viernes, 6 de julio de 2012

INSOMNIO ADULTO POR HÁBITOS INCORRECTOS


Estos últimos días estoy teniendo el enorme placer de profundizar en esa bibliografía tan amplia, importante y misteriosa, citada por nuestro admirado Dr Estivill en varias de sus últimas entrevistas. Y digo misteriosa porque en ninguna de dichas entrevistas he conseguido leer las citas con los datos necesarios para localizar los artículos, pero una tiene sus recursos y al final todo se consigue.

Por eso ayer pude deleitarme con uno de sus artículos que más me picaba la curiosidad. Me refiero al siguiente (yo si que voy a daros todos los datos ;o)):

Estivil E. Insomnio infantil por hábitos incorrectos. Revista de Neurología 2000; 30 (2): 188-191

Conseguir este artículo me ha traído un tanto de cabeza porque aunque en él Estivill está describiendo esa supuesta patología en la que basará todo su método, la revista no es de las más conocidas y populares del sector en el ámbito internacional, así que he necesitado del favor de una buena amiga virtual para conseguirlo. 

El artículo en sí ha sido bastante decepcionante porque me esperaba una descripción rigurosa de esta nueva "enfermedad" pero me he encontrado prácticamente lo mismo que se puede leer en muchos medios de divulgación no científica donde Estivill habla de su método. A pesar de todo he obtenido algunos datos interesantes. 

En primer lugar, Estivill define esta patología como el insomnio que sufren los niños como causa de una deficiente adquisición de lo que el denomina el hábito del sueño:

"Existe una distorsión y una desestructuración por asociaciones inadecuadas que el niño hace con su sueño, normalmente debidas a los numerosos cambios realizados por los padres para intentar que el niño se duerma"

O sea, el niño quiere dormir acompañado y reclama a sus padres, a ciertas edades especialmente a su madre. Esta presencia suele estar relacionada con algún "acto" como coger en brazos o amamantar o, más tarde, leer cuentos o tomar un vaso de agua , yo creo que más que nada porque los adultos no sabemos simplemente "estar" y parece que siempre tenemos que hacer algo para dar una razón a nuestra presencia, por lo que el niño se agarra desesperado a darnos razones para que nos quedemos. Como el niño no se duerme sin estas acciones, aunque lo que realmente ocurre es que el niño no se duerme sin asegurarse de que sus padres se mantienen ahí a su lado, queda establecido que sufre insomnio. 

Estivill opina que en nuestro ambiente lo correcto es que: 

"... un niño de 6-7 meses debe iniciar el sueño sólo, sin llanto, con una duración de, al menos, 11-12 horas seguidas y sin despertares que interrumpan el mismo. Puede utilizar un muñeco de peluche como "amigo acompañante" (objeto transicional), debe dormir en su cuna y con la luz apagada"

Aunque, curiosamente, también admite que:

"Los niños pueden aprender a dormir solos, acompañados por los padres, en el sofá, en su cama, en la de los padres etc."

Quiero concretar que cuando dice que "pueden aprender a dormir", se refiere que pueden aprender el  hábito de dormir de una manera determinada (solos, acompañados, en la cuna o en la cama familiar), porque es evidente que, lo que se dice dormir, todos los niños saben y lo que sí aprenden es un hábito, como muy bien explica el mismo Estivill en su artículo. Por lo tanto, el hábito de dormir acompañado es incorrecto y el de dormir solo es correcto, aunque eso sólo ocurra en "nuestro ambiente". Para mí es evidente que con estas palabras Estivill está admitiendo que la forma en la que quiere obligar a dormir a nuestros hijos tiene unas bases absolutamente culturales e independientes de la medicina o de nuestra biología, algo de lo que los etnopediátras y antropólogos vienen informándonos desde hace ya tiempo. Y a pesar de ello él está convencido, e intenta convencernos, de que los niños que no duermen así tienen una patología llamada "insomnio". Yo no sé, se me debe de estar escapando algo porque todo esto me parece una auténtica barbaridad. 

