brazos. Ahí es donde quiero que muera, si tiene que morir: en mis brazos"
    La de veces que he tenido que escuchar después de que muriese mi hijo:
    ¿Y si lo sabías como no hiciste algo antes? Si total no iba a vivir mucho ¿para qué sufrir esos momentos?
    Ahora puedo gritarle al mundo entero que "no es lo mismo" como tú dices perfectamente..No es lo mismo morir descuartizado que morir en brazos de tu madre cuando has vivido lo que tenías que vivir.
    Me hace gracia porque muchas personas me dicen: ¡¡¡pobrecillo!!! y yo pienso ¿pobrecillo? No me parece que tuviese una tan mala vida...
    Muchas gracias por tu testimonio. Un fuerte abrazo.

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  2. Paloma, gracias por tu comentario. Recuerdo perfectamente el primer comentario tuyo, en el blog de Ileana, cuando tuvisteis las primeras pruebas de que Kai "no venía bien". Tu post sobre su nacimiento y muerte lo leí y lo guardé en mi corazón para siempre porque pocas veces en mi vida le he visto tan claramente la cara al Amor.

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  3. María, estoy dándole vueltas a tu blog... Gracias por este post. No he sufrido,por suerte, ninguno de estos casos. Pero coincido plenamente.
    Tengo la sensación, que pensar así, en el S XXI es más valiente de lo que parece.
    La sinceridad de tus palabras en esta "tu casa" es conmovedoras

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  4. Coincido contigo de nuevo, querida María.¡Hasta en lo del Cottolengo! (Aún permanece en mi la olor del centro al que acudía en Valencia...).
    Es difícil explicar estos sentimientos, pero aunque ahora lo tengo muy claro, en determinadas circunstancias... no sé qué haría.
    Gracias por estas reflexiones.
    Abrazos.

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  5. He entrado ha esta pagina porque necesito encontrar un consuelo a este dolor tan grande que siento como tu estoy totalmente en contra del aborto porque lo viví y lo sufro todos los días por haber tomado la peor decisión de vida por no darle la oportunidad a mi ángel de vivir porque ahora eso es lo que un ángel por ser una cobarde y no haber luchado por el todo los días le pido perdón a él y a Dios el aborto no es nisiquiera una opción es una cobardía

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