Pero evidentemente estivill no está solo. La Clasificación Internacional de los desórdenes del Sueño -2 (ICSD-2), publicada en el año 2005, añadió esta patología, llamada en inglés "Behavioral insomnia of childhood" (BIC). Ya en su versión anterior publicada en el 2001 y que se encuentra gratuitamente en internet,  (The International Classification of Sleep Disorders, Revised) ya podemos encontrar  la definición de las presentaciones clínicas del BIC por separado:


* El llamado "Sleep-Onset Association Disorder", o también "Inappropiate sleep-onset associations" , (SOA),  y que podría ser traducido al castellano como "desorden del inicio del sueño por asociaciones inapropiadas". Citando el ICSD textualmente:

"....ocurre cuando existe un comienzo del sueño defectuoso debido a la ausencia de ciertos objetos o circunstancias y es principalmente un problema de la niñez. El sueño es normal en ciertas condiciones pero, en ausencia de las mismas, la transición de la vigilia al sueño, tanto al comienzo de la noche como tras los despertares nocturnos, se ve retrasada. Los adultos también pueden tener este desorden, afectándoles sólo al inicio de la noche. En niños, el número de despertares nocturnos puede parecer excesivo para los cuidadores, aunque su frecuencia es normal. Cuando se restablecen las condiciones adecuadas, se vuelven a dormir rápidamente; el problema es que las condiciones asociadas necesarias para el inicio del sueño suelen implicar la presencia y participación del cuidador."

* El  "Limit-setting sleep disorder" , en castellano "Desorden de establecimiento de límites" .

Es un desorden principalmente de la infancia que se caracteriza por una aplicación inadecuada por el cuidador de las horas de ir a dormir, por lo que el paciente retrasa o rehusa ir a dormir a la hora correcta."


En este documento también podemos leer algo interesantísimo sobre el SOA, teniendo en cuenta las amenazas que Estivill nos lanza a los irresponsables padres que no queremos enseñar a nuestros hijos hábitos correctos:

"Sin tratamiento su curso  es variable. En bebés puede resolverse espontáneamente. Con frecuencia, de todas formas, los síntomas perduran hasta la edad de tres o cuatro años, cuando mamar, tomar biberón o chupetes, ser acunados o llevados en brazos disminuye marcadamente. los rituales de irse a la cama también cambian (e.g., contar cuentos reemplaza a acunar). Ocasionalmente, los síntomas pueden perdurar hasta que el niño es más mayor, especialmente si el niño comparte cama con sus padres, por lo  menos durante la transición desde la cuna a la cama compartida. Aunque nada sugiere que los niños con este problema sean más propensos a desarrollar algún tipo de insomnio como adultos, la incidencia de estos resultados no es conocida. De la misma manera no se sabe si el tratamiento en la infancia altera la frecuencia de los problemas de sueño en el adulto." 

Vaya, va a ser que no está en absoluto demostrado que estemos condenando a nuestros hijos a una vida de insomnio y desórdenes del sueño. Menos mal. 

También nos dicen que desde los seis meses a los tres años (antes consideran normal los despertares nocturnos) presentan este desorden entre un 15% a un 20%. ¡Madre mía, menuda epidemia! Tal vez tengan que replantearse esta ventana de edades y reconsiderar lo que presuponen "normal". Después la frecuencia disminuye marcadamente, menos mal. El desorden es relativamente raro en adultos. 

Es esta última afirmación la que me hizo replantearme todo el concepto ¿ Realmente los adultos no tenemos ninguna asociación necesaria para empezar a dormir?  ¡Por supuesto que las tenemos! Quién no necesita oscuridad, necesita silencio o ambas cosas, e incluso hay quien necesita a su pareja, cuando no la almohada de toda la vida o su propio colchón. Así que lo siento, pero me parece que asociaciones tenemos todos y que todo se limita a lo que en "nuestro ambiente" se considera asociación correcta o incorrecta, aceptable o "inaceptable". 

O sea, tal y como yo lo entiendo, en nuestra sociedad occidental la necesidad primal del niño de disfrutar de una serie de circunstancias para iniciar el sueño - como son la presencia de un adulto y ser acunado, amamantado o sostenido -  se considera un "desorden" por "hábitos incorrectos", mientras que la presencia de otras - como la oscuridad, el silencio, el muñequito Pepito o el chupete - no.

Muy científico.

Y ahora que me expliquen porque unas circunstancias definen una patología o desorden, como quieran llamarlo, y otras no.

Porque basándome en todo esto yo llego a la conclusión de que tengo "Insomnio Adulto por Hábitos Incorrectos". Si señor. Ahora mismo os lo explico.

Resulta que mis padres me "spockerizaron". Sí, sí; el doctor Spock, a pesar de ser un avanzado para la época que le tocó vivir, no puede evitar ser un hijo de su tiempo - todavía faltaban varias décadas para John McKenna, Margot Sunderland, Rosa Jové o Carlos Gonzalez -  y recomendaba, o más bien exigía, que los bebés a partir de los tres meses tenían ya que dormir solos en su cunita. Si lloraban, ya callarían, y si se escapaban de la cuna, con una redecilla sobre la misma se solucionaba el problema. Como yo ya hice en alguna ocasión un salto mortal con voltereta doble hacia el suelo, acabé con la redecilla sobre mi cuna.

Lo dicho: me "spockerizaron". Así, desde mi más tierna infancia me acostumbré a dormir sola, sin un ruido, sin un movimiento, sin luz. Resultado: cuando empecé a dormir con mi marido, pasada la época romanticona de ser capaz de todo por estar lo más cerca posible de él las 24 horas del día, no podía dormir. Los "grrrr,grrr", "nk, nk,..." , "bffff, bffff.....", "shhhhh, shhhh...." me despertaban, impedían que me durmiera y convirtieron mis noches en una guerra de pataditas y pellizcos para obligarle a cambiar de postura y conseguir mi necesario "silencio absoluto".

Curiosamente nadie me dijo que tenía que sacar a mi marido de mi cama, no. Yo misma asumía que lo normal era dormir con él y que, o bien ya me acostumbraría yo, o bien ya se acostumbraría él a cambiar de postura a la primera patadita para mantenerse silencioso. Como mis problemas para dormir son el resultado de dos comportamiento aceptados socialmente - me acostumbré a dormir sola de pequeña y ahora tengo que dormir con mi marido -  no son ni un desorden ni una patología llamada "insomnio".

Luego llegaron los niños. Nunca les he dejado llorar pero tardé un tiempo en mentalizarme de que lo que necesitaban para dormir era, simplemente, mi presencia. Primero con mi pecho, luego con el contacto de mi cuerpo y el sonido de mi voz ya bastaba (como no necesitaban buscar razones para que me quedara con ellos porque yo, simplemente, siempre me quedaba con ellos, nunca hubo otros reclamos). Con algo tan sencillo como dormir con ellos, ellos dormían y duermen  como lirones. Así que por su parte ningún problema. Por el mío sólo uno: de repente el mediano, que se chupa el dedo, ha empezado a hacer un ruido terrible de manera intermitente durante gran parte de la noche. Me despierta y ya no duermo hasta que para. Es terrible.

Pero ¿De quién es el problema? Porque todos los demás duermen como benditos, incluido mi marido con sus ruiditos (que por cierto, ha dormido con su hermano toda la infancia). Por supuesto, si comento este problema me dirán que tengo que sacar al niño de nuestra cama, de hecho debería sacar a los tres que ya deben de estar hasta la orejas sumergidos en ese terrible "Insomnio Infantil por Hábitos Incorrectos". Que yo seguiré sin dormir bien por los ruiditos de mi marido es irrelevante. Los niños a su cama y nosotros a la nuestra.

Pero en todo esto yo no puedo dejar de fijarme en como mis hijos, que han dormido toda la vida acompañados, no se despiertan ni aunque el mediano y el padre se pongan de acuerdo en el concierto y nos deleiten durante un par de horas nocturnas con su más variado repertorio. Tampoco les importan las múltiples colisiones ocasionadas por los cambios de posturas y las diversas orientaciones que cada cual prefiere en el lecho familiar. Aquí la única con los ojos como platos soy yo.

Y ¿Por qué?

Porque me enseñaron ese correctísimo hábito que se da en nuestro ambiente de dormir sola, en silencio, oscuridad y en la más absoluta tranquilidad. Si no, no duermo. 

Así que, bajo mi punto de vista y seguro que bajo el punto de vista de gran parte de la humanidad que habita y ha habitado el planeta en su historia, yo  SÍ tengo un desorden del sueño; desorden que podría calificarse de insomnio, cuyo origen se encuentra en la "reprogramación" que recibí de niña y que cambió la necesidad que tenía de dormir con mi madre, acompañada y protegida, a la necesidad de dormir en un ambiente de silencio absoluto y oscuridad

Así de simple.

Como espero que mis hijos algún día compartan la vida con otra u otras personas, no veo ninguna necesidad para realizar en ellos esta "reprogramación" y prefiero respetar su deseo primal de dormir acompañados. Así se acostumbran a dormir a pierna suelta entre los chupeteos de su hermano y los ruiditos de su padre, por no hablar de una madre que se pasa la noche: "SHHHHH SHHHH; sácate el dedo de la bocaaaaa que no me dejas dormiiiiir"..... "SHHHHHH ponte de lado que roncas, y no me dejas dormiiiiiir"........ (evidentemente ninguno de los dos se despierta para hacerme caso)

Yo no sé como re-programarme o despockerizarme. Tal vez con un par de tapones para las orejas baste. 



(*) Actualización del 24/10/2012: En la última versión publicada en el año 2005 la Clasificación Internacional de los desórdenes del Sueño-2 sí incluyó el llamado Behavioral Insomnia of Childhood, cuyas dos manifestaciones clínicas son el

18 comentarios:

  1. SIMPLEMENTE GENIAL!!tengo el mismo problema que tú querida...imposible dormir sino es en absoluto silencio... pero yo no tengo que sacar a mi marido de la cama...como trabaja de noche ya se va solito, pero hemos sido incapaces de dormir juntos en diez años que llevamos....estoy intentando reprogamarme con mi bebé...hemos dormido en la misma cama muchos meses, ahora lo hace en la cuna al ladito mio, por qué? porque ha pasado al modo mochila, es decir, se tumba encima mio agarrándose a mi cuello y con las piernas en mi cintura...parece un monito..y como tengo ese problema pues no puedo dormir con él encima....triste sí....pd: no te recomiendo los tapones, la de infecciones de oído que me han causado....

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  2. estas hecha una detective de primera María... jajaaj me ha encantado tu artículo para seguir desmontando a Estivill!!!
    Pues fijate que yo he sido una maniática también siempre para dormir acompañada... me pasó como a ti cuando empezó mi vida en pareja.. y me hice adicta a los tapones de dormir porque no soportaba que me respiraran cerca o el ronquidito que iba in crescendo a lo largo de la noche en cambio con mi hijo no me ocurre... me he acostumbrado a su ronroneo... a sus ronquiditos cuando esta resfriado y no sé yo quién echará más de menos a quién el dia que decida que quiere dormir sin mamá...a los de papá sigo sin acostumbrarme... nada no hay manera de cogerles el hábito!!! jaajaj

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  3. Por un momento al leer el título pensé que era una pastelinada !!!
    Bueno ahora en serio, está genial! Qué trabajo te has tomado para buscar en la bibliografía.

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  4. Ayyy María!!! Que tu tienes un problema!!!!!! ya te estás pidiendo cita en un buen médico. Que esa enfermedad que tu tienes no se cura sola!!!
    Lo que me he reído viviendo tus noches :D

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  5. Estupendo trabajo, María, como siempre y en todos tus estudios en relación a este señor. Mis hijos varones comenzaron a dormir de un tirón a punto de cumplir cuatro años. Y aunque no fue fácil pues ellos sí que dormían en otra habitación, consideramos que era normal. ¡Cuánto estoy aprendiendo, ojalá pudiera retroceder las manillas del reloj!
    Gracias por todo lo que me enseñas. Abrazos amorosos.

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  6. Siempre es un gusto leerte, María preciosa. Mi marido tiene el mismo problema que tú... Yo es que dormí con mis hermanas hasta los 14!!!! Achuchones varios, y si necesitas recomendaciones sobre tapones, ya le pregunto a "mi santo", que el pobre encima tiene los orejos delicados... lástima de hombre...

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  7. Ja! no tengo ninguno de esos problemas!!! Siempre dormí con mis padres o con mi hno, hasta que fue puber y huyó a otro cuarto jajjajaja. Pero mi marido sí lo tiene... Pobre. Igual se está acostumbrando, hará un año y pico que dormimos juntos y ya puedo ir a hacer pis sin provocarle un insomnio descomunal. Hace 4 meses y medio que llegó nuestra Sofi y duerme también en nuestra cama, como una reina! Eso sí salió noctámbula como mamá y papá, se duerme como a las 2 o 3 de la mañana hasta el mediodía... ja! besitooosss

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  8. Pues que faena!! yo es que duermo como un lirón, será porque apenas he dormido sola, nunca he tenido una habitación para mí sola y nunca me ha supuesto ningún problema.
    En nuestra casa la mayor ya ha decidido dormir en su cama pero tengo que estar con ella hasta que se duerme y la peque con tan solo 15 días de vida tiene que dormir pegada a mí, y ¿cuál es el problema? para mí descansar es sagrado y no tengo la más mínima intención de pasar ni una noche de lloros y broncas si puedo evitarlo.
    Me ha encantado tu artículo, besos

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  9. Buenísimo el artículo, como siempre.
    A mí también me "spockerizaron", en concreto mis padres me sacaron de su habitación a las 6 semanas, por lo de recuperar la intimidad de la pareja, fomentar mi independencia y demás. No me dejaron llorar, pero nunca, jamás y bajo ningún concepto me permitieron dormir en su cama, ni enferma, ni después de sufrir la peor de las pesadillas.
    Durante años sufrí insomnio (puede que por hábitos incorrectos jeje), aunque desde que soy madre he mejorado notablemente. Dormir con un bebé en la cama, respirar el olor de su pelo, abrazarle, ver como te dirige esa sonrisa desdentada antes de dormir es el mejor somnífero del mundo. Y a la vez que les duermo a ellos, también echo un cable a mi niña interior, que desde las 6 semanas se vio condenada a la soledad de su cuarto.
    Besos.

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  10. ¡Un artículo GENIAL!. Mi aportación al Día Mundial del Sueño Feliz también fue mi experiencia desde la otra perspectiva: desde la perspectiva de una niña acostumbrada a dormir "en tribu", y también desde la perspectiva de la adulta que continúa durmiendo felizmente y como un tronco (como en el caso de las personitas con las que tú compartes cama):

    http://esanenaquevivedentrodemi.blogspot.com.es/2012/06/dia-mundial-del-sueno-feliz-o.html

    Un abrazo enorme y enhorabuena.

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  11. Gracias!!!! Por tu maravilloso artículo!!! Me ha encantado. Nuestro peque tiene 17 meses y duerme con nosotros. Al principio a su padre no le parecía bien, pero creo que ahora le echaría de menos si durmiese en su cuna. Es maravilloso ver su cabecita y su cuerpecito dormido entre nosotros, y cómo se pega a mí, o me pide teta a manotazos a cualquier hora de la noche. Fantástico.
    Besos María

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  12. Me quito el sombrero ante este artículo. Siento que sufras las consecuencias de tu niñez y espero que algún día pase.
    Yo tuve la suerte de dormir en la habitación de mis padres durante muuuuucho tiempo. Aún así antes de casarme, me preguntaba cómo iba a poder dormir acompañada en la misma cama, jejeje. Ya ahora comparto el sueño con mi marido y con mi hijo y estoy feliz.
    Felicidades por el artículo!!!.
    Lo comparto en FB y en T.
    BESOTES.

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  13. Has dado con el kit del asunto. Esa sola pregunta desmonta a Estivill.

    A ver si algún periodista se atreve a hacérsela:

    ¿Por qué es "sano" necesitar dormir con un muñeco, y "patológico" necesitar dormir con otro?

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  14. menos mal que no soy la única!!!! Mi marido pesa 30 kg más que yo, le gustan las camas muy blandas y a mí muy duras, encima con el colchón blando te caes rodando hacia su lado, y para evitarlo acabo agarrada con los dedos al borde de la cama. Y encima ronca como una tribu de camioneros obesos... pero no es solo él: yo hablo en sueños, pego patadas y necesito ponerme la radio para conciliar el sueño... Menos mal que mi hijo duerme con cualquiera de los dos estupendamente... pero para mí es absolutamente imposible dormir en el mismo cuarto que mi marido. No hay modo, cuando nos vamos a algún hotel lo paso fatal con él... ¿será nuestro problema culpa de Estivill???

    no lo sé, pero con el único que duermo bien es con mi hijo (aunque ronque como el padre y se mueva como la madre. Por lo menos tolera la radio)... QUÉ CRUZ!!!!

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  15. En fin.... es que oigo o leo hablar del individuo y me pongo enferma... En este caso, pasaba por aquí para invitarte a recoger una cosita por mi blog: http://micucolinet.blogspot.com.es/2012/10/una-de-premios-variados.html

    Besotes!!!.

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  16. Hola!! Tu blog me parece muy interesante y te sigo, no suelo comentar aunque hoy he sentido la necesidad de hacerlo. Es sólo para discrepar contigo en ésto, desde el respeto, porsupuesto, ya que me ha pasado lo contrario que a ti.
    Yo siempre he dormido acompañada, con mis padres (piensan exactamente igual que tú) de bebé, y de niña como éramos muchos en casa dormía en la misma cama que mi hermana mayor y en la cama de al lado dormía mi abuela. De adolescente seguí compartiendo habitación con mi hermana. Ésto me ha ocasionado bastantes problemas. No puedo dormir sola. Cuando mi hermana se independizó y se casó, tenía que dormir mi madre conmigo. Ésto en plena adolescencia, tenía terror por las noches y al final acababa llamando a mi madre para que durmiera conmigo. Acabó volviendo a poner la cama de mi hermana y durmiendo allí directamente, hasta el último día que pasé en casa de mis padres. Cuando me independicé yo con mi marido y nos casemos, tuve muchísimos problemas también. Él trabaja a turnos y cuando trabaja por las noches es un infierno para mi, han llegao a darme ataques de ansiedad.
    Tengo que dormir siempre con ruidos a mi alrededor, necesito oir que hay alguien cerca y tener un poco de luz. Cuando él no está, hay noches que prácticamente no duermo por el miedo, y dejo la tele puesta para por lo menos tener de fondo algo. Pra mi es imposible dormir en silencio y con la luz totalmente apagada. Mi marido duerme así, y es un calvario para los dos.
    Tengo un bebetón que va a cumplir pronto dos años. Sigue durmiendo con nosotros en la habitación aunque en una cunita pegada a la cama porque su papá suda muchísimo. Lo veo dormir sin ningún problema, duerme tranquilo, sin ruidos, sin luz, duerme profundamente. Le da igual dormir la siesta en su habitación solo, en la cuna, en mis brazos o dónde sea. Alguna noche que se ha tenido que quedar con su abuela, ha dormido en otra habitación en una cama, sin problema también. Y yo lo veo desde mi incapacidad para poder dormir así, lo veo con verdadera envidia porque resiente el asunto incluso en mi salud.
    A mi marido, cuando era bebé, lo cambiaron a su habitación con apenas 6 meses. Siempre ha dormido perfectamente y no ha tenido nunca ningún problema.
    Me parece que todos podemos tener nuestra opinión sobre el tema siempre desde un respeto, yo también me pongo enferma con Estivill y mi bebé está siendo criado con todo el amor y cariño que tenemos para él y que es infinito, y siempre eligiendo lo mejor para él. Nunca ha tenido problemas a la hora de dormir porque duerme como un tronco y se duerme en cualquier sitio, desde los 6 meses duerme toda la noche y han sido contadas las veces que ha despertado de madrugada y siempre por estar malito, nunca ha llorado para dormir y siempre despierta con una sonrisa.
    Yo sigo teniendo terror por las noches a dormir sola, a no oir a mi lado una respiración.
    Y es horrible.

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  17. Hola Elena, muchísimas gracias por tu comentario. Me ha parecido muy interesante lo que cuentas porque, por un lado, me das la razón: tú bebé duerme con vosotros pero no tiene problemas para dormir solo cuando se tercia. Tú me dices que necesitas a alguien durmiendo contigo pero ya estás viendo en tu bebé que el problema no es que hayas dormido siempre acompañada. Bajo mi punto de vista en este problema tuyo (fobia? ansiedad?... no soy psicóloga así que no puedo decirte) hay algo que va más allá del colecho. ¿Nunca lo has consultado con un especialista? Yo ahora mismo estaba pensando que hablar con Ramón Soler de Mente Libre podría serte útil. No sé.

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